Microsoft y el Centro de Supercomputación de Barcelona investigan las memorias paralelas desde hace cinco años. El objetivo, resolver un problema tecnológico que trae de cabeza a la industria. Para conseguir que los chips vayan más rápido, programan "en paralelo para que trabajen a la vez en un mismo proceso", explica Tony Hey, vicepresidente de Microsoft Research Connections. Sin embargo, prosigue Hey, "es complejo. Imagina que muchos pollos empujan un camión. Cuesta conseguir que todos lo hagan a la vez, lo que supone trabajar en paralelo. Aún así creo que en dos o tres años veremos aparecer estas memorias en determinadas aplicaciones, algunas podrían hasta transferirse al sistema sin mandos Kinect".
Solo alguien que proviene del mundo académico es capaz de contar de forma didáctica algo tan complejo. Hey fue decano de la Universidad de Southampton y gestionó la iniciativa británica e-Ciencia antes de dirigir esta red de laboratorios de investigación básica de Microsoft, que financia más de un centenar de "las mejores" instituciones y universidades del mundo. Su presupuesto, mil millones de euros, representa "el 1% del total que destina la compañía a I+D+i". Puede parecer un porcentaje pequeño, pero Hey asegura que su división trabaja para que "Microsoft tenga futuro y siga dando respuesta a retos".También en iniciativas que tratan de conseguir que sus "tecnologías resuelvan problemas, sea por efecto del cambio climático o provocados por enfermedades como el sida, la diabetes y el asma". En Brasil, por ejemplo, investigan la genética de la caña de azucar "para producir etanol de forma más eficiente y en diferentes climas". Otros de sus proyectos, World Wide Telescope, una herramienta gratuita para el estudio de la astronomía, fue considerado por la revista Time como una de las mejores iniciativas de 2009. Antes, participaron en Weather at Home, experimento de predicción climática en el que podían participar los internautas.
¿Cómo elige los proyectos que financia? "Es un poco como la magia negra, porque no se puede predecir qué funcionará ni puedes obligar a dos investigadores a que trabajen juntos", ironiza. Hey tiene a su cargo a 800 científicos "responsables de muchas patentes", que después se transfieren a las divisiones de desarrollo de la compañía. "Microsoft es como una lupa que lo magnifica todo", asegura Hey. "La universidad investiga y transfiere tecnología, incluso crea empresas, pero no tiene tanto impacto social". Un ejemplo: "Trabajamos en aprendizaje y visión computacional y procesamiento del sonido durante 10 largos años. Luego ellos [la división de juegos de Microsoft] lo desarrollaron en dos años más y el resultado es Kinect", el sistema que permite controlar la consola Xbox con el movimiento del cuerpo; tecnología que vaticina terminará integrada "en todo tipo de objetos y hasta en el hogar".
Hey, en cualquier caso, disfruta cuando la tecnología computacional "hace avanzar la ciencia". Es un hombre convencido de que "la unión de ambas ayudará a resolver los problemas del mundo". ¿Cómo? "Los científicos generan muchos datos genéticos y, usando nuestra tecnología de aprendizaje, descubren nuevas vías de aproximación. En Harvard trabajamos para desarrollar una vacuna contra el sida más efectiva. Ojalá algún día sea una realidad, lo que sería una gran cosa, y la podamos probar en África".
No hay comentarios:
Publicar un comentario