El auge de las aplicaciones de mensajería para móviles basadas en internet ha provocado un descenso en el tráfico de mensajes de texto tradicionales y ha propiciado que los operadores regalen los SMS: algunas compañías lo hacen con cupos mensuales y otras, como Movistar a partir de mañana, sin límites.
Telefónica ofrecerá a los clientes que contraten una tarifa de datos de Movistar la posibilidad de enviar gratis todos los mensajes de texto (SMS) que deseen, promoción que mantendrá para los usuarios actuales que se pongan en contacto con el operador para solicitarla.
Vodafone regala desde hace medio año 350 SMS gratis a los clientes con tarifas a partir de 40 euros mensuales, mientras que el consumo medio por usuario es de 60 mensajes al mes, según el operador.
Por su parte, Orange también regala mensajes cada mes: 500 para los consumidores con contrato Delfín 79, 300 para los de Panda 20 y 150 para los de Ardilla 15, mientras que incorpora 50 SMS semanales a su oferta de Delfín Prepago.
Mientras los operadores pretenden ganar clientes con estas iniciativas, el SMS tiene una oportunidad para salvarse de la desaparición, después de años de descensos en el tráfico de mensajes cortos.
Según los datos de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), los clientes españoles han reducido en los últimos cuatro años el envío de mensajes: de los 13.426 millones de SMS en 2006 se ha pasado a 8.921 millones el año pasado, el 33,55 % menos.
Las compañías de telefonía llevan tres años obteniendo menos ingresos de los SMS: de 1.743 millones de euros en 2007, los operadores han pasado a facturar 1.260 millones el año pasado, el 27,71 % menos, pese a que han mantenido el ingreso medio por mensaje por encima de los 14 céntimos desde entonces.
Las cifras constatan la decadencia de una parte esencial de la vida de las personas: antes de fin de año, los SMS cumplirán 19 años de leal servicio al usuario, casi dos décadas de redes colapsadas en Nochevieja por millones de mensajes de "Feliz Año Nuevo".
Precisamente, "Feliz Navidad" ("Merry Christmas") fue el primer mensaje de texto (SMS, siglas de "Short Message Service") que se envió en la historia; el responsable fue Neil Papworth, quien remitió sus buenos deseos desde su ordenador al móvil Orbitel 901 de Richard Jarvis el 3 de diciembre de 1992.
Para que la breve felicitación llegara a Jarvis, el SMS viajó por las redes británicas de telefonía móvil GSM de Vodafone.
No obstante, no fue hasta 1993 cuando se empezó a comercializar en Finlandia el servicio para usarlo de persona a persona. El único fabricante cuyos teléfonos permitían en ese año el envío de SMS era el también finlandés Nokia.
Desde entonces, los mensajes cortos y el afán de los clientes por pagar menos han propiciado incluso la creación de un lenguaje paralelo, repleto de abreviaturas casi crípticas y faltas de ortografía para ahorrar espacio.
Sin embargo, la llegada de los teléfonos inteligentes o "smartphones" ha favorecido el desarrollo de aplicaciones de mensajería instantánea que utilizan las redes móviles de datos para transmitir las comunicaciones.
Ahora, el usuario puede enviar texto, fotos, mensajes hablados y vídeos a través de aplicaciones como WhatsApp y con programas de redes sociales como Google + y Facebook, así como con los servicios propios para dispositivos BlackBerry, Apple o Samsung.
Todo sin pagar ni un céntimo; mejor dicho, todo incluido en la tarifa de datos del móvil.
Bien sea con SMS o con servicios de mensajería transmitidos por redes de datos, el futuro parece estar escrito con palabras gratuitas.
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