Desde que fue fundada hace más de cien años, la firma Epson ha crecido hasta convertirse en un nombre muy conocido en el mundo de las impresoras.
Originalmente creadora de relojes, la empresa está especializada ahora en productos compactos de alta precisión y bajo consumo energético.Con un total de 78.000 empleados repartidos en 99 compañías, Epson está tratando de adaptarse en un mundo en el que las tecnologías están cambiando rápidamente.
El jefe ejecutivo de Epson, Minori Usui, pocas veces da entrevistas, pero habló con la BBC sobre la dirección en la que estará llevando a la compañía en los próximos años.
En estos momentos, ¿cuál es su mayor problema tecnológico?
Epson tiene un montón de negocios y un montón de tecnologías. No obstante, el problema que hemos tenido en el pasado es concentrarnos en las tecnologías que pueden proporcionar lo mejor para nuestros clientes.
Obviamente tuvimos que poner mucho dinero en investigación y desarrollo. Pero debido a que no pudimos enfocarnos en nuestros puntos fuertes, estaba disperso en muchos negocios y era difícil lograr beneficios.
Así que hicimos un análisis para saber donde residían nuestras fortalezas verdaderas. Llegamos a la conclusión de que contábamos con tecnologías claves en áreas como impresión, proyección y percepción.
En el pasado estábamos sólo enfocados en algunos grupos pequeños de clientes, pero ahora, por concentrarnos en estas tecnologías, hemos sido capaces de extenderlas por otros mercados.
En la actualidad, el mayor reto que enfrentamos es que cada empleado, cada ingeniero, tiene que estar consciente de las mega tendencias existentes, entender qué es lo que la gente quiere en cada mercado, y luego unir eso con las tecnologías que he mencionado antes y desarrollar productos que son valiosos para la gente en esos mercados.
Es fundamental que todos los ingenieros no pierdan de vista a esas metas. Tenemos que crear una estructura para que todo el mundo pueda concentrarse en lo que quieren los clientes. En eso es en lo que estamos trabajando en estos momentos.
En el pasado, Epson dividió sus negocios en dos categorías. Una era la de productos finalizados -por ejemplo impresoras, proyectores- y la otra la de componentes electrónicos como semiconductores.
Teníamos esta división, pero lo que hallamos es que, especialmente en la categoría de componentes, eramos incapaces de mantener nuestro liderazgo técnico. Teníamos que estar por delante del juego todo el tiempo, pero las tendencias cambiaban tan rápido que la tecnología no era capaz de mantenerse a la par.
¿Cuál es el siguiente desafío tecnológico en su industria?
Las tecnologías medioambientales. Todas nuestras tecnologías centrales tienen tres principales atributos: consumen poca energía, son compactas y tienen una alta precisión.
Creemos que nuestras tecnologías están bien equipadas para este crecimiento de la tecnología medioambiental.
La impresión en tres dimensiones es muy posible y en estos momentos estamos desarrollando esta tecnología.
Creemos que en unos años será posible imprimir en demanda en tres dimensiones. También tenemos que analizar el mercado: hasta el momento es un proyecto en desarrollo.
Creemos que un día podrá estar disponible en los hogares, pero el primer paso serán los negocios, o las oficinas o la industria.
Creemos que la impresión con inyección de tinta es el método más simple de impresión: es bueno para el medio ambiente, básicamente disparas la sustancia que quieres y se imprime. Acorta muchos de los procesos intermedios que se encuentran en la impresión industrial.
Creemos que tal y como está avanzando la industria, la impresión con inyección de tinta es adecuada para un número de técnicas que se están utilizando en la industria, como por ejemplo imprimir en telas, en etiquetas e incluso en papel de pared.
En cuanto a la computación en nube, creemos que ofrece excelentes oportunidades. Obviamente va a crecer y crecer. Y no estamos hablando sólo de imprimir en nube. Tenemos experiencia en la creación de relojes. Ahora es posible hacerlo con un tipo de dispositivo de muñeca que analizará la condición del cuerpo y enviará la información a la nube y recibirá comentarios. En octubre lanzamos un producto similar en Japón.
Hace poco anunciamos un mobile viewer que permitirá ver películas y navegar en internet mientras uno se mueve.
Creemos que las nubes ofrecen excelentes oportunidades, que va a haber mucho crecimiento en esa área. Uno va a ser capaz de ver y examinar lo que quiera, cuando quiera, cuando esté en casa o en la oficina. También creemos que nuestras tecnologías principales -las tecnologías compactas, de alta precisión y bajo consumo- nos hacen estar bien equipados para esta tendencia.
Pero ahora, en lo que tenemos que avanzar es en personalizar nuestros productos para los clientes en cada mercado. Es el otro gran desafío.
¿Cuál es el mayor error tecnológico que ha cometido, en el trabajo o en su vida personal?
Trabajé en algo llamado video impresora. Un aparato que utilizaba una cabeza de impresión de tipo térmico. Era una cabeza de impresora única. Había creado grandes expectativas en la compañía.
Era una tecnología de impresión de fotos vinculada a una televisión y permitía imprimir lo que se veía en la pantalla. Esto ocurrió en la década de los '80 y entonces había dos grandes problemas.
Primero que no había imágenes de televisión que la gente deseaba imprimir. Y el segundo problema era que la calidad de la imagen no era muy buena, y para imprimir imágenes de una pantalla de televisión, se necesita muchísima memoria.
Quizás, si lo hiciésemos ahora no sería un problema, de cualquier manera, en aquella época, la memoria era extremadamente cara y el hecho de que necesitábamos muchísima memoria significaba que el precio del producto final iba a ser astronómico.
Las impresoras actuales tienen una calidad de imagen muy alta y la memoria es mucho más barata que en la década de los '80. Hoy en día, lograríamos un producto mucho mejor y mucho más barato que cuando lo intenté hace años.
Definitivamente no lo volveríamos a hacer con el formato térmico que probamos en el pasado. No obstante la conclusión de ese fracaso fue que un día la gente querrá imprimir fotos cuando le apetezca.
De alguna manera, a pesar de que el producto fracasó, la idea detrás fue el motor de nuestro actual negocio.
Fue un pionero, un poco por delante de su tiempo.
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