Desde las recreativas hasta la Xbox y la Play Station 3, 'Street Fighter' ha logrado mantener invariable su ADN: una dosis de diversión y un elenco de luchadores que se jugaban el tipo sobre un fondo pintoresco de diferentes países. El último episodio de la popular saga de Capcom mantiene su apuesta por Ryu, Ken y los 'hadoken' de siempre -de ahí que, en esencia, evoque las anteriores versiones- y afronta el pulso de los tiempos con una notable mejora en los gráficos, aunque sin perder el estilo.
Para este título vale el viejo lema 'si algo funciona, para qué cambiarlo', lo que en absoluto resta importancia a las mejoras. Basta la típica prueba, y a la vez poco habitual, de regresar a las anteriores versiones para darse cuenta de los avances tanto en el apartado gráfico como en la jugabilidad, sobre todo en la fluidez en el combate.
Los movimientos son muy suaves y los escenarios, algunos de ellos inéditos, están mejor definidos, tienen apariencia tridimensional y son más dinámicos. Tal vez no sea una revolución, como en su día lo fue el 'Street Fighter II' como salto de los salones recreativos a la consola, pero ofrece una buena experiencia de lucha.
Con todo, mantiene uno de los sellos de la saga, las dos dimensiones, para consuelo de algunos seguidores que temblaban sólo de oír de gráficos tridimensionales. Los únicos movimientos posibles son los de siempre, de izquierda a derecha. Las novedades gráficas quedan relegadas para los detalles. Ahora los personajes lucen una musculatura en tres dimensiones y, entre golpe y golpe, la cámara alterna planos en primera persona donde se puede ver de cerca los gestos de cada luchador, un matiz de su lograda caracterización en el juego.
Otro de los aspectos que no cambian es la filosofía de golpes y combinaciones relativamente sencillas para pulgares no tan rápidos, aunque se han añadido a la colección de golpes nuevos con nombres muy familiares para los ya iniciados. Combos y ultra combos no sólo disponibles para los personajes nuevos sino también para los clásicos.
Arcade, versus... ¿y?
La diversión en un juego de lucha no siempre depende de tener más personajes, escenarios, golpes, -algo que sin duda cumple el 'Street Fighter IV'- sino también de poder disfrutar de varios modos de juego.
Esta secuela no falta a su cita con la batalla 'online', aunque sí se echa de menos el contar, por ejemplo, con un modo de cooperación entre varios amigos o de lucha todos contra todos.
Se queda, sin embargo, en los clásicos arcade y versus, a los que añade la opción de hacer desafíos. Otra de las opciones es hacer un entrenamiento, que consiste, nada más y nada menos, que en probar los golpes contra un personaje 'congelado', que ni siente ni padece.
Street Fighter IV está disponible para Xbox 360 y Play Station desde el 20 de febrero a un precio de 59,90 euros. La versión para PC aparecerá próximamente.
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