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2011/01/19

Una "idea estúpida" por 1.900 millones más

Galileo es una "idea estúpida" que costará 1.900 millones más de lo previsto. Un "despilfarro del dinero de los contribuyentes europeos", según Berry Smutn, el director general del fabricante de satélites alemán OHB System. Los comentarios, revelados por Wikileaks, le han costado el puesto al directivo. En Bruselas, pese a las críticas de la empresa con más contratos, la Comisión Europea se afanó ayer en defender el sistema europeo de navegación por satélite. Cuando se diseñó, quería competir con GPS, de titularidad estadounidense. Ahora está previsto que se quede en un complemento cuando entren en funcionamiento 18 de sus 30 satélites en 2014. El resto podría estar operativo en 2019 o 2020, pero a costa de invertir un 50% más de los 3.400 millones de euros anteriormente presupuestados.
"Queremos seguir adelante porque creemos en este proyecto", aseguró el comisario europeo de Industria, Antonio Tajani, que se declaró "satisfecho con los progresos realizados hasta ahora". Según él, "Galileo permitirá a Europa competir en el mercado internacional de tecnología espacial e imponerse como uno de los actores clave en un sector creciente". Sin embargo, en 2020, año en el que Europa sería independiente de GPS, China y Rusia ya se habrán adelantado con la creación de sus propios sistemas.
Según el Ejecutivo comunitario, hasta un 7% del PIB europeo (unos 800.000 millones de euros) depende hoy de la navegación por satélite. En 2020, el mercado global de aplicaciones se estima en unos 240.000 millones de euros, por lo que Bruselas considera Galileo una prioridad.
Sin embargo, esta prioridad que no convence a la industria tendrá que esperar. No hay fondos suficientes y los socios de la UE no contribuirán a corto plazo con más dinero. Será a partir de 2013, cuando comienza el nuevo ciclo presupuestario, cuando se destinen nuevos recursos a Galileo, en caso de que los 27 quieran seguir adelante.
Si es así, los europeos contarán con un sistema mucho más fiable que GPS, por ejemplo, en cuanto al cálculo de localizaciones exactas, donde Galileo tiene un margen de error de un metro comparado con los diez del rival estadounidense.
Pero el de ayer no es el primer contratiempo para Galileo. En 2007, el proyecto estuvo a punto de desaparecer por la deserción de las adjudicatarias, que consideraron que era demasiado arriesgado embarcarse en un contrato de tanta envergadura.

Publico

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