Fuente: Prensa Libre.
El empresario recuperó su teléfono móvil tras recibir un llamado de un pescador que lo había hallado. El aparato volvió a funcionar normalmente luego de ser secado.
Andrew Cheatle pensó que nunca más vería su teléfono móvil cuando lo perdió en la playa. Pero una semana después su novia recibió el llamado de un pescador que decía haberlo encontrado en el estómago de un bacalao gigante.
Glen Kerley, el pescador, abrió un enorme pez y de sus tripas sacó el aparato, que luego de secarse apropiadamente volvió a funcionar. Cuando la novia del empresario recibió el llamado estaba con él y le dijo "estoy por atender una comunicación que viene de tu celular".
Kerley, un pescador de Worthing, West Sussex, explicó que el aparato "huele muy feo pero estoy feliz de devolverlo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario