Las noticias sobre el devenir de Facebook se han adueñado de
la prensa y del parqué estadounidense. La OPV con mayor negociación de
la historia era esperada por el mercado con los brazos abiertos. Sin
embargo, el resultado cosechado no ha sido el deseado y, en tan solo
siete días de negociación, la compañía de Mark Zuckerberg se ha desplomado un 16%. Con esta caída el precio de la acción pasa de los 38 a los 31,91 dólares.
Los rumores sobre las razones de este descalabro son numerosos, desde la retirada antes de tiempo de los colocadores, entre los que figura Morgan Stanley, hasta la existencia de informes secretos elaborados por la propia entidad en donde rebaja las expectativas de ingresos. Sea lo que fuere no impide que el miedo a una nueva burbuja de las puntocom sobrevuele el ambiente.
Como suele ocurrir en estos casos, los que están pagando las consecuencias de este batacazo son los pequeños inversores. En el momento en que se empezó a fraguar la salida a Bolsa de la red social, los colocadores vendieron a un reducido número de inversores parte de las acciones. Conforme se acercaba el momento de su debut, el precio de los títulos aumentaba, de forma que estos primeros inversores eran testigos de la fuerte revalorización. Son ellos, y no los pequeños accionistas, que han acudido ahora al mercado, los favorecidos por el escenario de los últimos días. Ante el espectacular incremento del precio de la acción, los inversores iniciales han apostado por las ventas mientras que los que acudieron a la compra en el último momento ven cómo las pérdidas ganan terreno.
Pero antes de Facebook ya hubo otras empresas del sector tecnológico que decidieron probar suerte en el parqué neoyorquino y 2011 fue el año elegido. LinkedIn, Groupon y Zynga prepararon para entonces su puesta de largo.
LinkedIn, una pequeña excepción
La red social dedicada a poner en contacto a las personas, tomando como base los perfiles profesionales, eligió el 18 de mayo para su estreno en Wall Street. El precio fijado para su OPV fue de 45 dólares por acción y en tan solo unas horas estas se dispararon un 109% hasta los 94 dólares. En el momento de la operación su PER también era elevado y rondaba las 578 veces. A día de hoy la estimación del número de veces que el beneficio está incluido en el precio, según Bloomberg, sube a las 145 veces y su beneficio por acción pasa de los 0,12 dólares a los 0,67 previstos para 2012.
La compañía cuenta con una capitalización bursátil de 10.500 millones de dólares (8.300 millones de euros), es decir, ha aumentado cerca de un 18% en un año y dispone de 62,34 millones de acciones en circulación justo en un momento en que sus títulos alcanzan los 101 dólares frente a su máximo de 117,3 registrado en mayo de 2012.
Aunque la empresa parece tener un buen comportamiento en su primer año de vida en Bolsa, durante estos 12 meses ha tenido que hacer frente a la convulsa situación que atraviesa la renta variable y el resto de la economía. No obstante, ha sacado fuerzas de flaqueza para poder resistir los envites. Una prueba de ello se encuentra en el precio mínimo registrado por sus títulos que son los 45 dólares fijados en su OPV.
Groupon cumplió en su salida a Bolsa
El portal de compras colectivas fue el siguiente en saltar al parqué. Después de fijar el precio de su salida a Bolsa en los 20 dólares por acción, el primer día de negociación sus títulos se revalorizaron un 30% y alcanzaron los 26 dólares. En aquel entonces la capitalización de la compañía era de 16.8 00millones de dólares, es decir, 13.300 millones de euros lo que representa una caída del 54% desde su salida a Bolsa.
Sin embargo, Groupon, a diferencia de LinkedIn, creó mucha expectación con unas previsiones que se encontraban por encima del resultado finalmente alcanzado. Aunque su estreno cumplió con creces, días después la compañía empezó a desplomarse hasta que, en menos de seis meses, sus títulos han llegado a caer a los 11,95 dólares con un valor en Bolsa de 6.100 millones de euros.
No obstante y a pesar de estos decepcionantes datos Bloomberg prevé una mejora de su beneficio por acción que pasa de unas pérdidas -0,68 dólares en 2011 a un beneficio de 0,18 de cara a los resultados de 2012. Asimismo su PER estimado es de 66.39 veces para este ejercicio, frente a las 31.67 del año anterior.
Zynga, día a día profundiza en sus mínimos
La última compañía en formar parte del Nasdaq fue Zynga, la creadora de los juegos Framville y CityVille, disponibles en Facebook. Su recorrido se convirtió en el reflejo de lo que más tarde podría acarbar realizando la compañía de Mark Zuckerberg.
La empresa de videojuegos fijó su precio de salida en los 10 dólares, pero tras unos instantes de pequeños repuntes los inversores decidieron apostar por las ventas y ya en su primer día se anotó un recorte del 5%. Desde entonces y salvos subidas excepcionales, Zynga no ha parado de caer y en los últimos días ha vuelto a ahondar en sus mínimos al situar el precio de sus títulos en los 7 dólares. Las sucesivas caídas han llevado a la capitalización a pasar de los 13.500 millones de dólares iniciales (10.700 millones de euros) a los 5.000 millones (4.000 millones de euros), es decir, la compañía se deja ya más de un 60%.
En la actualidad Bloomberg sitúa su beneficio por acción en los 0,26 dólares frente a las pérdidas de 1,36 dólares por acción registrada en 2011. Asimismo, el PER fijado para este año alcanza las 25,28 veces.
Google, un éxito difícil de repetir
Con el precedente de estas compañías parece que el futuro de Facebook se presenta un poco negro aunque muchos no dudan en compararlo con Google. La salida a Bolsa del buscadores se caracterizó por un precio y un PER elevado y pese a ello la compañía tecnológica logró cumplir las expectativas marcadas.
La gran diferencia entre el triunfo de uno y el posible fracaso de la red social se halla en el momento económico de su debut. Tal y como señala Bankinter en su informe, cuando Google salió al parqué la situación de la economía era bien distinta. En 2004 la bonanza era la norma imperante mientras que a día de hoy la recesión acosa a las grandes economías. A ello hay que sumarle la gran diferencia que existe entre el modelo de negocio de una compañía y el de otra en donde el creciente auge del uso del móvil ha provocado que las fuentes de ingresos de Facebook comiencen a tambalearse. Esto les está obligando a buscar nuevas vías o a incrementar su número de usuarios teniendo en cuenta las barreras de entrada que existen en algunos países como por ejemplo en China.
La escasa acogida de Facebook, los problemas que han rodeado su salida y las caídas de los último días podrían poner en jaque nuevos estrenos. El más cercano, el de Twitter donde los colocadores ya han comenzado a vender paquetes de acciones a algunos inversores cuidadosamente seleccionados.
Los rumores sobre las razones de este descalabro son numerosos, desde la retirada antes de tiempo de los colocadores, entre los que figura Morgan Stanley, hasta la existencia de informes secretos elaborados por la propia entidad en donde rebaja las expectativas de ingresos. Sea lo que fuere no impide que el miedo a una nueva burbuja de las puntocom sobrevuele el ambiente.
Como suele ocurrir en estos casos, los que están pagando las consecuencias de este batacazo son los pequeños inversores. En el momento en que se empezó a fraguar la salida a Bolsa de la red social, los colocadores vendieron a un reducido número de inversores parte de las acciones. Conforme se acercaba el momento de su debut, el precio de los títulos aumentaba, de forma que estos primeros inversores eran testigos de la fuerte revalorización. Son ellos, y no los pequeños accionistas, que han acudido ahora al mercado, los favorecidos por el escenario de los últimos días. Ante el espectacular incremento del precio de la acción, los inversores iniciales han apostado por las ventas mientras que los que acudieron a la compra en el último momento ven cómo las pérdidas ganan terreno.
Pero antes de Facebook ya hubo otras empresas del sector tecnológico que decidieron probar suerte en el parqué neoyorquino y 2011 fue el año elegido. LinkedIn, Groupon y Zynga prepararon para entonces su puesta de largo.
LinkedIn, una pequeña excepción
La red social dedicada a poner en contacto a las personas, tomando como base los perfiles profesionales, eligió el 18 de mayo para su estreno en Wall Street. El precio fijado para su OPV fue de 45 dólares por acción y en tan solo unas horas estas se dispararon un 109% hasta los 94 dólares. En el momento de la operación su PER también era elevado y rondaba las 578 veces. A día de hoy la estimación del número de veces que el beneficio está incluido en el precio, según Bloomberg, sube a las 145 veces y su beneficio por acción pasa de los 0,12 dólares a los 0,67 previstos para 2012.
La compañía cuenta con una capitalización bursátil de 10.500 millones de dólares (8.300 millones de euros), es decir, ha aumentado cerca de un 18% en un año y dispone de 62,34 millones de acciones en circulación justo en un momento en que sus títulos alcanzan los 101 dólares frente a su máximo de 117,3 registrado en mayo de 2012.
Aunque la empresa parece tener un buen comportamiento en su primer año de vida en Bolsa, durante estos 12 meses ha tenido que hacer frente a la convulsa situación que atraviesa la renta variable y el resto de la economía. No obstante, ha sacado fuerzas de flaqueza para poder resistir los envites. Una prueba de ello se encuentra en el precio mínimo registrado por sus títulos que son los 45 dólares fijados en su OPV.
Groupon cumplió en su salida a Bolsa
El portal de compras colectivas fue el siguiente en saltar al parqué. Después de fijar el precio de su salida a Bolsa en los 20 dólares por acción, el primer día de negociación sus títulos se revalorizaron un 30% y alcanzaron los 26 dólares. En aquel entonces la capitalización de la compañía era de 16.8 00millones de dólares, es decir, 13.300 millones de euros lo que representa una caída del 54% desde su salida a Bolsa.
Sin embargo, Groupon, a diferencia de LinkedIn, creó mucha expectación con unas previsiones que se encontraban por encima del resultado finalmente alcanzado. Aunque su estreno cumplió con creces, días después la compañía empezó a desplomarse hasta que, en menos de seis meses, sus títulos han llegado a caer a los 11,95 dólares con un valor en Bolsa de 6.100 millones de euros.
No obstante y a pesar de estos decepcionantes datos Bloomberg prevé una mejora de su beneficio por acción que pasa de unas pérdidas -0,68 dólares en 2011 a un beneficio de 0,18 de cara a los resultados de 2012. Asimismo su PER estimado es de 66.39 veces para este ejercicio, frente a las 31.67 del año anterior.
Zynga, día a día profundiza en sus mínimos
La última compañía en formar parte del Nasdaq fue Zynga, la creadora de los juegos Framville y CityVille, disponibles en Facebook. Su recorrido se convirtió en el reflejo de lo que más tarde podría acarbar realizando la compañía de Mark Zuckerberg.
La empresa de videojuegos fijó su precio de salida en los 10 dólares, pero tras unos instantes de pequeños repuntes los inversores decidieron apostar por las ventas y ya en su primer día se anotó un recorte del 5%. Desde entonces y salvos subidas excepcionales, Zynga no ha parado de caer y en los últimos días ha vuelto a ahondar en sus mínimos al situar el precio de sus títulos en los 7 dólares. Las sucesivas caídas han llevado a la capitalización a pasar de los 13.500 millones de dólares iniciales (10.700 millones de euros) a los 5.000 millones (4.000 millones de euros), es decir, la compañía se deja ya más de un 60%.
En la actualidad Bloomberg sitúa su beneficio por acción en los 0,26 dólares frente a las pérdidas de 1,36 dólares por acción registrada en 2011. Asimismo, el PER fijado para este año alcanza las 25,28 veces.
Google, un éxito difícil de repetir
Con el precedente de estas compañías parece que el futuro de Facebook se presenta un poco negro aunque muchos no dudan en compararlo con Google. La salida a Bolsa del buscadores se caracterizó por un precio y un PER elevado y pese a ello la compañía tecnológica logró cumplir las expectativas marcadas.
La gran diferencia entre el triunfo de uno y el posible fracaso de la red social se halla en el momento económico de su debut. Tal y como señala Bankinter en su informe, cuando Google salió al parqué la situación de la economía era bien distinta. En 2004 la bonanza era la norma imperante mientras que a día de hoy la recesión acosa a las grandes economías. A ello hay que sumarle la gran diferencia que existe entre el modelo de negocio de una compañía y el de otra en donde el creciente auge del uso del móvil ha provocado que las fuentes de ingresos de Facebook comiencen a tambalearse. Esto les está obligando a buscar nuevas vías o a incrementar su número de usuarios teniendo en cuenta las barreras de entrada que existen en algunos países como por ejemplo en China.
La escasa acogida de Facebook, los problemas que han rodeado su salida y las caídas de los último días podrían poner en jaque nuevos estrenos. El más cercano, el de Twitter donde los colocadores ya han comenzado a vender paquetes de acciones a algunos inversores cuidadosamente seleccionados.
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