Investigadores del Grupo de Investigación de Óptica de Castellón (GROC), pertenecientes a la Universidad Jaume I, han desarrollado una nueva herramienta para el mundo de la imagen científica al conseguir registrar imágenes de alta calidad con un sensor de un solo píxel y distribuirlas de forma segura, es decir, sin permitir el acceso a la información a personas no autorizadas, según ha informado la institución académica en un comunicado.
Según han explicado fuentes de la UJI, "muy recientemente se ha demostrado, de forma sorprendente, la posibilidad de capturar imágenes digitales con elevada calidad con un sensor de un solo píxel". Esta técnica, bautizada por los científicos como imagen fantasma (ghost imaging), se basa en la grabación secuencial de la intensidad luminosa transmitida o reflejada por un objeto iluminado por una secuencia de haces de luz ruidosos. Esta luz ruidosa es la que se observa, por ejemplo, cuando iluminamos un papel con un puntero láser.
Los investigadores del GROC han conseguido capturar imágenes de objetos bidimensionales (como el logotipo de la UJI o la cara de una de las meninas de la famosa obra de arte interpretada por Picasso en 1957) mediante esta cámara monopíxel. La clave de su éxito radica en la utilización de una pequeña pantalla de cristal líquido, de una pulgada, similar a la que contiene un proyector de vídeo, o a las que hay en las casas, pero en miniatura, cuyas propiedades o características "pueden ser modificadas con un ordenador para generar los haces de luz requeridos", indican las mismas fuentes.
Los primeros resultados de esta investigación, que aún continúa, se publicaron en el número del mes de julio de la revista 'Optics Letters', y un mes después la revista 'Nature Photonics', la más importante del ámbito de la óptica, le dedicó una reseña en su número de septiembre, dentro de la sección de artículos más relevantes publicados en esta disciplina científica.
La tecnología alrededor de la cámara monopíxel no había sido aplicada, hasta ahora, para encriptar imágenes, pero sí que está siendo estudiada por varios grupos de investigación, entre ellos el GROC, que trabajan en ella con el objetivo de conseguir imágenes de algunos tejidos biológicos que, debido a su especial transparencia o a su ubicación en las partes más internas del cuerpo (algunos centímetros por debajo de la mucosa superficial), son muy difíciles de visualizar utilizando dispositivos pixelados como las cámaras digitales actuales.
El GROC está integrado por unos diez investigadores, coordinados actualmente por el catedrático Jesús Lancis, y desarrolla sus actividades en el Departamento de Física y el recientemente creado Instituto de Nuevas Tecnologías de la Imagen de la UJI.
Además del mundo de las tecnologías de la imagen, el grupo participa en un proyecto de alcance nacional en el ámbito de los pulsos láseres ultracortos y ultraintensos, financiado con el programa Consolider Ingenio del Ministerio de Ciencia e Innovación y el Séptimo Programa Marco de la Unión Europea.
El objetivo de este proyecto es establecer esta tecnología en el ámbito estatal a través del Centro Láser Pulsado de Salamanca (CLPU), una infraestructura estratégica singular, que cuenta con la aprobación del Gobierno de España.
Según han explicado fuentes de la UJI, "muy recientemente se ha demostrado, de forma sorprendente, la posibilidad de capturar imágenes digitales con elevada calidad con un sensor de un solo píxel". Esta técnica, bautizada por los científicos como imagen fantasma (ghost imaging), se basa en la grabación secuencial de la intensidad luminosa transmitida o reflejada por un objeto iluminado por una secuencia de haces de luz ruidosos. Esta luz ruidosa es la que se observa, por ejemplo, cuando iluminamos un papel con un puntero láser.
Los investigadores del GROC han conseguido capturar imágenes de objetos bidimensionales (como el logotipo de la UJI o la cara de una de las meninas de la famosa obra de arte interpretada por Picasso en 1957) mediante esta cámara monopíxel. La clave de su éxito radica en la utilización de una pequeña pantalla de cristal líquido, de una pulgada, similar a la que contiene un proyector de vídeo, o a las que hay en las casas, pero en miniatura, cuyas propiedades o características "pueden ser modificadas con un ordenador para generar los haces de luz requeridos", indican las mismas fuentes.
Distribución segura a nivel mundial
Además, los investigadores castellonenses han demostrado, por primera vez a nivel mundial, la posibilidad de adaptar la técnica de manera que permita el envío seguro de la imagen a un conjunto de usuarios autorizados, utilizando un canal de distribución público, como por ejemplo, Internet. La información transmitida es una simple secuencia numérica a partir de la que "tan sólo es posible recuperar la imagen si se conocen los códigos ocultos que permiten generar los patrones de ruido con los que se ha generado la información de acceso público".Los primeros resultados de esta investigación, que aún continúa, se publicaron en el número del mes de julio de la revista 'Optics Letters', y un mes después la revista 'Nature Photonics', la más importante del ámbito de la óptica, le dedicó una reseña en su número de septiembre, dentro de la sección de artículos más relevantes publicados en esta disciplina científica.
La tecnología alrededor de la cámara monopíxel no había sido aplicada, hasta ahora, para encriptar imágenes, pero sí que está siendo estudiada por varios grupos de investigación, entre ellos el GROC, que trabajan en ella con el objetivo de conseguir imágenes de algunos tejidos biológicos que, debido a su especial transparencia o a su ubicación en las partes más internas del cuerpo (algunos centímetros por debajo de la mucosa superficial), son muy difíciles de visualizar utilizando dispositivos pixelados como las cámaras digitales actuales.
Ocultación de información a personas ajenas
Además, los investigadores señalan que el encriptado de imágenes con esta técnica permitirá una mayor seguridad en la transmisión de imágenes, la autenticación de productos o, sencillamente, la ocultación de información a personas ajenas, proporcionando una herramienta "muy eficaz" contra la piratería de datos.El GROC está integrado por unos diez investigadores, coordinados actualmente por el catedrático Jesús Lancis, y desarrolla sus actividades en el Departamento de Física y el recientemente creado Instituto de Nuevas Tecnologías de la Imagen de la UJI.
Además del mundo de las tecnologías de la imagen, el grupo participa en un proyecto de alcance nacional en el ámbito de los pulsos láseres ultracortos y ultraintensos, financiado con el programa Consolider Ingenio del Ministerio de Ciencia e Innovación y el Séptimo Programa Marco de la Unión Europea.
El objetivo de este proyecto es establecer esta tecnología en el ámbito estatal a través del Centro Láser Pulsado de Salamanca (CLPU), una infraestructura estratégica singular, que cuenta con la aprobación del Gobierno de España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario