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2010/08/06

La giralda olvidada de New York

ABC

La mayoría de los sevillanos conoce la estrecha relación que existe entre su ciudad y la norteamericana Kansas City. No hay más que recorrer una de las principales arterias de acceso a la ciudad para certificar el hermanamiento entre ambas urbes. Por su parte, la ciudad estadounidense tampoco olvida a su hermana andaluza y posee una discreta réplica de la majestuosa Giralda.
Pero lo que quizá algunos ignoren es que, mucho más allá de las extensas praderas de Missouri, existió una extraodinaria copia del edificio hispalense en una de las ciudades más cosmopolitas del mundo. La Giralda de New York termino de construirse en 1890 bajo la dirección de los arquitectos Charles McKim, William Rutherford Mead y Stanford White, que a raiz de su obra se convirtieron en unos de los más prestigiosos de la época. Desde ese momento, la construcción se convirtió en la sede del conocido Madison Square Garden, que acogía todo tipo de espectáculos deportivos y culturales.
Según podemos leer en la web de Julio Domínguez Arjona, la interpretación anglosajona de la Giralda tenía un esqueleto de hormigón pero trataba de imitar a su homónima sevillana a través de un revestimiento de ladrillos. Con una altura considerable , 200 metros, estaba coronada por una estatua de la diosa Diana que hacía las veces de Giraldillo.
Precisamente, la mujer que sirvió de modelo para la escultura fue Evelyn Nesbitt, amante de uno de los tres arquitectos (Stanford White) y triste protagonista de uno de los crímenes pasionales más recordados de la época, hasta el punto de ser conocido como el crimen del siglo. El romance que la pareja manttuvo fue la razón que llevó al legítimo marido de Evelyn a asestar tres disparos en la cabeza al arquitecto mientras cenaba en la terraza superior de esta Giralda newyorquina, la noche del 25 de junio de 1906.
Tan sólo 35 años después de haber sido construída, y con este trágico asesinato en su memoria, la Giralda de New York fue derruida a raiz del impago de una hipoteca. Existen, para nuestro deleite y consuelo, más réplicas del edificio en otras ciudades del mundo.

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