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2011/11/14

Las trece tareas de Telefónica para salir del bache

No parece que Telefónica crea en la superstición. O a lo mejor prefiere tentar la suerte a ver si le da buen resultado. Al menos, eso se deduce de las tareas que se ha puesto a sí misma para los próximos meses y que presentó el viernes a los analistas en su tradicional conferencia telefónica tras los resultados, según consta en la presentación registrada en la CNMV. Son trece metas, ni una más ni una menos, y hay deberes para todas las geografías, filiales y estrategias corporativas, desde la venta de activos a la gestión de los impuestos pasando por la negociación con Gobiernos para mejorar las condiciones de una participada.
Se trata de "prioridades en el corto plazo que tienen por objetivo mejorar la rentabilidad y el perfil de crecimiento de la compañía", según la definición de Telefónica. Y empiezan en Latinoamérica. Allí, la operadora se ha marcado tres de sus próximos retos.
Como no podía ser de otra forma, el primero tiene que ver con Brasil. Antes era la joya de la corona de la operadora al otro lado del Atlántico, pero ahora lo es se mire donde se mire, así que hay que cuidarla. El objetivo es nada menos que "mantener el liderazgo operativo y financiero en el país". No se desarrolla más y por ahora se ha conseguido (las cifras lo constatan), pero los rivales pisan fuerte y la competencia se intensifica, con el consiguiente esfuerzo en gasto comercial e inversión que eso suele implicar.
Luego están Colombia y México, dos países que están dando muchos quebraderos de cabeza a Telefónica. Pero en Colombia se ha identificado un camino de resolución y se está avanzando en él. La operadora quiere crear una filial integrada de fijo y móvil. Para eso tiene que negociar con el Gobierno colombiano, socio de Telefónica. Y eso se está haciendo. Mientras, en México el reto es terminar la remodelación comercial que se ha iniciado y ver qué resultados da.
La siguiente partida de cuatro objetivos está en Europa. En España toca hacer equilibrio, ya que la compañía pretende proteger el flujo de caja libre de esta filial mientras pelea con una competencia feroz y pierde clientes a miles por ello. En Reino Unido, la tarea pasa por potenciar la actividad comercial, sobre todo en el campo de la banda ancha móvil. En Alemania se cruzan los dedos para que todo se quede como está y se consolide la recuperación y para la República Checa se deja la esperanza de mejorar la generación de caja.
También las nuevas filiales transversales tienen cometidos específicos. Tanto Telefónica Digital como la que gestiona los recursos globales están llamadas a generar nuevas unidades globales que potencien las sinergias de grupo y traigan ingresos renovados del mundo de internet, a impulsar el crecimiento de los negocios de valor añadido y a sacar todos los beneficios posibles de la escala que tiene el grupo Telefónica.
Y para el corporativo queda implementar una estrategia de venta de activos no fundamentales para la compañía, buscar cada vez más oportunidades para compartir las inversiones y gestionar las finanzas para sacar el máximo partido del capital y encontrar la forma de minorar el pago de impuestos. Atento es el primer candidato en la lista de desinversiones, pero Telefónica apuntó que hay más en distintos países, aunque prefirió no desvelar nombre alguno o fecha de ejecución.
¿Será capaz de hacer su tarea Telefónica? La próxima entrega de resultados trimestrales lo dirá.

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