Buscar

2011/01/03

Feliz invasión 2011

Prepárense. Ya están aquí. Cierto: no hay frases más tópicas que estas para introducir un repaso al cine de ciencia ficción. Pero el cliché es deliberado, porque las apuestas del género para 2011, en general, tampoco parecen pletóricas de originalidad. Y no será porque la oferta venga corta en cantidad o variedad: los alienígenas que desfilarán por la alfombra roja el próximo año vienen en tromba y en casi todos los formatos, estados de ánimo e intenciones. Pero a tenor de lo previsto, la sensación que predominará en el patio de butacas promete ser un déjà vu, a falta de las sorpresas que pueda deparar el estreno más esperado y al que sus creadores han rodeado de un misterio comparable al del escenario de la trama, la famosa base ultrasecreta del ejército de EEUU conocida como Área 51.
Este coto del desierto de Nevada, sede de múltiples conspiraciones imaginarias, actuará como supuesto plató hasta en tres cintas. La primera, sin rodeos: Area 51, tal cual, es la nueva vuelta de tuerca de Oren Peli a la fórmula que le hizo de oro con Paranormal activity: el llamado found footage, o metraje encontrado. Esta técnica floreciente, popularizada en 1999 por El proyecto de la bruja de Blair y ya antes explorada por el italiano Ruggero Deodato en la violenta Holocausto Caníbal (1980), hereda raíces literarias que se remontan hasta los libros medievales de caballerías que Cervantes importó al Quijote y que resplandecieron en la literatura gótica, desde el Drácula de Stoker al Manuscrito encontrado en Zaragoza de Potocki. Del proyecto de Peli se conocen pocos detalles más allá de los ingredientes mínimos para esta clase de salsas: grupito de adolescentes, alienígenas crispados y mucho tembleque de cámara.

Un 'ET' gamberro

También hasta el Área 51 han viajado los británicos Simon Pegg y Nick Frost, que provocaron tanta risa como asco en Zombies party (Shaun of the dead, 2004). En esta ocasión, encarnarán a dos friquis del cómic que peregrinan a la meca mundial del folclore ovni, donde se topan con un alienígena evadido de la base. El tráiler de Paul pone en escena a una especie de primo gamberro de ET que, por ejemplo, resucita a un pájaro para poder comérselo vivo. No faltará la especia del humor británico "¡Hay un alienígena en nuestra cocina haciendo bagels y café!", exclama Frost. "¿Prefieres té?", responde Pegg, y el broche lo pondrá una Sigourney Weaver reenganchada a la caza del alien.
Para explotar también la frase hecha de que no hay dos sin tres, resta un tercer proyecto que es el más deseado, a juzgar por el ruido que levanta en internet. Steven Spielberg como productor y J. J. Abrams (Perdidos) en la dirección se han aliado en un dream team del cine fantástico para pergeñar Super 8, una cinta cuya trama se mantiene en tanta oscuridad que el único tráiler divulgado hasta ahora, según confirmó Abrams a la revista New York, se distribuyó a las salas en latas con cerradura protegida por un código para que no se abrieran hasta el momento de su exhibición con motivo del estreno de Iron Man 2.
En el corto, que la sobreimpresión sitúa en 1979, un tren abandona el Área 51 en dirección a "una instalación segura en Ohio". Una camioneta rompe la barrera de un paso a nivel para enfilar los raíles y estamparse contra el convoy, que descarrila. Al espectacular despliegue visual de la colisión sigue una última imagen, la de algo que golpea la carrocería de un vagón contenedor para tratar de abrirse paso al exterior.
Hasta aquí, los hechos. A partir de aquí, los rumores. Los adictos a Abrams conocen su afición por los acertijos y han destripado cada fotograma del tráiler hasta encontrar pistas que conducen hasta dos webs netamente opacas: la primera (www.scariestthingieversaw.com, o Lo más aterrador que nunca he visto) recuerda a la interfaz de un antiguo sistema operativo y a la tecla del búnker de Perdidos y la segunda (www.rocketpoppeteers.com), también con aire retro, simula un club infantil de una marca de polos para futuros astronautas.
A estas pistas, si lo son, añádanse las presuntas filtraciones de alguna inquietante imagen y una supuesta sinopsis que rebota por la blogosfera sin atribuirse a ninguna fuente en particular: a finales de los setenta, unos niños graban una película en el viejo formato Súper 8 cuando descubren que una extraña criatura se ha colado en sus imágenes. Al parecer, la cinta marcará el regreso de Spielberg al universo en el que crecieron quienes ahora rondan los 40. Abrams explota admirablemente la infinita potencia de internet para el marketing viral, como ya hizo en 2008 con su Cloverfield (Monstruoso), otro metraje encontrado. Habrá que esperar hasta el verano para saber si el revuelto de niños setenteros, alienígenas y tomavistas cuaja en un bodrio revival de tópicos previsibles, o si el tándem de cerebros es capaz de reinventar un género en el que cada vez es más difícil contener el bostezo.

La misión que nunca se contó

Sin abandonar aún el tono del metraje encontrado, en marzo llegará Apollo 18, una producción que un cambio de director puso bajo la batuta del español Gonzalo López-Gallego. En su debut hollywoodiense, el autor de la premiada Nómadas se adentra en la misión que nunca despegó debido a la cancelación del programa de la NASA por el recorte de fondos. O al menos, esa fue la versión oficial, que el tagline de la película cuestiona: "Hay una razón para que nunca hayamos vuelto a la Luna". Con el eco de la propaganda viral, la cinta se vende como un documental basado en un metraje verídico que el productor ruso Timur Bekmambetov halló en los archivos del programa espacial soviético y que prueba que la 18 sí voló, pero encontró ahí arriba algo que nadie debía conocer. La web oficial del filme alberga una página oculta en la que se muestra un supuesto documento del Gobierno estadounidense que cambiaba el estatus de la misión 18 de "cancelada" a "pospuesta".
No todos los extraterrestres serán tan discretos. En 2011 habrá espacio, exterior e interior, para la ración anual de invasión apocalíptica. World invasion: Battle Los Angeles se arroga el mérito de inspirarse en un incidente real ocurrido en California en 1942. En plena psicosis después del ataque japonés a Pearl Harbor, la aparición de extrañas luces sobre las playas del Pacífico desató una soliviantada respuesta antiaérea, un episodio que hoy se conoce como la batalla de Los Ángeles. Esta premisa parece poco más que un original pretexto para abundar en la enésima confección al estilo del videojuego sin mando, una trama de acción sin complejos que sigue las evoluciones de un pelotón de marines en su lucha contra los invasores.
Pero si a estas alturas usted piensa que ya está todo visto, sepa que se equivoca. En la categoría de películas que no necesitábamos aterriza la aberrante idea, basada en una novela gráfica, de posar la flota alienígena en el salvaje Oeste. Cowboys & Aliens cuenta con los avales de Spielberg y Ron Howard en la producción, Jon Favreau (Iron Man) en la dirección, guión de Damon Lindelof (cocreador de Perdidos) y, al otro lado de las lentes, el pétreo Daniel Craig y el mismísimo Harrison Ford.
Los alienígenas intentarán también invadir las carpetas de los adolescentes para destronar a vampiros y licántropos. I am number four (Soy el número cuatro), un amor juvenil interplanetario, lleva a la pantalla el primer libro de lo que será, amenazan, una saga de seis. Y la gran guinda queda para el final: el debutante Matthijs van Heijningen Jr. se ha cargado a la espalda La cosa, una precuela sobre lo ocurrido en la base antártica noruega antes del clímax de tensión y paranoia que alcanzó John Carpenter en 1982. El director holandés contará con una gran baza: según declaró a Screen Rant el productor Eric Newman, la sintonía original de Ennio Morricone "tendrá presencia en la película". Con aquel escalofriante latido sonoro llenando de nuevo la pantalla de terror, frío y soledad, es difícil fracasar. Y ya dijo alguien que las precuelas se inventaron para sortear la maldición de las segundas partes.

El auge de los simios, culpa de un medicamento

"La imaginación está oficialmente muerta con el anuncio de una nueva película de ‘El planeta de los simios", ironizaba un blog de cine en referencia a ‘Rise of the apes', la ‘precuela' que tratará de convencernos de que la dominación de la Tierra por los simios es culpa de un fármaco contra el alzhéimer. Sin salir de la ficción clínica, Paco Plaza nos explicará en ‘[REC] Génesis' que fue en una boda donde apareció el virus al que todos sucumbiremos en 2012 con el ‘[REC] Apocalipsis' de Jaume Balagueró. Otro mal que nos llevará al cine será el de ‘Contagion', dirigida por Steven Soderbergh y que algunos medios definen como un ‘Traffic' con virus, con un elenco repleto de estrellas al estilo de las películas de catástrofes de los setenta.

Publico

No hay comentarios: