Las autoridades mexicanas reconocen que este año aumentó el robo de combustibles en el país. Las bandas de delincuencia organizada hurtan un promedio de 20.000 barriles diarios de gasolinas, diesel, gas y hasta petróleo, cantidad mayor a la registrada en 2010.
La paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) calcula que las pérdidas serían mayores a US$250 millones sólo durante el primer trimestre de 2011.Se trata de un negocio rentable para el crimen organizado, y que supera las fronteras mexicanas. Incluso Pemex mantiene un juicio en Estados Unidos contra 14 empresas de ese país que compraron combustible robado por la banda de Los Zetas.
"Es uno de los retos más complicados que enfrenta Petróleos Mexicanos", dijo Antonio Meade, secretario de Energía. "Implica un reto de seguridad industrial, pone en riesgo la vida de personas y afecta el patrimonio de la institución".
El robo de combustibles afecta no sólo las finanzas públicas, sino que han provocado la muerte a decenas de personas en accidentes.
Un ejemplo ocurrió en diciembre de 2010 en el municipio de San Martín Texmexulucan, Puebla, al sureste de la capital mexicana, donde murieron 28 personas al explotar un ducto al que se extraía crudo clandestinamente.
En todo el país
En lo que va de 2011 se han detectado 556 sitios donde se extrae combustible de forma clandestina en todo el país, una cifra mayor a la que se registró el año anterior.
En todo 2010, según el director de Pemex, Juan José Suárez Coppel, las autoridades localizaron 710 puntos de robo, conocidos en México como tomas clandestinas.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y la Procuraduría (fiscalía) General de la República (PGR), el cartel de Los Zetas es uno de los responsables del robo de combustibles.
El grupo controla la extracción clandestina en Tamaulipas, al noreste del país, así como en Veracruz y Tabasco, en el sureste.
Pero el problema también existe en otros lugares como Sinaloa, al noroeste, donde según Pemex se localizaron 150 tomas clandestinas.
Las autoridades se percatan del robo cuando baja la presión en los ductos de combustible.
Suárez Coppel explicó que los delincuentes perforan los ductos para colocar mangueras y llenar autotanques.
Localizar las tomas clandestinas es difícil, porque las mediciones no ubican el sitio exacto donde se encuentran. Y también es peligroso.
"Muchas veces el ir a encontrarlas físicamente requiere resguardo del ejército, dependiendo de la zona", reconoció el funcionario.
En todo 2010, según el director de Pemex, Juan José Suárez Coppel, las autoridades localizaron 710 puntos de robo, conocidos en México como tomas clandestinas.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y la Procuraduría (fiscalía) General de la República (PGR), el cartel de Los Zetas es uno de los responsables del robo de combustibles.
El grupo controla la extracción clandestina en Tamaulipas, al noreste del país, así como en Veracruz y Tabasco, en el sureste.
Pero el problema también existe en otros lugares como Sinaloa, al noroeste, donde según Pemex se localizaron 150 tomas clandestinas.
Las autoridades se percatan del robo cuando baja la presión en los ductos de combustible.
Suárez Coppel explicó que los delincuentes perforan los ductos para colocar mangueras y llenar autotanques.
Localizar las tomas clandestinas es difícil, porque las mediciones no ubican el sitio exacto donde se encuentran. Y también es peligroso.
"Muchas veces el ir a encontrarlas físicamente requiere resguardo del ejército, dependiendo de la zona", reconoció el funcionario.
Sanciones
El congreso mexicano prepara una modificación legal para catalogar el robo de combustibles como actividad de delincuencia organizada, y con ello aumentar las sanciones penales a quienes lo cometan.
La iniciativa también prevé castigar a quienes compren esta mercancía, algo que legalmente es difícil de procesar actualmente.
Hasta ahora, por ejemplo, sólo unas 30 gasolineras han sido suspendidas por vender combustible robado. Es una tarea pendiente, dicen analistas.
"Tiene que haber más coordinación entre todas las autoridades, ese es un problema de seguridad nacional", le dice a BBC Mundo Antonio Ortega Sánchez, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública.
Un asunto que podría cambiar con la nueva ley, afirma el secretario Meade.
"Se califica el robo de combustible como delito grave y eso nos da muchos más instrumentos para perseguirlos", afirma.
BBC Mundo
La iniciativa también prevé castigar a quienes compren esta mercancía, algo que legalmente es difícil de procesar actualmente.
Hasta ahora, por ejemplo, sólo unas 30 gasolineras han sido suspendidas por vender combustible robado. Es una tarea pendiente, dicen analistas.
"Tiene que haber más coordinación entre todas las autoridades, ese es un problema de seguridad nacional", le dice a BBC Mundo Antonio Ortega Sánchez, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública.
Un asunto que podría cambiar con la nueva ley, afirma el secretario Meade.
"Se califica el robo de combustible como delito grave y eso nos da muchos más instrumentos para perseguirlos", afirma.
BBC Mundo
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