EEUU ha perdido más de medio millar de rocas y polvo extraterrestre recogidos a lo largo de décadas de exploración espacial, según un informe interno de la NASA publicado el jueves. El trabajo alerta de que el país está fallando en la tarea de controlar los préstamos y devoluciones de rocas lunares y meteoritos a investigadores o museos y que, en ocasiones, acaban siendo robadas o terminan en paradero desconocido.
El trabajo, firmado por Paul Martin, inspector general de la agencia espacial estadounidense, es el segundo bofetón que la NASA se lleva desde dentro en menos de un año debido a sus relajados estándares de seguridad.
En diciembre de 2010, otro trabajo del inspector general denunció que la agencia se deshizo de ordenadores sin borrar los datos que contenían, tiró discos duros con información "delicada" y pensaba vender PC que habrían permitido el acceso a la red interna de la NASA.
El nuevo informe asegura que, entre 1970 y 2010, la NASA perdió 517 muestras de rocas lunares y otros materiales llegados del espacio. Algunas fueron robadas, como 218 piezas lunares del Centro Espacial Johnson (después recuperadas) y otras se perdieron sin más, como es el caso de 18 fragmentos de rocas lunares cedidas a un investigador que reconoció su desaparición el año pasado.
"La NASA carece de suficiente control sobre los préstamos de rocas lunares y otros materiales espaciales, lo que aumenta el riesgo de que se pierdan estos materiales únicos", espeta el trabajo.
El material había sido prestado al Observatorio Astronómico Mount Cuba, en el estado de Delaware, allá por 1978. El préstamo expiraba en 2008 pero la NASA no se interesó por la devolución hasta el año pasado, cuando responsables del observatorio le contestaron que el administrador había muerto y que en sus archivos constaba que las piedras habían sido devueltas en la década de los noventa.
La pérdida motivó a la oficina del inspector general a realizar un estudio sobre el material cedido por la NASA a investigadores. El informe se centró sólo en parte de los préstamos realizados en EEUU. El análisis comprendía el 23% de las 26.000 muestras que, en la actualidad, la NASA tiene cedidas a investigadores de todo el mundo.
Los resultados destapan errores graves. En el 19% de los casos, el material cedido se había perdido o en los archivos de la NASA constaba como muestras que habían sido destruidas y que, en realidad, estaban aún en poder de investigadores. En 12 casos los científicos que recibieron las muestras habían muerto sin que estas hubieran sido devueltas.
El trabajo concluye con una serie de mejoras necesarias en el sistema de préstamo, incluidas las que se envían a museos.
El trabajo, firmado por Paul Martin, inspector general de la agencia espacial estadounidense, es el segundo bofetón que la NASA se lleva desde dentro en menos de un año debido a sus relajados estándares de seguridad.
En diciembre de 2010, otro trabajo del inspector general denunció que la agencia se deshizo de ordenadores sin borrar los datos que contenían, tiró discos duros con información "delicada" y pensaba vender PC que habrían permitido el acceso a la red interna de la NASA.
El nuevo informe asegura que, entre 1970 y 2010, la NASA perdió 517 muestras de rocas lunares y otros materiales llegados del espacio. Algunas fueron robadas, como 218 piezas lunares del Centro Espacial Johnson (después recuperadas) y otras se perdieron sin más, como es el caso de 18 fragmentos de rocas lunares cedidas a un investigador que reconoció su desaparición el año pasado.
"La NASA carece de suficiente control sobre los préstamos de rocas lunares y otros materiales espaciales, lo que aumenta el riesgo de que se pierdan estos materiales únicos", espeta el trabajo.
Plato traspapelado
En junio de 2010, el responsable de seguir el rastro de las más de 160.000 muestras de la Luna, meteoritos y viento solar que atesora la NASA alertó del extravío de un plato que contenía varias muestras de roca y polvo lunares traídas por los astronautas del programa Apolo.El material había sido prestado al Observatorio Astronómico Mount Cuba, en el estado de Delaware, allá por 1978. El préstamo expiraba en 2008 pero la NASA no se interesó por la devolución hasta el año pasado, cuando responsables del observatorio le contestaron que el administrador había muerto y que en sus archivos constaba que las piedras habían sido devueltas en la década de los noventa.
La pérdida motivó a la oficina del inspector general a realizar un estudio sobre el material cedido por la NASA a investigadores. El informe se centró sólo en parte de los préstamos realizados en EEUU. El análisis comprendía el 23% de las 26.000 muestras que, en la actualidad, la NASA tiene cedidas a investigadores de todo el mundo.
Los resultados destapan errores graves. En el 19% de los casos, el material cedido se había perdido o en los archivos de la NASA constaba como muestras que habían sido destruidas y que, en realidad, estaban aún en poder de investigadores. En 12 casos los científicos que recibieron las muestras habían muerto sin que estas hubieran sido devueltas.
El trabajo concluye con una serie de mejoras necesarias en el sistema de préstamo, incluidas las que se envían a museos.
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