Con dinero y con su propio ADN. Así pretende contribuir Sergey Brin, uno de los fundadores de Google, a mejorar el conocimiento sobre las causas de la enfermedad de Parkinson. En colaboración con una empresa dedicada a los análisis genéticos, en la que participa su propia esposa, el multimillonario empresario pretende reunir a más de 10.000 participantes con esta patología neurodegenerativa para desentrañar las raíces del mal.
Desde que su propio análisis genético reveló el pasado mes de septiembre que Brin es portador de una mutación genética que eleva sus probabilidades de sufrir la enfermedad en el futuro, como ya le ocurrió a su madre, el cofundador de Google se ha mostrado muy interesado por esta cuestión.
Por eso, ha elegido la compañía que dirige su esposa, Anne Wojcicki, para poner en marcha uno de los estudios genéticos más amplios sobre esta materia. '23andMe', bautizada así en honor a los 23 pares de cromosomas que componen el organismo humano, se dedica en la actualidad a realizar análisis genéticos a sus clientes para valorar su predisposición a padecer ciertas patologías en el futuro, en función de la existencia o no de ciertas mutaciones y de sus antecedentes familiares. Google ha invertido hasta la fecha casi cuatro millones de dólares (unos tres millones de euros) en esta empresa.
En el trabajo que Google y '23andMe' van a comenzar a partir de ahora, en lugar de cobrar los casi 400 dólares que cuestan estos análisis, los voluntarios que deseen colaborar sólo deberán abonar 25 dólares. A cambio, recibirán el mismo kit de ADN para enviar a la sede de la compañía una pequeña muestra de saliva. Brin correrá con todos los gastos de la investigación de su propio bolsillo (no ha precisado ninguna cantidad concreta) y además participará como voluntario en el grupo control de personas sanas.
10.000 voluntarios reclutados 'on line'
En total, se pretende reclutar a través de Internet a 10.000 personas con la enfermedad de Parkinson, cuyo ADN servirá para tratar de localizar nuevas mutaciones y alteraciones genéticas que permitan conocer el porqué de esta patología. A pesar de los temores que existe en torno a la confidencialidad de los datos genéticos, '23andMe' ya ha señalado que no venderá los datos individuales de los participantes, cuyos datos personales se eliminarán completamente.
Nada dicen, sin embargo, de la posibilidad de comerciar con las conclusiones que se obtengan, y que podrían ser de gran utilidad para alguna compañía farmacéutica interesada en desarrollar algún compuesto contra el Parkinson. Ésta es una de las principales pegas que han surgido alrededor de esta iniciativa, aunque no es la única. Sarah Murray, directora de genética en el Instituto Scripps de San Diego (EEUU), recuerda que los participantes sólo rellenarán un cuestionario sobre su salud a través de la Red, sin ser examinados por ningún médico. "Eso puede empeorar la calidad de los datos", ha señalado en declaraciones a 'The New York Times'.
Tampoco se ha mostrado entusiasmado Kari Stefansson, competidor directo de '23andMe' al frente de otra compañía de análisis genéticos, DeCode Genetics. "La única cosa destacable es que hay un señor muy rico que va a pagar el trabajo", ha bromeado. Eric Lander, especialista en genómica de la Universidad de Cambridge (en EEUU), por su parte, ha señalado que este tipo de "comunidad on line, auto-organizada para participar en un estudio" le parece una cosa "muy propia de Google".
"Tengo un 50% de probabilidades de sufrir Parkinson en el futuro", ha señalado Sergey Brin en alguna entrevista reciente; "pero también le doy a la medicina un 50% de posibilidades de ser capaz de tratarlo". Él y su esposa han anunciado que también analizarán el ADN de su hijo, nacido el pasado mes de noviembre, en busca de posibles mutaciones favorables al Parkinson.
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