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2011/12/26

Peter Higgs: el hombre detrás del nombre de la "partícula de dios"

Hace tres años, cuando el Gran Colisionador de Hadrones se puso en marcha en el Consejo Europeo para la Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en francés), pocas personas fuera de ese campo habían oído hablar de Peter Higgs.
Pero a medida que los expertos creían haber vislumbrado el esquivo Bosón de Higgs, la partícula que lleva su nombre, el profesor se hacía famoso en todo el mundo.

Este científico octogenario ha esperado pacientemente a que el mundo conozca sus ideas.
Su teoría sobre la existencia de la elusiva partícula -o bosón- surgió en 1964, en un momento de inspiración mientras caminaba en los montes Cairngorms, en Escocia, Reino Unido. Sobre el tema escribió dos artículos.
El segundo fue rechazado inicialmente por la revista Physics Letters, lo cual lo molestó.
Más tarde dijo que claramente no lo habían entendido, pero poco después el texto apareció en la Physical Review Letters, otra importante publicación científica.

Sin protagonismo

A principios de 1970 el nombre de Higgs estaba asociado a trabajos académicos y conferencias sobre las teorías que él y equipos de Bélgica y Londres habían estado investigando de manera independiente.
Y la partícula objeto de estudios adquirió el nombre de Higgs.

Un ex colega, Profesor Emérito de la Universidad británica de Oxford, Ken Peach, recuerda que regresaban de una conferencia en la que sus colegas científicos se referían constantemente a Peter Higgs: "Vi a Peter en el salón de café y le dije:" Oye, Peter, eres famoso".
Su reacción fue contenida, con una sonrisa tímida.
"Peter es un hombre sencillo, y creo que por muchos años se sintió un poco avergonzado por la atención que recibía. Creo que con el tiempo se ha ido acostumbrando", añade el profesor Peach.
Sin embargo, no se ha acostumbrado del todo.
El periodista científico Ian Sample, autor de "A la caza de la Partícula de Dios", dice que Higgs rehúye al protagonismo.
"Todavía a veces se retuerce cuando alguien menciona el bosón de Higgs en su presencia", asegura.
"A veces alude a 'la partícula que lleva mi nombre' en tono de disculpas pues su nombre se ha aplicado a algo que es realmente el resultado del trabajo de muchas personas".

Nuevas teorías

Peter Higgs nació en Newcastle, en el norte de Inglaterra, en 1929. Su padre era un ingeniero de sonido de la BBC.
Cuando su familia se mudó a la ciudad de Bristol, él resultó ser un estudiante brillante en la escuela secundaria de Cotham, en la que ganó premios... excepto en la asignatura de Física.
Pero un día, en una reunión aburrida, un nombre famoso en el tablero de honor de exalumnos, le llamó la atención: el del Premio Nobel de física Paul Dirac.

"Peter no se conformaba con ir a clases y aprender lo que los profesores enseñaban", dice Ian Sample.
"Se empezó a interesar en Dirac y en cuáles eran los problemas de la física en ese momento".
Así, Higgs se inclinó por la física e ingresó en el King's College de Londres, donde estudió las nueva opciones teóricas.
Su compañero de estudios Michael Fisher -ahora profesor en la Universidad estadounidense de Maryland- recuerda que Higgs sobresalió en su primer examen sobre estas nuevas opciones.
"Por lo que recuerdo analizó un problema de la mecánica cuántica basado en un artículo que se había publicado recientemente. ... e hizo un mejor trabajo con el problema que se creó para él en el examen de tres horas que el autor del artículo científico original", rememora.
Higgs se graduó con honores en 1950, y solicitó un puesto de profesor en el King's College, pero fue su amigo Michael Fisher, quien consiguió el trabajo, por lo que se dirigió a Escocia.

Solo

"Como investigador de 31 años de edad, en la Universidad de Edimburgo, la gente lo tachaba de chapado a la antigua, ya que estaba trabajando en algo que se veía como fuera de moda", dice Ian Sample.
"Era un tipo de física que la gente consideraba que no iba a ninguna parte, pero él pensaba: 'Ellos no lo entienden como yo, y creo que es algo que vale la pena desarrollar"', añade.
"Él estaba muy solo en esa tarea, y de no haberla desarrollado no habría ocurrido lo que ocurrió y nunca hubiéramos oído hablar de él".

Fuera de los círculos académicos, sin embargo, Higgs no era muy conocido.
Durante los siguientes 20 años, el científico continuó escribiendo y enseñando, pero experimentó dificultades tanto en su vida profesional como personal. Se casó, pero se separó de su esposa unos años después del nacimiento de sus dos hijos.
Y algunos amigos sentían que Peter Higgs no lograba el tipo de impacto que se podría esperar de un científico de su calibre.
"Yo no diría que era tímido, sino que se retraía por el bien de su propia carrera", dice el profesor Michael Fisher.
"Podría decir que, de haberse expuesto más, habría sido más conocido mucho antes".
Peter Higgs se retiró de la Universidad de Edimburgo en 2006, y observó la evolución en el CERN desde la distancia, sin un televisor o una computadora. Rara vez contestó el teléfono, a pesar de mantenerse al día a través de las revistas especializadas.
Higgs inspira a una nueva generación de físicos como Victoria Martin, quien fue su alumna en Edimburgo, y quien estaba con él cuando el personal de la universidad de esa ciudad se reunió para ver el anuncio en el CERN sobre la posible identificación de la partícula de Higgs.
"Yo estaba sentada frente a él, y parecía muy satisfecho con la noticia. Probablemente yo estaba más emocionada, pero él era discretamente feliz", expresa.
Y casi 50 años después de que se rechazara la publicación del artículo sobre lo que sería conocido como el Bosón de Higgs, el profesor Ken Peach observa una grata coherencia en el hecho de que el laboratorio más grande del mundo trate de demostrar lo que Peter Higgs sabía que era correcto desde el principio.
"Algo que yo señalaría sobre Peter es su total coherencia", explica.
"Su necesidad de entender cómo funciona el universo es consistente con el deseo de asegurarse de que el universo sea un lugar apto y digno para vivir", concluye.

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