Un grito millonario: el precio del arte en tiempos de recesión

La obra maestra del pintor expresionista noruego Edvard Munch, "El grito", fue subastada por casi US$120 millones, superando en un tercio el valor esperado.

"El grito", rematado este miércoles en la casa de subastas Sotheby's en Nueva York, se convierte así en una de las obras de arte más valiosas de la historia.

Pero no es la más cara: ese honor se lo lleva "Los jugadores de cartas", de Paul Cézanne: US$250 millones.
Precisamente, una acuarela de un estudio preparatorio de esa pintura se subastó este martes en otra casa de subastas neoyorquina, Christie's, por US$19 millones, al igual que el bodegón de Henri Matisse "Las peonías".
En su mayoría, los autores de estas obras maestras murieron en la más absoluta miseria, sin disfrutar jamás de la fama ni el éxito económico por las joyas plásticas que crearon.
En el caso de Munch, no fue tanto la pobreza, sino la enfermedad y la soledad, además de haberle tocado sufrir la invasión nazi a Noruega, que significó el retiro de sus obras de las galerías de arte.
Por lo general, los artistas clásicos no se volvieron millonarios con la venta de sus cuadros.

Mercado para obras maestras

Las pujas por la versión de "El grito", pintada en pastel en 1895, comenzaron en US$50 millones, y a los 15 minutos ya todo había terminado.

Era la única versión de una serie de cuatro de esta inquietante imagen de una persona llevándose las manos a la cabeza y gritando, que antes del remate estaba en manos privadas, pues las otras tres pertenecen a colecciones de museos en Noruega.
El dinero se destinará a un nuevo museo, hotel y centro de arte en el país natal de Munch.
Se informó que siete postores compitieron por el cuadro, vendido finalmente a un comprador anónimo por teléfono.
Pero ¿cómo se explica que en estos tiempos de crisis económica se puedan pagar millones de dólares por una obra de arte?
El marchante Jonathan Daunt dijo a la BBC que en este momento, el mercado para obras maestras está aislado del resto de las obras de arte, aunque representa un gran potencial para inversiones, al menos de aquí a diez años.
Además, esta es la única versión de "El grito" en su marco original y además incluye un poema de Munch en el mismo, que habla de la inspiración para esta serie, dándole un valor agregado.

"Estaba caminando por un sendero con dos amigos -se estaba poniendo el sol- cuando el cielo se puso repentinamente -hice una pausa, me sentía exhausto, y me apoyé en la cerca- había sangre y lenguas de fuego sobre el fiordo azul y negro y la ciudad".
"Mis amigos siguieron caminando, y me quedé parado allí, temblando de ansiedad; y sentí un grito infinito pasando a través de la naturaleza".
Daunt, quien también es un amante del buen arte, dijo que "El grito" es una reacción al grito de la misma naturaleza y que además es la primera obra basada en el psicoanálisis.
¿Cómo llegó "El grito" a Sotheby's? La vendió el empresario Petter Olsen, cuyo padre era amigo de Munch.
"Había vivido con esta obra toda mi vida, y su poder y energía no han hecho sino crecer con el tiempo. Pero ahora siento que es el momento de ofrecer al resto del mundo una oportunidad de apreciar esta notable obra", dijo Olsen.