El 'software' diseñado por un español ha vencido al gigante Microsoft en las escuelas de Camboya, no sólo porque es más barato (de hecho, es gratis), sino porque está en jemer.
No hay escuela en Camboya que utilice otros programas que los diseñados por la organización no gubernamental Open Institute a través del proyecto KhemerOS.
Detrás de la iniciativa está el aragonés Javier Solá, un informático que llegó a Camboya en 2003 y que, al frente de Open Institute, ha conseguido hacer más accesible la informática a la juventud de ese país asiático.
"Cubrimos casi todas las escuelas que tienen electricidad, que son minoría, pero calculo que se beneficia más del 50% de los alumnos que se graduan", explicó Solá. "Aunque no sean todos los alumnos, por lo menos son los que necesita el país para su desarrollo", añadió.
De momento, 80 de los 315 centros de educación secundaria del país emplean el 'software' y 16 escuelas más habrán entrado en la lista para finales de año.
Un gran ahorro
Con esa iniciativa, adoptada por el Gobierno a principios de año, Camboya se ahorrará gran parte de su presupuesto, pero la clave del éxito del proyecto no ha sido exclusivamente el dinero, sino que el programa está diseñado para los camboyanos."El valor añadido de estos programas es que están en idioma y escritura jemer. Hicimos un glosario de palabras que ya existen en jemer, pero ampliando su significado", indicó Solá.
El español apuntó que han conseguido reducir "de 100 a 20 las horas necesarias para aprender informática, porque los chicos no tienen que memorizar conceptos en otro idioma y otra escritura como la del inglés, sino que trabajan con nociones que ya conocen".
Si Naciones Unidas concluyó en 2007 que sin desarrollo tecnológico no hay desarrollo económico, Solá añade a la máxima que "la tecnología tiene que ser accesible en el idioma local".
Inicio del proyecto
De ello se dio cuenta nada más llegar a Camboya, cuando fue a parar al centro Arrupe creado por el perfecto apostólico de Battambang, Kike Figaredo. "Intenté enseñar informática a los niños del centro pero era muy difícil por culpa del idioma y entonces empecé a mirar qué se podía hacer", recordó Solá.El proyecto despegó definitivamente en 2006 cuando se involucró el Ministerio de Educación y la Agencia Española para la Cooperación y el Desarrollo (AECID) ofreció apoyo económico.
A parte de equipar los colegios, Solá se ha encargado de formar 270 profesores de informática y de editar de un libro de texto, del que se han impreso 16.000 ejemplares.
Camboya es uno de los primeros países en hacer esta apuesta a escala nacional, una iniciativa que siguieron los gobiernos de Vietnam y Malasia y que este año decidieron introducir en sus escuelas.
"Hay todo un movimiento entre los países en desarrollo que está empezando a tomar forma en el Sureste Asiático", destacó Solá.
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