Una coalición liderada por Rusia retiró este lunes una propuesta para dar nuevos poderes a los Gobiernos a través de internet, un plan de control que tiene como oponentes a la mayoría de los países occidentales, en las conversaciones sobre un nuevo tratado mundial de las telecomunicaciones. Las negociaciones sobre el tratado marcan el esfuerzo más sostenido hasta ahora por los Gobiernos de todo el mundo para ponerse de acuerdo sobre cómo -o si- se podría regular el ciberespacio.
Estados Unidos, Europa, Canadá y otros países son defensores de la no intervención en la regulación de internet y desean limitar el alcance del nuevo tratado a las empresas de telecomunicaciones. Sin embargo, Rusia, China y muchos países árabes son partidarios de obtener un mayor control gubernamental. Ellos quieren ampliar el tratado más allá de los límites a los operadores tradicionales de telecomunicaciones.
Los representantes de unos 150 países - miembros de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) - han estado negociando durante los últimos ocho días en Dubai en el nuevo tratado, que fue revisado por última vez en 1988, antes de la llegada de la World Wide Web. La propuesta liderada por Rusia podría haber permitido a los países que bloqueen algunos sitios de Internet y tomen el control de la asignación de direcciones de Internet actualmente supervisado por la ICANN, una organización autónoma bajo contrato con el Departamento de Comercio de Estados Unidos.
Un portavoz de la UIT dijo que este plan ya se había desechado. «Parece que los rusos y los chinos han exagerado su mano», aseguró el experto en seguridad cibernética americano Jim Lewis, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. El embajador de EE.UU. Terry Kramer dio la bienvenida a la decisión de retirar el plan de Rusia. Pero también dijo: «Estos temas seguirán estando en la mesa de discusión en otras formas durante el resto de la conferencia». China, Arabia Saudita, Argelia, Sudán y los Emiratos Árabes Unidos habían firmado conjuntamente la propuesta abortada. Los Emiratos Árabes Unidos insistieron en que el documento no había sido retirado.
«Puede llegar en el último momento», dijo un delegado occidental bajo condición de anonimato. «Hay un montón de propuestas (similares), por lo que no creo que esto represente una conclusión sustancial y podría ser solo una maniobra», añadió. La UIT por lo general toma las decisiones por consenso, pero la intransigencia de ambas partes significa que se podría llegar a una votación en la que los Estados Unidos y sus aliados podrían estar en la minoría.
La posición de Estados Unidos es que el internet ha florecido con una interferencia mínima del Estado. Se quiere que esto continúe, con el argumento de que muchos de los cambios en los tratados propuestos podrían permitir a los Gobiernos reprimir la libertad de expresión, reducir el anonimato en línea y censurar los contenidos de internet. Rusia y sus aliados han insistido en que necesitan nuevos poderes para luchar contra la delincuencia cibernética y para proteger las redes. Los países pueden optar por las partes del tratado revisado cuando se haya finalizado o incluso se niegan a firmar. Las conversaciones se terminarán el próximo viernes.
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