El fabricante chino Lenovo ha manifestado que depende de IBM resolver una huelga salvaje en una fábrica de China tras el anuncio de su compra del negocio de servidores x86 del Gigante Azul y que aún no se ha finalizado.
Más de 1.000 trabajadores se declararon en huelga la semana pasada para protestar por las condiciones de su posible transferencia a Lenovo.
“La compañía sigue fanfarroneando sobre si violamos las normas de la empresa, pero el paro no atenta contra la ley china”, ha declarado uno de los manifestantes.
Por su parte, Lenovo ha afirmado que la huelga es un asunto interno de IBM, que se ha comprometido a mantener los salarios y los beneficios de todos los trabajadores que optaron por permanecer en la empresa tras alcanzar este acuerdo, como destaca Reuters.
“IBM y Lenovo son dos empresas independientes. Cualquier integración entre Lenovo y el departamento de servidores x86 de IBM no se realizará hasta que el acuerdo esté cerrado“, ha expuesto la compañía en un comunicado.
Se espera que unos 7.500 empleados de IBM en más de 60 países pasen a fomar parte de Lenovo una vez que la operación concluya. “La mano de obra era un gran activo y parte de la razón de nuestra adquisición”, se ha declarado desde Lenovo, que con esta compra ha vuelto a dar un golpe de efecto en el mercado mundial.
“A nadie le importamos en este momento, todavía somos empleados de IBM y necesitamos por su parte un plan de compensación claro”, ha añadido un trabajador.
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