Fuente: La Cronica de Hoy.
Hillary Clinton, secretaria de Estado de la Unión Americana, anunció un programa de becas para que jóvenes tengan la oportunidad de aprender el inglés en un plan de dos años y en el cual participarán inicialmente 100 alumnos mexicanos, de entidades como Oaxaca, Chiapas y el Distrito Federal.
Durante una reunión que sostuvo con becarios indígenas en el Palacio de Bellas Artes, Hillary Clinton aseguró que México y Estados Unidos son más como una familia que dos países diferentes.
Detalló que las becas se otorgarán a partir de abril a jóvenes de distintas localidades del país y resaltó la importancia de ayudar a los jóvenes indígenas para tener más oportunidades de desarrollo.
“La oportunidad que da la educación es única para que los jóvenes de ambos lados de la frontera se superen, porque independientemente del país en el que vivan o el idioma que hablen, los muchachos en el mundo tienen sueños y es nuestro deber ayudarlos a cumplirlos”, puntualizó.
En el salón Manuel M. Ponce del recinto, la funcionaria estadunidense le dijo a los becarios indígenas que ambos países comparten muchas cosas en común, preocupaciones y un futuro en el cual no hay un aspecto más crítico que los jóvenes.
Ante jóvenes provenientes de diversas zonas rurales del país, la ex primera dama destacó la importancia de fortalecer el intercambio educativo entre las dos naciones.
Tras la reunión con becarios en el Palacio de Bellas Artes, la secretaria de Estado sostuvo un encuentro privado con el procurador general de la República, Eduardo Medina-Mora, y con el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.
Bellas Artes fue un búnker estadunidense
Por unas horas, el Palacio de Bellas Artes se convirtió en territorio estadunidense, porque personal de Seguridad del Departamento de Estado decidía quién entraba y quién no a cubrir el encuentro que la secretaria de Estado, Hillary Clinton, sostuvo ahí con becarios indígenas.
El máximo recinto de la cultura mexicana fue ocupado ayer por agentes estadunidenses que déspotamente ordenaban a los reporteros, fotógrafos y camarógrafos —quienes fueron invitados previamente por la embajada de Estados Unidos— que hicieran una fila mientras sus pertenencias (bolsas, computadoras, cámaras de televisión y fotográficas) eran olfateadas por un perro pastor alemán para detectar explosivos. Pero no bastó con la inspección del perro, también los agentes de Seguridad del Departamento de Estado hurgaban en las bolsas y mochilas de los reporteros, incluso abrían carteras.
“No se acerquen, el perro está cansado y estresado, no queremos que le muerda a alguien”, advertía y ordenaba un sujeto erguido que iba de un extremo a otro.
El exagerado dispositivo de seguridad llegó al extremo de ordenar a una representante de un medio de comunicación que borrara las fotografías que había tomado previamente a la hilera de mochilas que eran inspeccionadas por los agentes estadunidenses.
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