Liverpool, uno de los equipos más exitosos del fútbol inglés, cambió de manos este viernes luego de que sus nuevos dueños se impusieron en una batalla legal por su control.
El equipo ahora pertenece al grupo New England Sports Ventures (NESV), que también es propietario del equipo de béisbol estadounidense Medias Rojas de Boston.
Se estima que el acuerdo está valuado en US$476 millones.
Sus ahora ex dueños estadounidenses, Tom Hicks y George Gillet, que dieron batalla para evitar la venta, demandarán a NESV por más de mil millones en daños porque -aseguran- que la transacción fue ilegal.
El acuerdo pone fin a una tensa y amarga lucha en la justicia y también a los tres años en los que Hicks y Gillete comandaron la institución, explica Alex Capstick, corresponsal de deportes de la BBC.
La venta también elimina las deudas del Liverpool, que sumaban unos US$450 millones.
La transacción se dio luego de que Hicks y Gillet levantaron una orden de restricción solicitada y aprobada el jueves por un tribunal de Texas, EE.UU. que vetaba la venta del equipo.
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"Estamos aquí para ganar"
"Como cualquier hincha de fútbol sabe, la forma más nerviosa de ganar un partido es en una tanda de penales", señaló el presidente del Liverpool, Martin Broughton. "Pero mientras se obtiene el resultado correcto, vale la pena. Tenemos el resultado correcto", agregó.El nuevo propietario del club, John W. Henry -de 61 años, dijo: "Me siento orgulloso y honrado. No puedo decir lo feliz que estoy. Estamos aquí para ganar y nosotros haremos lo que sea necesario".
"En nombre de toda la sociedad NESV, quiero expresar lo increíblemente orgulloso (...) que nos sentimos por ser los nuevos dueños del Liverpool FC", dijo Henry, principal accionista de NESV.
"Consideramos que nuestro papel como administradores del club tendrá como principal enfoque devolverle al club la grandeza dentro y fuera del campo".
Los hinchas del Liverpool seguramente esperen ansiosos que se cumplan las palabras de Henry.
El equipo tuvo su peor arranque en medio siglo en la Liga Premier de Inglaterra con apenas seis puntos en apenas siete partidos. Se encuentra en zona de descenso y el domingo se enfrentan a un clásico rival, el Everton.
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