Cuando la compañía de Steve Ballmer lanzó el periférico de movimiento para Xbox 360 -Kinect- hace más de un año, no estaba muy por la labor de que otros pudieran meter mano a su tecnología. Sin embargo, poco después la empresa empezó a ver con buenos ojos su “hackeo” , dados los “usos alternativos” que tanto empresas como particulares empezaban a aportar.
Este aperturismo de Microsoft, impulsado aún más con el lanzamiento de un SDK en abril, abrió la puerta a hackers, modders e investigadores que desde entonces han estado ayudando a construir un rico ecosistema alrededor de la herramienta. Los de Seattle quieren ahora que las start-ups también contribuyan a su plataforma y por eso se ha aliado con TechStars.
Ambas organizaciones constituirán una aceleradora que ayudará a una decena de compañías emergentes a desarrollar aplicaciones comerciales para Kinect.
Las elegidas comenzarán un programa de incubación a partir del 25 de enero que se prolongará durante tres meses y recibirán 20.000 dólares en capital semilla. Podrán explorar en todas las utilidades de la tecnología de Microsoft, desde el reconocimiento de gestos a su cámara de profundidad.
Hasta ahora Microsoft había “dejado hacer” respecto a su sensor, pero con esta iniciativa la empresa ayudará de forma directa a terceros a ahondar en nuevos usos para Kinect o su sistema operativo Windows.
Mientras tanto, la compañía de Steve Ballmer también investiga por su cuenta en nuevas utilidades para su herramienta. Así, la oficina de Marcas y Patentes de Estados Unidos acaba de recibir una solicitud por parte de Microsoft para inscribir una tecnología asociada a Kinect que permitiría a las empresas rastrear comportamientos fuera de las normas, avisando directamente al departamento de Recursos Humanos de las mismas.
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