Al presidente estadounidense le gusta la tecnología. Eso quedó patente a lo largo de su campaña electoral y el resultado le hizo merecedor del apodo «Presidente 2.0». Pero una vez alcanzado el puesto y ya bajo los rigores del protocolo, no es posible seguir con la Blackberry y con un blog, a menos que sea oficial.
Después de la derrota que sufrieron los demócratas en las elecciones legislativas de noviembre, Obama tiene claro que debe recuperar el apoyo de las empresas. Por eso ha aprovechado un corto viaje a la costa este de EstadosUnidos, para reunirse con los doce empresariosmás influyentes en Internet.
La lista de invitados estaba compuesta por lo más granado del mundo empresarial de Silicon Valley. Entre ellos, Eric Schmidt, consejero delegado de Google, Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, Reed Hastings, consejero delegado de NetFlix, Larry Ellison, consejero delegado de Oracle, Dick Costolo, consejero delegado de Twitter, Steve Jobs, presidente de Apple, Carol Bartz, presidenta de Yahoo!, John Hennessy, presidente de la Universidad de Stanford, Steve Westly, fundador de The Westly Group, John Chambers, consejero delegado de Cisco Systems y Art Levinson, presidente de Genentech. Ejercitó de anfitrión el empresario John Doerr, propietario de la casa donde se celebró la cena.
Poco ha dicho la Casa Blanca de lo que se habló, pero según Jan Carney, su secretario de prensa, Obama pidió ideas a los asistentes para consolidar el puesto de Estados Unidos en la escena tecnológica internacional y aumentar los puestos de trabajo relacionados con la tecnología.
Según Carney, el presidente habló de sus propuestas para «invertir en investigación y desarrollo y ampliar los incentivos a las empresas». También discutieron de las nuevas inversiones en educación, aprovechando la presencia de Henessy, presidente de la Universidad de Stanford.
Pero con todo esto, lo quemás expectación ha despertado en la comunidad internacional es la asistencia de Steve Jobs a la cena. El presidente de Apple anunció hace poco su retiro del mundo empresarial, debido al empeoramiento de su estado de salud, que ha suspendido brevemente para asistir a esta cena.
Otra cuestión que circula por la Red es la ausencia de Steve Ballmer de Microsoft, al que no invitaron al evento. La explicación podría ser que la compañía de las ventanas tiene su sede en Redmon y no en Silicon Valley, como las otras representadas.
Pero la duda sigue en el aire. En cualquier caso, esta cena ha significado una declaración de intenciones de Obama y un reconocimiento al poder de Internet en la economía mundial.
Canarias7
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