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2011/01/21

¿Por qué gastan tanta agua en Buenos Aires?

Se estima que en el mundo las personas utilizan en promedio cada día unos 300 litros de agua potable para beber, asearse, lavar la ropa y el auto y regar las plantas, entre muchos otros usos.
En Buenos Aires, ese consumo se duplica: según las cifras oficiales, cada porteño utiliza más de 600 litros del líquido en su vida diaria.
¿Por qué consumen tanta agua los habitantes de la capital argentina?
Según los expertos consultados por BBC Mundo, se usa mucha agua porque se tiene mucha agua.
"Buenos Aires tiene una fuente de agua privilegiada, que es el Río de la Plata", explicó Adriana Lauro, directora de Relaciones Institucionales de Agua y Saneamientos Argentinos SA (AySA), la empresa pública que distribuye el fluido en la capital y algunas zonas metropolitanas.
De los cerca de 10 millones de habitantes comprendidos en el área de cobertura de AySA, unos 8,5 reciben agua potable, por el que pagan una tarifa plana.
"Donde algo abunda no se lo valora tanto", afirmó Lauro, quien adjudicó el alto consumo del líquido a una cuestión cultural relacionada con la falta de conciencia sobre la finitud de un bien como el agua dulce.

Costumbres porteñas

Pedro Del Piero, presidente de la Fundación Metropolitana -una organización no gubernamental dedicada a mejorar las políticas públicas de Buenos Aires- coincidió con esta visión:
"Hay una sobredisponibilidad de agua. El alto consumo está directamente relacionado con esta oferta", dijo a BBC Mundo.
Ante la abundancia del recurso, muchos porteños han incorporado costumbres que derrochan innecesariamente el agua.
Una de ellas es abrir la ducha mucho antes de ingresar a la bañadera, o dejar correr el agua mientras se lavan los dientes, o cambiarla de la pileta en vez de mantenerla limpia con filtros.
Quizás una de las costumbres que más llama la atención a quienes visitan la capital argentina es el ritual de lavar las veredas, una tarea que realizan religiosamente cada día la mayoría de los encargados de los edificios.
Según Lauro, para limpiar cada acera los porteros utilizan en promedio unos 570 litros de agua, la cantidad que expide una manguera común en un plazo de media hora.
Para limitar este despilfarro, el gobierno bonaerense anunció recientemente que prohibirá el lavado de veredas dos días de la semana e impondrá multas a quienes violen la disposición.

Agua barata

Es, justamente, la falta de sanciones económicas y el acceso barato al agua lo que, de acuerdo con los expertos, fomenta el malgasto de este recurso.
Se estima que los porteños pagan una de las tarifas más económicas de la región por el agua que consumen: el dueño de una propiedad de 100 metros cuadrados abona, en promedio, menos de US$4 al mes.
A diferencia de muchas partes del mundo, donde el agua se paga según lo que se consuma, en Buenos Aires las tarifas dependen únicamente del tamaño de la propiedad.
De acuerdo con los especialistas, el consumo se reduciría fuertemente si las autoridades aplicaran un sistema de medidores, para que cada uno tenga que pagar una cifra proporcional a su uso.
En la actualidad, el 90% del sistema no cuenta con medidores.
"No es una prioridad", admitió Lauro, quien afirmó que el foco de la inversión de AySA está puesto en ampliar la red, para que todos los habitantes de la ciudad tengan acceso al agua potable.

Infraestructura

Según el Índice de Ciudades Verdes Latinoamericanas, presentado en noviembre pasado durante la Cumbre Climática Mundial de Alcaldes en México, el malgasto de agua en Buenos Aires tiene otra causa, que no es cultural.
El informe realizado por el Economist Intelligence Unit y patrocinado por la empresa Siemens, afirma que el 41% del agua se pierde por las fugas en el sistema, debido a la falta de inversión en infraestructura.
El porcentaje de pérdidas es mayor que el promedio regional, de 35%.
Para los expertos argentinos es difícil cuantificar cuánta agua se derrocha por problemas de infraestructura, aunque Lauro negó que la cifra sea tan alta como la reportada por el informe.
Por su parte, Del Piero recordó que la red de agua de Buenos Aires es una de las más antiguas de América Latina y también es uno de los sistemas autónomos más grandes del planeta, lo que puede explicar sus deficiencias estructurales.

BBC Mundo

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