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Barcelona. Verano de 2007. El público del Festival de Música Avanzada, más conocido como Sónar, espera ansioso la actuación de la artista islandesa más internacional. Una vez más, Björk estaba dispuesta a sorprender al público. Pero esta vez no iba a hacerlo sólo con su voz, sino con un instrumento insólito desarrollado precisamente en la Ciudad Condal, el reactable. Una extraña mesa con luces de colores y piezas que, al girar sobre sí mismas y desplazarse de un lugar a otro, generan un sonido insólito. Ahora, una versión más pequeña del revolucionario reactable se pone a la venta. Su precio: 6.000 euros.
La definición de instrumento ("Conjunto de piezas dispuestas de modo que sirva para producir sonidos musicales") es tan amplia que puede dar cabida a casi cualquier cosa que pase por la mente del ser humano. Prácticamente cada región del mundo ha desarrollado maneras radicalmente diferentes de emitir sonidos a través de instrumentos de cuerda, viento o percusión. De hecho, la mayor parte de la gente apenas conoce un pequeñísimo número de los instrumentos que pueblan el planeta.
Calimbas, tablas de lavar...
En determinados ámbitos musicales, el número de instrumentos es casi incalculable. Luis Mármol, percusionista madrileño, guarda en su abultado maletín un sinfín de sorpresas. "Tengo desde reclamos de pájaros hasta carracas, una melódica, gongs, maracas, crótalos, sonajeros...". Entre sus cachivaches descubrimos el sonido mágico de la calimba, un pequeño instrumento africano consistente en una caja de resonancia con rudimentarias láminas de metal.
Muchos de esos objetos los adquirió en Tununtunumba, uno de los establecimientos más singulares de la capital, especializado en instrumentos tradicionales del mundo. "Vendemos ukeleles, bouzoukis, udus..., de todo", cuenta José, uno de sus encargados. La tienda se llena de curiosos, aunque también de reputados músicos.
Cristina Gómez, cantante de The Shellac Family -una banda que toca música rural americana de los años treinta-, se hace acompañar en sus actuaciones de una tabla de lavar, un instrumento de percusión tradicional que se toca con dedales y cuyo uso principal era el que su propio nombre indica: "La gente se sorprende cuando la escucha", reconoce, "no es demasiado habitual".
Tecnología rusa
También a principios del siglo XX, el científico y músico ruso Lev Serguéievich Termen desarrolló uno de los primeros instrumentos electrónicos y uno de los más enigmáticos jamás diseñados: el theremín. Acercando la mano a cada una de sus dos antenas, el aparato emite un sonido fantasmagórico que ha cautivado a bandas como Pink Floyd , Portishead o Nine Inch Nails. Incluso artistas españoles como Amaral, Estopa o La Oreja de Van Gogh lo han empleado en alguna de sus canciones.
Los sonidos del mar y el viento
En Zadar, una localidad croata a orillas del Adriático, los turistas reaccionan con estupefacción ante el órgano más grande del mundo, creado por el arquitecto Nikola Basic e inaugurado en 2005. No es un órgano cualquiera. Ubicados bajo una escalinata, sus 35 tubos emiten sonidos en función del vaivén de las olas. Mucho más antigua es el arpa eólica, un instrumento que suena de manera aleatoria gracias a la fuerza del viento y que fue diseñado por el inventor jesuita Athanasius Kircher en el siglo XVII.
5 preguntas a... Fernando Blanco
Este ilustrador y músico de 27 años decidió que los instrumentos eran muy caros. Solución: fabricarlos él mismo
1. ¿Cuándo empezó a crear sus propios instrumentos?
Hace unos seis años. Quería aprender a tocar todos los instrumentos del mundo. Como no tenía dinero para comprarlos, me propuse hacerlos yo mismo. Hoy tengo decenas de ellos que no tienen nada que envidiar a los que se venden en tiendas (risas).
2. ¿Cuál fue su primera creación?
La latarra, un banjo hecho con una lata al que he ido añadiendo multitud de modificaciones. Hoy día lo uso habitualmente en los conciertos.
3. ¿Cualquier objeto es susceptible de convertirse en instrumento?
Absolutamente cualquiera. Se pueden usar todo tipo de materiales de desecho. Incluso esta mesa podría ser un bonito contrabajo (risas).
4. ¿Qué conocimientos hacen falta para fabricar un instrumento?
Yo no tenía ni idea. Sólo había visto a mi abuelo tallar castañuelas con una navaja. A partir de ahí, comencé a estudiar e investigar por mi cuenta. Todo lo que necesitas saber está en Internet.
5. ¿Cuál es su próximo reto?
Estoy desarrollando un proyecto para aplicar la teoría del color a la lectura de la música.
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