Google es sinónimo de búsquedas en Internet, a tal punto que millones de personas conjugan el verbo “googlear”. Y esas consultas constituyen su principal fuente de ingresos, a través de la publicidad referida a los términos de las búsquedas.
Sin embargo, hace algunos años esta compañía californiana decidió diversificar sus vías de facturación, e incursionar en actividades que no guardan relación directa con su negocio original.
En este sentido, redobló su apuesta en el segmento de teléfonos inteligentes, irrumpió en la energía eólica, en el desarrollo de automóviles sin chofer, en redes propias e, incluso, en Google TV, aunque sin producir televisores.
La empresa, con sede en la ciudad de Mountain View, logró demostrar a sus inversores su capacidad para explotar estas nuevas líneas de negocio.
Registró un incremento en sus beneficios de 32% en el tercer trimestre (u$s2.170 millones), tras lograr ingresos cercanos a los u$s5.500 millones.
Si se analizan los resultados en forma detallada, se comprueba que las áreas vinculadas con la telefonía y la computación “móvil” han cobrado un fuerte impulso.
Google ha venido desarrollando desde 2007 el sistema operativo Android para teléfonos inteligentes, un software que hoy genera unos u$s1.000 millones anuales. Y este año lanzará su apuesta de entorno para computadoras móviles, Chrome, con el mismo nombre que el navegador que ya ofrece.
Eric Schmidt, CEO de la empresa, definió esta evolución de Android como significativa y a los números totales de la operación como “excelentes”.
Y los inversores no tardaron en dar su aprobación: pocos minutos después de anunciar sus resultados, las acciones de la compañía subieron más de un 9% en la bolsa.
Los analistas del sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) advirtieron hace algunos años sobre el riesgo de un posible estancamiento en la evolución de Google. Pero desde Mountain View supieron alejar estos miedos con números positivos y multiplicidad de propuestas.
Fundada en un garaje californiano, Google pasó en menos de 15 años de ser un buscador en Internet a convertirse en esta multinacional tecnológica.
Además de Android, la organización fundada por Larry Page y Sergey Brin ha venido redoblando sus apuestas en sectores clave, como las telecomunicaciones, la energía o la industria automotriz.
El tronco central de la expansión es la capacidad que tiene la firma para procesar y organizar la información.
Desde allí, supo edificar un negocio floreciente de servicios basados en la llamada "computación en la nube", con algunas aplicaciones que no están almacenadas en la computadora del usuario.
Por ejemplo, el correo electrónico Gmail, Google Maps, la cartografía en imágenes de Google Earth, la biblioteca Google Books.
Como parte de su ramificación, se destaca la incursión en cinco sectores clave:
1. Google TV
En mayo, el gigante de Internet se propuso redefinir los contenidos de la televisión, a través de un servicio de videos. En octubre, fabricantes como Sony y Logitech ya empezaron a mostrar sus dispositivos destinados a tal fin. El sistema estará disponible este año en los Estados Unidos y el próximo en el resto del mundo. Sin embargo, hace algunos años esta compañía californiana decidió diversificar sus vías de facturación, e incursionar en actividades que no guardan relación directa con su negocio original.
En este sentido, redobló su apuesta en el segmento de teléfonos inteligentes, irrumpió en la energía eólica, en el desarrollo de automóviles sin chofer, en redes propias e, incluso, en Google TV, aunque sin producir televisores.
La empresa, con sede en la ciudad de Mountain View, logró demostrar a sus inversores su capacidad para explotar estas nuevas líneas de negocio.
Registró un incremento en sus beneficios de 32% en el tercer trimestre (u$s2.170 millones), tras lograr ingresos cercanos a los u$s5.500 millones.
Si se analizan los resultados en forma detallada, se comprueba que las áreas vinculadas con la telefonía y la computación “móvil” han cobrado un fuerte impulso.
Google ha venido desarrollando desde 2007 el sistema operativo Android para teléfonos inteligentes, un software que hoy genera unos u$s1.000 millones anuales. Y este año lanzará su apuesta de entorno para computadoras móviles, Chrome, con el mismo nombre que el navegador que ya ofrece.
Eric Schmidt, CEO de la empresa, definió esta evolución de Android como significativa y a los números totales de la operación como “excelentes”.
Y los inversores no tardaron en dar su aprobación: pocos minutos después de anunciar sus resultados, las acciones de la compañía subieron más de un 9% en la bolsa.
Los analistas del sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) advirtieron hace algunos años sobre el riesgo de un posible estancamiento en la evolución de Google. Pero desde Mountain View supieron alejar estos miedos con números positivos y multiplicidad de propuestas.
Fundada en un garaje californiano, Google pasó en menos de 15 años de ser un buscador en Internet a convertirse en esta multinacional tecnológica.
Además de Android, la organización fundada por Larry Page y Sergey Brin ha venido redoblando sus apuestas en sectores clave, como las telecomunicaciones, la energía o la industria automotriz.
El tronco central de la expansión es la capacidad que tiene la firma para procesar y organizar la información.
Desde allí, supo edificar un negocio floreciente de servicios basados en la llamada "computación en la nube", con algunas aplicaciones que no están almacenadas en la computadora del usuario.
Por ejemplo, el correo electrónico Gmail, Google Maps, la cartografía en imágenes de Google Earth, la biblioteca Google Books.
Como parte de su ramificación, se destaca la incursión en cinco sectores clave:
1. Google TV
Competirá en el concurrido mercado de dispositivos que permiten el acceso a servicios de Internet a través del televisor, como TiVo, Boxee, Roku, Apple TV o Vudu y, por el momento, simplemente requerirá de un teclado inalámbrico para su utilización.
“Gracias a Google TV, los consumidores podrán realizar búsquedas y acceder a un universo ampliado de contenidos procedentes de diversas fuentes, como proveedores de televisión, Internet, bibliotecas de contenido personal propias y aplicaciones móviles”, aseguró la empresa.
Por ejemplo, si el usuario desea buscar algún programa o video relativo a la liga profesional de básquetbol de Estados Unidos (NBA, sigla en inglés), desde un teclado inalámbrico podrá abrir una ventana en la pantalla del televisor. Allí tecleará "NBA" y le aparecerá una lista de resultados de los contenidos relativos a ese deporte tanto en la programación de su operador por cable, en Internet y en YouTube.
Si televidente desea ver algunos de los programas, podrá elegirlo con el control remoto o el mismo teclado. Y si opta por un contenido en la red, el televisor será el ámbito de navegación por la web. Esta tecnología sólo necesita de la instalación de una caja receptora de señal.
Gracias al sistema de Google, el usuario podrá buscar qué contenido quiere ver y el programa le indicará cómo puede hacerlo, ya sea a través de un canal convencional o mediante una web, incluidas plataformas online líderes como Netflix, Amazon Video On Demand y YouTube.
Google TV permitirá, entre otras cosas, poder seguir la emisión de televisión, al tiempo que en la pantalla se podrá participar en un foro de discusión en una red social, o programar la grabación de contenidos.
Su nueva tecnología habilitará, igualmente, la posibilidad de que el usuario acceda a programas pagos o haga compras en Internet.
Para este desembarco se asoció con Sony, Logitech e Intel para la producción de Google TV, que estará integrado en una nueva gama de televisores de la empresa japonesa que saldrá al mercado de EE.UU. este otoño.
Logitech, por su parte, se encargará de producir la caja que permita conectar el servicio de Google a las pantallas de alta definición y tiene previsto introducir además una cámara y un chat por video, así como aplicaciones para convertir a un teléfono inteligente en un mando a distancia.
Este proyecto es, en resumen, el avance para llevar a los livings de los hogares la televisión conectada a Internet y, de paso, entrar en el reparto del mercado publicitario, una torta de u$s70.000 millones.
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