- CoPeerGuardian explica como satura las redes de intercambio, lanza advertencias a sus usuarios y publica archivos señuelo.
- Dice que en seis meses una película se intenta descargar en unos cinco millones de ocasiones, pero sólo un millón de intentos tiene éxito.
No son pocos los que intentan obtener las obras por esta vía. Una película puede registrar un millón de descargas en redes de intercambio durante los seis meses que siguen a su estreno, según esta compañía. Pero en total, para ese periodo de tiempo, la obra se intenta descargar en unos cinco millones de ocasiones.
La directora de CoPeerRight Agency en España, Romira González, ha señalado que las cifras se corresponden solamente con los registros de obras que la empresa francesa somete a seguimiento por contrato con sus realizadores o productores. La experta asegura que el fracaso de los millones de usuarios que intentaron la descarga ilegal se deriva de las intervenciones informáticas de su agencia, creada en el 2003 en Francia y que desde el 2004 ha abierto sucursales en Canadá, España, Italia y México.
"Una obra (musical o cinematográfica) llega a la red y en los segundos siguientes ya hay 10.000 personas tratando de descargarla ilegalmente", advirtió González, quien observó que es en ese momento en el que CoPeerRight Agency inicia su trabajo. González explica que esas 10.000 personas reciben de inmediato mensajes en los que se les acusa de realizar una acción ilegal y que, por tanto, deben abstenerse de continuar con la descarga.
"Saturación de las líneas en espera"
Antes de eso, CoPeerRight realiza una búsqueda de las películas que debe proteger. Una vez encuentran ficheros que llevan el mismo nombre deben verificar que el fichero es auténtico y localizar "al primer difusor, es decir, a la primera persona que ha puesto la obra en la red".
Otra de los medios que esta empresa utiliza para obstaculizar la descarga de contenidos por P2P es la "saturación de las líneas de espera", con el envío por la agencia de miles de búsquedas que tienen como efecto retrasar la descarga, lo mismo que de "partes corruptas", que "no coinciden con el fichero que se está pirateando, pero el software piensa que si y lo trata de unir a la película o a la música y, como no puede, también retrasa la descarga y obliga a buscar una nueva en otra parte", continuó González.
La responsable española de la agencia dijo que su intervención incluye además una vigilancia de las páginas que cuelgan los enlaces para las descargas y, también, de sitios que permiten ver cine de manera directa, sin necesidad de bajar un programa informático, para efectos de bloqueo por las "webmaster" que los alojan.
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