Internet cambió. Lo que hace 10 años era un negocio de sitios web como Mercadolibre.com o Amazon.com, ahora es de redes o plataformas, con Facebook o LinkedIn como ejemplos clásicos. Aquí es donde se ubica FictionCity , una red social creada para el artista, en cualquiera de sus ramas, donde él mismo tiene la posibilidad de exponer su obra. En muchos casos el deseo de trascender es la brújula de los artistas, sino cómo se explica la cantidad de millones de personas que se presentan en iniciativas como American Idol.
La idea dónde el artista es protagonista se apuntala desde el lema de FictionCity, "Be You, Go Global".
Este nicho es el elegido por su fundador, Silvio Pestrín Farina , vestido al estilo Zuckerberg con remera, tatuaje y zapatillas (aunque en el lanzamiento en Barcelona confesó que lo obligaron a cambiarse la camisa por estar arrugada).
"Para que una red social funcione tiene que ser monopólica y universal" afirma Pestrín, y FictionCity, lo cumple al pie de la letra. Además, opina que las plataformas que tienen un "buscador" asociado ofrecen un diferencial. En dónde será mejor buscar un violinsta en Barcelona, ¿en Google o en FictionCity? se pregunta su fundador y allí es donde el desarrollo de FictionCity toma fuerza.
Con un diseño parecido al de Facebook (para que lo usuarios no aprenden una nueva manera de navegar) y una funcionalidad similar a la de Linkedin , se le agregará, en un futuro no tan lejano, otros servicios como FictionCity TV, Radio, Tickets, Cast, entre otros. El usuario tendrá la posibilidad de subir sus fotos, videos, audios y escritos a través de la misma plataforma o de sitios de terceros, como YouTube o Flickr .
Con menos de dos años de vida, 12 idiomas para elegir y 150 mil usuarios, según los datos oficiales, FictionCity obtuvo el visto bueno de varias empresas como Sony, que está desarrollando una película colaborativa, o el Banco Itaú quien mudó a este site su concurso de arte y obtuvo auspiciosos resultados.
El principal objetivo es lograr los 10 millones de usuarios en dos años, cuando esto suceda comenzarán a monetizar el sitio.
¿Qué es lo mejor que podría pasarle a FictionCity? Que la compren Facebook o Google, pero también tiene un talón de Aquiles: "no lograr la masa crítica de usuarios necesaria para que la plataforma funcione. Sin ésta, tanto los artistas y las empresas no tendrán la posibilidad de hacer negocios juntos", comenta, sin tapujos, Pestrín Farina.>
¿Cómo convencer a los inversionistas? La respuesta es sencilla. Según el fundador, "¿Invertirías en un lugar donde las personas siguen y se dejan seguir por otras y donde sólo pueden escribir 140 caracteres? Esa empresa es Twitter y hoy tiene 200 millones de usuarios y un valor estimado de 8 mil millones de dólares. ¿Por qué no en FictionCity?"
Tan mal no le fue. FictionCity luego de una inversión inicial de un millón de dólares, colocó por un valor de 1,8 millones de dólares un 5 por ciento de acciones clase A (primera ronda de inversión), y tiene previsto vender otro 5% en 6 millones de dólares en papeles de clase B. De conseguir esto, la empresa cuyo logo es Roko, el perro del fundador, tendrá un valor aproximado de 100 millones de dólares.
La Nacion
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