Estamos acostumbrados a que la IFA sea más un
escaparate comercial de los gigantes TIC que un certamen de proyectos de
ciencias, pero en ocasiones algunos visitantes poco habituales se dejan
caer por la feria de tecnología berlinesa. Ha sido el caso del Gobierno
ruso, que ha aprovechado las jornadas para mostrar su propio sistema
operativo, basado en Android.
El SO se destinará principalmente a usos militates y gubernamentales. Aunque se venderá en el mercado un tablet dotado con el software que costará alrededor de los 400 euros.
“La versión militar será a prueba de golpes y resistente al agua. La
plataforma tiene todas las capacidades funcionales de un sistema
operativo Android, pero ninguna de las características ocultas que
envían datos privados de los usuarios a la sede de Google”, explica el
investigador Andrei Starikowsky, responsable de la unidad de producción
del gobierno ruso.
El desarrollo del sistema operativo ha costado nada menos que cinco años de trabajo.
Los responsables justifican el largo intervalo por la falta de
confianza en la seguridad de Google y los intentos por diseñar un
software hermético que no contenga fugas de información. A los rusos no
les hacía demasiada gracia que la administración de EE.UU pueda acceder a
sus bases de datos y a algunas de sus comunicaciones más secretas y
delicadas.
Rusia asegura que es a “prueba de hackers” y que “no hay nada como esto en el mercado”, según informa AFP.
Pese a que el éxito de la vertiente comercial del SO se ha puesto en
duda el director del proyecto, Dmitry Mikhailov, afirma que ya han
recibido un buen número de pre-pedidos del tablet y que la plataforma
podría extenderse también a los smartphones.
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