Ha sido algo latente durante el ya finiquitado Mobile World Congress de este año. Los 'stands' de ZTE y Huawei eran de los más grandes, en plena rivalidad con las marcas coreanas y contra quienes el dragón tiene sus miras puestas. Aunque su máximo rival será siempre la imagen negativa de ser teléfonos puramente chinos.
La cara más visible es la de ZTE, al menos en números. A mediados del pasado año se coló en el 'top 5' de ventas, tal y como había vaticinado años atrás cuando nadie hizo caso de ello. Y desde entonces ha ido moviéndose entre el cuarto y el quinto lugar en número de teléfonos vendidos. Y su objetivo es pasar a LG y a Apple este mismo año. Así lo augura su presidente, Shi Lirong. Y ahora la competencia ya empieza a creérselo.
Por otro lado, Huawei apuesta todo con su 'cenicienta' particular, el Ascend D Quad. Calificado como el teléfono más poderoso presentado en el congreso de Barcelona, junto al estandarte de LG.
El Ascend tiene una importancia especial para el que es el mayor fabricante de telecomunicaciones chino -su imperio es el segundo mayor vendedor del sector en general detrás de Ericsson-, ya que ha de relanzar la marca como objeto de deseo. Tras colarse en el sector de la telefonía móvil y aprender fabricando terminales económicos, ahora el paso es ser una marca de calidad.
Además de un diseño excelente y de unos muy cuidados materiales, el Ascend D Quad tiene mejores características que el iPhone 4S, rival a batir. Su pantalla de 4.5 pulgadas llega a los 330 píxeles.
"Es mucho más de lo que el ojo humano puede procesar", dijo orgulloso en el congreso el presidente de la división móvil de la marca, Richard Yu. Además, aseguró que con sus cuatro núcleos es "un 49% más rápido que el mejor 'smartphone' del mercado". Para ello, lo exponía con una pantalla gigante en Barcelona en la que se visualizaba un videojuego que bien habría podido ser el de cualquier ordenador.
La irrupción de Meizu
Meizu es menos conocida en nuestro país, pero en China ya era la referencia en reproductores MP3 cuando Apple aún no pensaba en crear teléfonos. Y nunca quiso competir con productos de baja calidad. Ahora entra en occidente con el MX, un teléfono que rivaliza con el iPhone 4S en todo. Incluso en colas.La imagen ocurrió en Hong Kong, uno de los distritos financieros más importantes del mundo. Allí se produjo este año la típica estampa de miles de personas esperando una noche entera a que fuese lanzado oficialmente el Meizu MX. Y hubo más gente esperando que cuando Apple lanzó el iPhone 4S poco tiempo atrás.
Si en Asia el sello de la manzana pesa mucho, una marca puramente china logró arrancarle el podio en semejante ciudad mayor. Y atención al nombre de Xiaomi, desconocida en este lado del mundo por no haber salido jamás de su territorio, pero que ha lanzado un teléfono que compite con el MX a casi la mitad de precio.
Más de mil millones de posibles compradores
Sin duda, el precio ha sido un factor definitivo para que irrumpiesen las marcas chinas en el mercado de los 'smartphones'. El Meizu MX es 130 euros más barato que el iPhone 4S en Asia. Lanzar tecnología a precios mucho más bajos es uno de los hechos que ha posicionado al dragón en el mapa. ¿Pero cómo ha sido posible?Las marcas del gigante asiático cuentan con algo que no tienen las demás; un mercado local en el que casi mil millones de personas que tienen una línea de telefonía móvil. China cuenta con el hecho de fabricar prácticamente todos los grandes terminales en sus factorías. Marcas como Huawei o ZTE sólo han tenido que adaptarse a ello, favoreciéndose de los precios más bajos que podían ofrecer sin salir de su país.
Android también ha tenido mucho que ver. Con un sistema operativo tan extendido y de notable éxito, China sólo tuvo que concentrarse en desarrollar el 'hardware' necesario.
En el gigante asiático, el éxito de estas marcas habla por sí solo. ZTE es el líder indiscutible en el país más poblado del mundo y Huawei está incluso por delante de la cotizada Apple con un 11% de cuota de mercado, mientras que la manzana se queda en un 10,4%.
Más espinoso es que a las marcas chinas siempre se miran con lupa en occidente, ya que sus cifras están cerradas y nunca se hacen públicos sus balances. Además, siempre se las enlaza con el Gobierno chino e incluso Huawei siempre ha tenido que defenderse de acusaciones que la relacionaban con el ejército chino.
Una historia turbia
No en vano, su fundador Ren Zhengfei fue un destacado oficial del Ejército de Liberación Popular dedicado a proyectos de ingeniería, cargo que abandonó en 1982, cinco años antes de fundar la empresa. Y nunca se hizo público cómo con unos pocos millares de dólares rápidamente logró estar en lo más alto de las telecomunicaciones.No obstante, ahora a dichas marcas le toca el reto de limpiar la mala imagen del 'made in China'. Sobre todo por su estampa creada a base de imitaciones muy descaradas -como la abominable Blockberry, con Obama y todo- y calidad a veces cuestionable. Factores que, no obstante, no existen en lo que hoy en día sale de las factorías del dragón.
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