Durante 2013 el precio del acceso a internet en España tuvo unos costes mínimos de 40 euros y máximos de 90 euros para una conexión estándar de entre 12 y 30 Mbps.
Esa cifra le ubica como el segundo país de la Unión Europea donde es mayor el precio mínimo que deben abonar los consumidores por internet, solo por detrás de Chipre, que llegó hasta los 46 euros de mínimo y los 90 euros de máximo.
Por otra parte, los mejores datos en el precio de las conexiones a internet fueron para Lituania y Rumanía, que se quedaron en apenas 10 y 11 euros de coste mínimo, respectivamente, una cantidad que es 3 veces inferior a la pagada en España.
Asimismo, las mayores diferencias detectadas entre el precio más económico y el más caro en un mismo país son para Polonia, que marcó entre 20 y 140 euros, y Croacia, donde se quedó entre 30 y 121 euros.
Al valorar los resultados del informe, Neelie Kroes, vicepresidenta de la Comisión Europea y encargada de la Agenda Digital, ha lamentado que en la Unión Europea no exista un mercado único de internet y ha señalado que eso debe cambiar, ya que “nada justifica que una persona tenga que pagar más de cuatro veces lo que paga otra por la misma banda ancha”.
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