La Nacion
La mayoría de las concesionarias de automóviles le dirán que los compradores preguntan más sobre cómo conectar un iPhone al automóvil o sobre los sistemas nuevos para evitar colisiones que sobre la velocidad con la cual un vehículo puede ir de 0 a 60. De manera que los fabricantes de automóviles están dando impulso a la tecnología.
Esta temporada, la tendencia que prevalece involucra a los teléfonos inteligentes y a las aplicaciones. Por ejemplo, Carbonga, un programa de iPhone, que cuesta 4,99 dólares, funciona con un cable que cuesta 99 dólares para conectar el teléfono al puerto de diagnóstico del automóvil (el enchufe OBD II ubicado debajo del tablero). Enchufe el teléfono, y Carbonga le dirá por qué se encendió la luz que indica que se debe revisar el motor y por qué eso es o no un problema.
Y lo que es más importante, los mismos fabricantes de automóviles han descubierto el potencial de las aplicaciones que se basan en los teléfonos inteligentes. Mazda ofrece una aplicación de asistencia remota en la carretera, por ejemplo, por medio de la cual la ayuda gratuita se proporciona durante el período de garantía: 36 meses o 58.000 kilómetros. El programa automáticamente avisa al remolque dónde se encuentra la persona que necesita la asistencia y también calcula el tiempo en el que llegará la ayuda.
Mercedes-Benz, como parte de su recientemente remodelado sistema de comunicaciones a bordo, denominado Mbrace, ofrece un Blackberry y una aplicación para el iPhone que permite trabar y destrabar los vehículos a distancia, incluso si el propietario se encuentra en Nueva York y el automóvil está en Los Ángeles.
OnStar, de General Motors, y Ford están impulsando nuevos sistemas para 2011 que permitirán a los conductores controlar algunas aplicaciones para teléfonos inteligentes a través de comandos de voz o mediante controles dentro del vehículo, como los botones que tiene un volante.
AppLink, de Ford, es un complemento del sistema desarrollado por Microsoft, denominado Sync . Esta alternativa cuesta 300 dólares y que permite a los conductores puedan escuchar música conectada desde aparatos de MP3, obtener indicaciones paso a paso y escuchar mensajes de texto usando comandos de voz.
AppLink funciona con Sync y proporciona la misma clase de control de voz que las aplicaciones que funcionan con Blackberry y con teléfonos inteligentes basados en el sistema Android, de Google, como el HTC Droid Incredible.
La idea es poder ofrecer servicios y funciones continuamente actualizados utilizando las funciones de los teléfonos inteligentes más que las computadoras empotradas en los tableros, las cuales pueden llegar a ser obsoletas antes de que salgan de la línea de ensamblaje. Las primeras aplicaciones que funcionan con Sync son el lector de Twitter OpenBeak, la plataforma de música on line Pandora y un servicio de información mediante el cual es posible bajar noticias desde Internet denominado Stitcher.
A su red de operadores humanos que pueden brindar ayuda a los conductores con indicaciones y en casos de emergencia, OnStar agregará a MyLink, un grupo de aplicaciones para teléfonos inteligentes de Apple y Android que se pueden controlar mediante comandos de voz. La compañía planea ofrecer mensajes de texto que se lean en voz alta, actualizaciones habladas de Facebook y la función para ejecutar canales de Pandora por medio de un sistema estéreo en el automóvil.
Ambas compañías dicen que los controles de voz reducirán la amenaza que representa que un conductor se distraiga. Las firmas planean introducir estas funciones gradualmente; comenzarán a hacerlo este otoño boreal, y se extenderán durante el año próximo. Ford está comenzando ahora con el Fiesta 2011, el primer vehículo que incluye Applink. OnStar afirma que todos los modelos de 2011 y los posteriores podrán recibir actualizaciones de su servicio gratuito MyLink.
Muchos fabricantes de automóviles ofrecen sistemas de advertencia de colisión que usan radares para detectar un choque inminente y luego emiten un sonido y encienden y apagan luces para alertar al conductor. Pero la tecnología más ambiciosa e impresionante relacionada con la seguridad en los automóviles, la cual fue presentada este año, es el sistema de detección de peatones de Volvo, que apareció por primera vez en su modelo S60 2011.
Utilizando una combinación de radares y sensores en cámaras de video, el sistema de detección puede localizar personas (y ciclistas) que se encuentren cerca del automóvil en movimiento. Si dicho sistema considera que un peatón está a punto de quedar frente al vehículo, advertirá al conductor.
Mejor aún, si un peatón aparece repentinamente en la ruta que transita el automóvil (y el conductor distraído no hace nada), el vehículo hace sonar una serie de advertencias y reduce la velocidad hasta lograr la detención completa. El sistema funciona a velocidades de hasta 35 kilómetros por hora; a velocidades mayores, frenará al S60 pero no podrá evitar el impacto.
El modelo S60 con el sistema destinado a evitar colisiones con peatones cuesta 40.650 dólares, pero se puede agregar una tecnología similar a vehículos más antiguos. Mobileye , la firma cuya tecnología está detrás del sistema de video de Volvo, ofrece el C2-270, un sistema de advertencia, con cámara, para cualquier automóvil, que cuesta 920 dólares, incluida la instalación.
El sistema posee una pantalla redonda que se coloca en el tablero y que advertirá a los conductores si están siguiendo a otro vehículo muy de cerca, si se están saliendo de un carril o si están a punto de embestir a un peatón. No obstante, debe ser instalado por un agente aprobado y no frenará el automóvil.
Estos sistemas controlados por computadora se unen a otros controles automatizados, denominados activos, como la creciente cantidad de opciones destinadas a brindar ayuda para estacionar. Estos sistemas están pensados para abordar el flagelo de todos quienes aspiran a conducir: la temida prueba de estacionamiento en paralelo.
Introducida en Estados Unidos en el modelo Lexus LS 460, de 2007, esta función está siendo incorporada en otros vehículos de diversos fabricantes, entre los cuales se incluye a: Volvo, Ford y la Serie BMW 5 2011.
Esencialmente, los sistemas que ayudan a estacionar usan sensores (pueden ser cámaras o sensores con sonido) con el fin de determinar si un espacio para estacionar es lo suficientemente grande como para poder hacerlo. Luego, guían al conductor hacia la posición de inicio adecuada. Después de eso, dirigen el automóvil suavemente hacia ese espacio; todo lo que el conductor tiene que hacer es ocuparse de los frenos y del gas.
Al igual que con cualquier nueva oferta tecnológica, que esto funcione bien depende de cuán cómodo se siente uno resignando el control o aprendiendo a adaptarse a un nuevo conjunto de chicharras y silbidos. De modo que siempre es buena idea probarlo bien antes de comprarlo.
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