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2011/05/30

Los buscadores web se meten en la cocina

Digamos que usted invitó cuatro personas a cenar el sábado. Es miércoles por la mañana y comienza a tomar conciencia de la situación. En su lista de invitados hay dos personas que sólo comen pescado, un fanático de la alta cocina y un individuo que evita el gluten. Ante este panorama, el desafío es encontrar platos confiables, deliciosos y gastronómicamente correctos.
Este año trajo una cantidad de nuevos motores de búsqueda de recetas destinados a resolver los dilemas culinarios. En febrero Google presentó una herramienta llamada Recipe Search , que le permite especificar ingredientes que quiere o no quiere usar. Por ejemplo, una búsqueda general de chile puede refinarse, digamos en el caso de un purista del pimiento. Por su parte, Bing de Microsoft ha tenido su propia función de recetas por más de un año, y permite buscar dentro de una sola fuente, como un blog.
Unas pocas semanas antes de que se presentara la nueva herramienta de Google, Foodily salió en vivo, con todos los resultados integrados con Facebook de modo que usted pueda ver qué recetas le gustan a sus amigos. Un nuevo sitio, cargado de fotos, Cookzillas , creado por un cocinero apasionado de Bucarest, Rumania, que además es programador multimedia, tiene más recomendaciones globales que los motores estadounidenses, incluyendo las de sitios ingleses, australianos y canadienses en sus búsquedas.
Con 10 millones de búsquedas de recetas diarias tan solo en Google, los resultados sin duda influyen en lo que comen los estadounidenses. Pero cuando uno tipea "cookies" (galletitas) -la búsqueda más común, según Google- ¿estos sistemas evalúan las recetas de la manera que lo haría un buen cocinero, por la claridad de sus indicaciones, lo útiles de sus alertas, lo sabrosos de sus resultados?
Probablemente no, de acuerdo a lo que indican abundantes pruebas con las nuevas herramientas.
"Su desafío es traducir 'rico' a huellas digitales", dijo Paul Kennard, experto en la promoción del tráfico en la red.
Los motores de búsqueda solían rankear las recetas en gran medida de acuerdo a su popularidad, es decir, según la cantidad de veces que se las había cliqueado ose había accedido a las mismas desde otros sitios. Los modelos más recientes tratan de evaluar las recetas y rankearlas de acuerdo a su calidad, teniendo en cuenta criterios, siempre cambiantes, altamente refinados, incluyendo la cantidad de críticas, links y fotografías que tiene cada receta, además de su popularidad.
Jack Benzell, diseñador del algoritmo de Google, dijo en una entrevista que si bien la búsqueda de la compañía nunca podrá decidir si los brownies de Thomas Keller o los de Ina Garten son los mejores, los resultados son tan refinados y valiosos como los de Google en cualquier otro tema como, digamos, la búsqueda de neumáticos nuevos o de datos sobre el clima en Florida.
Pero en una búsqueda tras otra que hice en Google y Bing, las recetas de los sitios grandes como allrecipes.com y foodnetwork.com a menudo ocuparon los 10 primeros resultados. Recetas más largas con contenido más detallado, como las de blogs de comida populares como 101 CookBooks o Chez.Pim, rara vez aparecieron en la primera página de resultados. Y según los expertos los resultados que no aparecen en las primeras dos páginas rara vez se ven.
Andrea Cutright de Foodily dice que las búsquedas de Google y Bing dan preferencia a sitios grandes porque los algoritmos fueron creados por programadores que no son cocineros.
"Se necesita gente que entienda de ingredientes, no solo de palabras claves y código" dijo. "Saber que aubergine es lo mismo que berenjena o que "drumsticks" en inglés quiere decir pata de pollo simplemente da mejores resultados".
Teniendo en mente al purista del chile, hice una búsqueda de recetas de chile sin arvejas en los cuatro motores. Solo tuvieron éxito intermitentemente en cuanto a ofrecer recetas de lo que buscaba.
En Foodily, la receta N° 1 para "chile sin arvejas" fue una ganadora: Tex-Mex Chile de Fine Cooking, una receta excelente que hice muchas veces. Pero los dos resultados siguientes, uno de nomeatathlete.com y la otra de allrecipes.com- estaban repletas de arvejas. En Cookzilas, una vez restadas las arvejas de la búsqueda, el motor dejó de lado también la carne de vaca, dejándome con chile con carne de venado, un chile verde con cerdo y un chile con pavo como las primeras tres recetas.

En Google Recipe Search busqué chile y le quité el tilde a arvejas y la receta N° 1 fue de polvo de Chile, no lo que buscaba. La segunda era una receta con malas críticas de Guy Fieri tomada de foodnetwork.com y la tercera era una receta de Bobby Flay con buenas críticas tomada del mismo sitio; no había indicio alguno de por qué la receta con peor calificación apareció más arriba en los resultados.
En Bing, la receta N° 1, "My Chili" de Michelle de allrecipes.com, tiene 413 críticas entusiastas, la mayoría llenas de signos de exclamación. Pero también tiene carne picada y salsa de tomate de lata, lo que le daría un ataque a un purista del chile. Las recetas dos y tres que aparecieron eran de delish.com, un sitio de recetas propiedad de Microsoft, la compañía madre de Bing. Parecían sólidas, pero en los otros motores de búsqueda no aparecieron resultados de delish.com, lo que hizo dudar si Bing está orientado en ese sentido.
Cosa nada sorprendente, los cocineros que manejan fluidamente la red tienen sus propias estrategias.
Soraya Darabi, que es fundadora de foodspotting.com y una estratega digital de ABC, dijo, sorprendentemente, que sigue inclinándose por recetas de fuentes sólidas de los viejos medios, como la revista Bon Appétit, salvo en lo que se refiere a postres.
"Los blogs de nicho son los mejores, porque la gente que los escribe realmente sabe de lo que habla" afirmó, citando a Sugar Plum como especialista en postres estadounidenses, como la tarta shoofly.
Adriana Guillen, terapeuta de Brooklyn que a menudo califica recetas online, dijo que busca recetas más largas "No quiere decir que se tarda más en hacer la receta", dijo. "significa que la receta ayuda más".
Una buena fotografía puede ser señal de una receta sólida y probada o algo enteramente distinto. "Si la foto no se corresponde con la receta o se ve como si el plato fue hecho por un estilista mientras que la receta es de cocina hogareña, eso debe ser mala señal" dijo Michale Chuk, ingeniero de sistemas que también escribe sobre comida en Cooking for Engineers.
¿Entonces en qué se basan los resultados de búsquedas de recetas? Según Benzell, a los motores de búsqueda les encanta el gusto de los datos: tramos llamados "recortes ricos" que suenan como un tentenpie pero contienen información como el tiempo de cocción, información nutricional, el rinde y el autor. Por lo que las recetas con introducciones largas, prosa graciosa o instrucciones detalladas pueden ser ignoradas en favor de recetas con buenas calificaciones, cocina específica o información nutricional codificada de determinada manera. Dar tal contenido es un elemento importante en la optimización del motor de búsqueda, el asunto más bien oscuro de tratar de elevar el propio sitio a la cima de la pila de resultados.
Duane Forrester, un gerente de producto de Bing, dijo que este analiza más que el formateo de la receta. "Hay aproximadamente mil factores que analizamos en cualquier búsqueda dada", dijo, incluyendo cuanto tiempo se queda el usuario promedio en una página de recetas y la cantidad de links que tiene, de donde provienen, a donde llevan.
El dominio de los grandes sitios de cocina en los resultados de búsquedas enoja a muchos bloggers de comida.
"Pienso que todos creemos que las búsquedas deben ser algo justo y democrático" dijo Deb Perelman, blogger cuyas recetas colocadas en SmittenKitchen.com siguen apareciendo a menudo usando los nuevos motores. "Si un equipo de programadores puede hacer que una receta aparezca arriba de todo, ¿hasta dónde puede ser buena la búsqueda?"
En un análisis metódico en su sitio food52.com , la ex redactora de The New York Times, Amanda Hesser, destruyó la Búsqueda de Recetas de Google, diciendo que muchas de las recetas que promueve contienen información codificada de maneras que las hacía tener mejor ranking, aunque la información resulte obviamente equivocada. Con ayuda de Google encontró una receta de cassoulet que supuestamente debía incluir solo 77 calorías por plato, aunque cada porción incluía un flanco de cordero y una salchicha. El tiempo de cocción de otra receta de cassoulet era de un minuto.
Según Andrea Cutright de Foodily, la demanda de información nutricional como prioridad proviene de los usuarios. Mucha gente usa las herramientas de búsqueda de recetas para evitar ciertos alimentos -como leche, harina o azúcar- por motivos de salud, dijo, no como una vía hacia una cocina trascendente.
El blogger de cocina David Lebovitz de Paris dijo que, desde la introducción de la búsqueda de recetas, el tráfico hacia davidlebovitz.com ha caído visiblemente. Una búsqueda normal en Google de "dulce de leche brownies" solía hacer aparecer su receta en las primeras páginas.
Con la nueva Búsqueda de Recetas, dijo, aparecen hasta 3000 otros sitios primeros, muchos de los cuales simplemente han copiado su receta en su propio archivo, práctica común que, dijo, ahora se ve premiada por la programación de Google.
"Todos buscan llegar al primer lugar de la lista", dijo. "Yo escribo recetas para lectores, no para motores de búsqueda y se me castiga por ello".
Meg Hourihan, que fue una de las primeras bloggers serias en materia de cocina, dijo que ya no confía en las calificaciones de recetas, basadas en la opinión de multitudes, de Google y Bing.
A menos que ya conozca y le guste la fuente de la receta y las críticas, sigue buscando.
"Ni siquiera confío necesariamente en las recetas que me recomiendan mis amigos" dijo. "¿De qué amigos hablamos? ¿Los que piden comida hecha seis días a la semana?"
De última, buscar la "mejor" receta on line sigue siendo como buscar pareja en Internet, uno podría encontrarse con una gran persona, pero si ocurre, no será porque el motor de búsqueda sepa lo que le gusta.
Finalmente, buscando desesperadamente una gran receta de espárragos para mi cena imaginaria, probé un último motor de búsqueda nuevo, independiente y, a su manera, radical: Eat Your Books no publica recetas. En cambio, su fundadora, Jane Kelly, está indexando las recetas contenidas en miles de libros de cocinas.
Eat Your Books cobra por su servicio 2,50 dólares al mes o 25 dólares al año. Hasta ahora tiene 80.000 títulos, con autores que van desde Édouard de Pomaine, pasando por Rachael Ray, hasta Heston Blumenthal. Encontré miles de recetas con espárragos en libros que ya tenía. Incluyendo una de espárragos vinaigrette con estragón de "The Anatomy of a Dish" por la chef Diane Forley. La hice hace años y me encantó, marqué la página en el libro y lo perdí en mi sótano.
Google no pudo encontrarla, pero esa es la receta que serviría el sábado por la noche.

La Nacion

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