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2011/10/21

El GPS europeo entrará en órbita desde Sudamérica

Siguen los preparativos para que esta semana, en la Guayana Francesa, se lancen dos satélites que comenzarán el proceso de despliegue del sistema europeo de navegación por satélite, Galileo.
Y será una nave rusa, de la clase Soyuz, la que transportará los dos primeros satélites para ponerlos en órbita.

Se trata del primer cohete ruso que sale desde territorio occidental.
Galileo es la versión europea del Sistema de Posicionamiento Global estadounidense, GPS.
Varios años han pasado y obstáculos se han superado para que se dé un paso clave como el que se realizará en suelo sudamericano.
Galileo es un proyecto que les ha costado miles de millones de dólares a los contribuyentes europeos y se estima que los consumidores podrán empezar a usarlo en 2015.
En medio de una crisis financiera que ha golpeado a varios países europeos, muchos se preguntan qué es lo realmente prometedor de Galileo.
"Se cree que Galileo le ofrecerá beneficios importantes a las economías del bloque de 27 países por medio de inversiones que puedan aprovechar la precisión de la información sobre posicionamiento que se emitirá desde el espacio", señaló el experto en temas científicos de la BBC, Jonathan Amos.

Beneficios

Quienes han impulsado el proyecto, lo consideran fundamental en el desarrollo económico y social de la Unión Europea.

El objetivo de Galileo es superar técnicamente al GPS. El sistema europeo contará con 30 satélites, seis más que el estadounidense.
A diferencia del GPS que opera bajo control militar, Galileo estará orientado principalmente a aplicaciones civiles.
De acuerdo con la Unión Europea, el margen de error de Galileo será de un metro, comparado con el estadounidense que es de varios metros.
"Con estos satélites, las tecnologías de navegación de Europa, se ubican al nivel de Estados Unidos y debido a que Galileo cuenta con una estructura de señal más moderna, pienso que estamos un poco más adelantados", indicó Evert Dudok, director ejecutivo de la compañía de satélites Astrium, una de las compañías que participaron en la construcción de la nave espacial.
Pero si ya se cuenta con el GPS ¿por qué es necesario otro sistema de posicionamiento global?
Debido a que el GPS es un programa militar, sus señales a menudo son disminuidas o apagadas, y aunque es gratuito, no existen garantías de un servicio continuo y de calidad.
De acuerdo con los defensores de Galileo, el sistema ofrecerá un servicio garantizado y superior al GPS y va a responder a las necesidades de Europa.

Historia

De acuerdo con la Unión Europea y la Agencia Espacial Europea, Galileo no busca competir con el GPS, sino que pretende que ambos sistemas trabajen juntos.
De esa manera el usuario podrá fijar su posición usando satélites de cualquiera de los dos sistemas.
Entre los obstáculos que tuvo que enfrentar Galileo estuvieron problemas técnicos, comerciales y políticos, incluyendo objeciones de Estados Unidos, país que pensaba que un sistema rival podría ser usado para atacar a sus fuerzas armadas.
Se ha dicho que el GPS ha engendrado los mercados globales que hoy gobiernan el mundo y que están valorados en miles de millones de dólares anualmente.
"Está previsto que la nueva constelación europea profundice y extienda esos mercados a través de funciones de navegación satelital que se vuelvan omnipresentes en los dispositivos de los consumidores como los teléfonos celulares", indicó Amos.

2011/09/21

Arranca la cuenta atrás para lanzar los primeros satélites de Galileo

La Agencia Espacial Europea (ESA) informó hoy de que ya está a punto el lanzamiento de los dos primeros satélites que formarán parte del sistema de navegación europeo Galileo y que serán puestos en órbita el próximo 20 de octubre.
La agencia explicó en un comunicado que ya ha completado el ensamblaje de la lanzadera Soyuz, que deberá propulsar los satélites hasta el espacio desde el centro espacial europeo de Kurú (Guayana Francesa), gracias a sus 900 kilogramos de combustible.
Se trata del primer paso en el despliegue de la red Galileo, al que seguirá el año que viene una segunda pareja de satélites de un total de 26.
La operación de montaje del cohete arrancó el pasado 16 de agosto en la base espacial, y se ha completado ahora, tres semanas antes de que la lanzadera sea trasladada a la plataforma desde la que ejecutará el despegue.
Los satélites llegaron a la base a mediados de septiembre, procedentes de las instalaciones del constructor europeo Thales Alenia Espacio Italia, a las afueras de Roma.
Éstos viajarán en la parte superior del vehículo, que por primera vez no partirá desde los puertos espaciales de Baikonur, en Kazajistán, o Plesetsk, en Rusia, destacó la ESA.
Los cuatro primeros satélites formarán "el núcleo operacional de la constelación europea de navegación por satélite", señaló la ESA.
Entre otros instrumentos, transportan a bordo "los mejores relojes atómicos jamás utilizados para la navegación", con una precisión de un segundo en tres millones de años, y un potente transmisor que permitirá recibir la señal de navegación de alta precisión en cualquier lugar del mundo, indicó.

2011/01/19

Una "idea estúpida" por 1.900 millones más

Galileo es una "idea estúpida" que costará 1.900 millones más de lo previsto. Un "despilfarro del dinero de los contribuyentes europeos", según Berry Smutn, el director general del fabricante de satélites alemán OHB System. Los comentarios, revelados por Wikileaks, le han costado el puesto al directivo. En Bruselas, pese a las críticas de la empresa con más contratos, la Comisión Europea se afanó ayer en defender el sistema europeo de navegación por satélite. Cuando se diseñó, quería competir con GPS, de titularidad estadounidense. Ahora está previsto que se quede en un complemento cuando entren en funcionamiento 18 de sus 30 satélites en 2014. El resto podría estar operativo en 2019 o 2020, pero a costa de invertir un 50% más de los 3.400 millones de euros anteriormente presupuestados.
"Queremos seguir adelante porque creemos en este proyecto", aseguró el comisario europeo de Industria, Antonio Tajani, que se declaró "satisfecho con los progresos realizados hasta ahora". Según él, "Galileo permitirá a Europa competir en el mercado internacional de tecnología espacial e imponerse como uno de los actores clave en un sector creciente". Sin embargo, en 2020, año en el que Europa sería independiente de GPS, China y Rusia ya se habrán adelantado con la creación de sus propios sistemas.
Según el Ejecutivo comunitario, hasta un 7% del PIB europeo (unos 800.000 millones de euros) depende hoy de la navegación por satélite. En 2020, el mercado global de aplicaciones se estima en unos 240.000 millones de euros, por lo que Bruselas considera Galileo una prioridad.
Sin embargo, esta prioridad que no convence a la industria tendrá que esperar. No hay fondos suficientes y los socios de la UE no contribuirán a corto plazo con más dinero. Será a partir de 2013, cuando comienza el nuevo ciclo presupuestario, cuando se destinen nuevos recursos a Galileo, en caso de que los 27 quieran seguir adelante.
Si es así, los europeos contarán con un sistema mucho más fiable que GPS, por ejemplo, en cuanto al cálculo de localizaciones exactas, donde Galileo tiene un margen de error de un metro comparado con los diez del rival estadounidense.
Pero el de ayer no es el primer contratiempo para Galileo. En 2007, el proyecto estuvo a punto de desaparecer por la deserción de las adjudicatarias, que consideraron que era demasiado arriesgado embarcarse en un contrato de tanta envergadura.

Publico

Galileo, el GPS europeo, se retrasa 11 años más

Galileo, el sistema europeo de navegación por satélite, una de las grandes apuestas políticas de la Unión Europea (UE), se retrasa hasta 2020. El proyecto requiere al menos de 1.900 millones de euros más para convertirse en una alternativa creíble al GPS estadounidense, según admitió ayer el comisario europeo de Transporte Antonio Tajani.
Con el presupuesto disponible ahora, solo se creará una red de 18 satélites con una precisión máxima de 247 metros, frente a los 10 metros que ya garantiza el GPS norteamericano. Los 1.900 millones de presupuesto más permitirían llegar a la constelación de 30 satélites prevista inicialmente y a obtener una precisión de 70 centímetros.
Hasta ahora se han lanzado dos satélites experimentales y en 2012 estarán en órbita los cuatro primeros satélites operativos. A partir de entonces se desplegarán dos más por trimestre hasta llegara a los 18 con los que se pondrán en marcha los primeros servicios a partir de 2014, pero con menor precisión que el GPS.
Presentado en 1999 como la gran apuesta de la UE para garantizar su independencia en el espacio y, de paso, participar en un mercado que calculaban movería 40.000 millones de euros en 2005 y generaría 150.000 puestos de trabajo, Galileo ha sufrido varios retrasos. A la incapacidad de los dirigentes políticos para dar un impulso definitivo a un proyecto estratégico, la falta de fondos provenientes del sector privado y la hegemonía del GPS estadounidense se le suman de nuevo problemas de presupuestos, como ya ocurrió en 2001.
En cualquier caso el comisario de Tajani reafirmó el compromiso comunitario con Galileo: "Estamos satisfechos con los progresos realizados y comprometidos a llevar este proyecto a buen término". Actualmente se estima que el 7% del PIB de los países desarrollados depende de estos sistemas de navegación y Bruselas calcula que supondrá un mercado global de 240.000 millones en 2020.

El Pais

La Comisión pide otros 1.900 millones para el sistema de navegación Galileo

La Comisión Europea ha anunciado que necesitará 1.900 millones de euros más para desarrollar por completo el sistema europeo de navegación por satélite Galileo y lograr que sea una alternativa creíble al GPS estadounidense.
"Se lograrán hasta 90.000 millones de ahorro gracias a los servicios que ofrece Galileo", aseguró en declaraciones el comisario europeo de Industria, Antonio Tajani, quien advirtió de que cada año de retraso en el desarrollo supondrá una reducción de esa cantidad de entre el 10% y el 15%.
El sistema Galileo dispone de un presupuesto de 3.400 millones de euros para el periodo 2007-2013, al que se sumarían estos 1.900 millones adicionales para 2014-2020, si la propuesta de la Comisión sale adelante.
Se necesitarán además unos 800 millones de euros anuales para el mantenimiento de Galileo y de su precursor, el Servicio de Navegación Geoestacionaria Europea (EGNOS), dedicado a mejorar la señal del GPS. Este último no necesita fondos adicionales para su desarrollo porque ya está operativo desde octubre de 2009.

Los primeros satélites, este año

Estos nuevos cálculos fueron presentados por el Ejecutivo de la UE en Estrasburgo (Francia), donde se celebra esta semana la reunión plenaria del Parlamento Europeo.
Los costes de Galileo han superado los cálculos iniciales, pero Bruselas asegura que está satisfecha con el desarrollo, ya que existen infraestructuras terrestres en varios Estados miembros y se prevé lanzar los primeros satélites este año.
En total, Galileo ha supuesto una inversión de 80 millones de euros entre 2000 y 2001, otros 2.100 millones durante su fase de desarrollo desde 2003 (560 de ellos facilitados por la UE) y 3.405 millones íntegramente del presupuesto comunitario entre 2007-2013 (aunque 417 millones están en principios reservados para EGNOS).
EGNOS, por su parte, ha requerido una movilización de fondos de 1.100 millones de euros hasta la fecha.

Precisión de 70 centímetros

Según la CE, si no se aumenta el presupuesto de Galileo sólo se podrá crear una red de 18 satélites que permitirá una precisión máxima de 247 metros, frente a los 10 que ya garantiza el GPS.
Los 1.900 millones adicionales permitirían llegar a los 30 satélites y obtener una precisión de 70 centímetros, de lo que se beneficiaría no sólo el transporte, sino también sectores como la agricultura, la sanidad o la lucha contra la inmigración ilegal.
Los dos primeros satélites operativos serán lanzados a finales de este año y otros dos a principios de 2012, y desde entonces se pondrán en órbita dos satélites cada trimestre hasta llegar a los 18. Los primeros servicios estarán disponibles a partir de 2014.

El Mundo

2010/01/08

Italia, Francia y Alemania acaparan los contratos del futuro sistema Galileo

Fuente: La Vanguardia.

Italia, Francia y Alemania han obtenido los primeros tres contratos de un total de seis que serán necesarios para la plena puesta en marcha del sistema de navegación por satélite "Galileo", tal y como ha informado el comisario europeo de Transportes, Antonio Tajani. La Comisión Europea (CE) ha anunciado los contratistas que han ganado el concurso europeo para la puesta en marcha de "Galileo", con un presupuesto provisional de 1.063 millones de euros, y que no incluyen ninguna empresa española.

El sistema de navegación por satélite europeo "Galileo", ideado para plantar cara al norteamericano GPS, llegará en fase de pruebas a los automóviles europeos en 2014, según ha anunciado Tajani.

La Unión Europea lanzará un primer satélite para la puesta en marcha del sistema antes de finales de este año, otro en 2011, y a partir de 2012 dos satélites cada tres meses. El primer contrato pertenece a la italiana "ThalesAleniaSpace", con un valor de 85 millones de euros, y la misión de dar servicios de apoyo y de tipo industrial a la Agencia Espacial Europea (ESA). "OHB System AG" y "EADS-Astrium GmBH", ambas alemana, contarán con 566 millones de euros para proveer al sistema con hasta 32 satélites.

Finalmente, la francesa "Arianespace" (397 millones de euros) cubrirá el lanzamiento de cinco lanzaderas Soyuz, que transportarán cada una dos satélites.

"Con estos tres y los futuros contratos, estamos afrontando una fase crítica del programa Galileo. Ahora podemos centrarnos en la puesta en marcha y demostrar a los ciudadanos europeos que el sistema de navegación Galileo está seriamente en camino", ha afirmado el comisario europeo de Transportes.

2009/11/04

El GPS europeo guiará a los perros de rescate

Fuente: Publico.

Sólo uno de los 300 proyectos de 30 países que acudían a la sexta edición de la competición para sistemas de navegación por satélite Galileo Masters podía llevarse el primer premio. Y el ganador ha sido el osmógrafo del físico español José Caro. El aparato aprovecha la tecnología de geolocalización para el rescate de personas con perros adiestrados.

Galileo Masters es una competición internacional que busca nuevas aplicaciones que empleen el futuro sistema de posicionamiento global Galileo, una versión europea del GPS estadounidense.

Precisamente, el osmógrafo -de la unión de las raíces griegas olor y descripción- ha sido probado en situaciones reales usando el GPS. Ideado por Caro en la empresa GMV y con la colaboración de la ONG de Valencia Intervención Ayuda y Emergencias (IAE), lo que hace el aparato es grabar el olor. Colocado en el cuello del perro, registra las zonas del desastre que olisquea y manda la información de la zona cubierta en tiempo real al ordenador para mapear el recorrido del can. Así, su responsable puede volver a mandarlo a las zonas que no haya cubierto.

Barrido olfativo

"Pero no dibuja por dónde pasa el perro", aclara Caro. "El alcance de su olfato es mayor que la zona que recorre", añade. Otro elemento que tiene en cuenta el osmógrafo es la velocidad y dirección del viento, porque, "sin viento, el perro poco puede hacer", explica Caro. Para ello, el sistema incluye una veleta y un anemómetro. El centro de control del ordenador tiene tabuladas y registradas las capacidades olfativas de cada uno de los canes.

En situaciones de derrumbe de edificios por terremotos u otros sucesos, en el sistema tradicional de búsqueda asistida por perros, el guía del animal apenas puede seguirlo a todas las zonas por las que pasa. Además de la rapidez de movimientos del can, suelen ser zonas peligrosas que pueden venirse abajo en cualquier momento. El responsable de la operación tiene que tomar casi a ciegas la decisión de dejar de buscar y dar paso a la maquinaria pesada. Su entrada supone dar por muertos a los que puedan quedar bajo los escombros. "Con este sistema conseguimos saber las zonas que han quedado sin cubrir por el olfato del perro y mandarlo allí", cuenta Caro.

Su sistema ganó el premio regional promovido por la Comunidad de Madrid, el especial en la categoría de soporte a la vida y, en un segunda votación por parte de 150 expertos, el gran premio absoluto. La ceremonia se celebró recientemente en Múnich, Alemania.

La idea de la empresa GMV es comercializar el sistema, que aún se encuentra en fase de prototipo. Aunque pueden fabricarlo bajo demanda, su objetivo es que se pueda industrializar el proceso de fabricación del osmógrafo. Entre sus posibles compradores estarían las unidades de rescate oficiales y las ONG dedicadas a estas misiones.

Búsqueda de minas y estudio de incendios

En principio, el osmógrafo de GMV podría ser adaptado a todas las situaciones en las que se usen perros.
Ya hay canes que son empleados en la investigación de incendios forestales. Con este sistema el animal podría ser más eficaz en la búsqueda del origen del fuego, elemento clave para saber cómo se inició.

Otras aplicaciones serían la localización de cebos envenenados en zonas naturales protegidas, las operaciones policiales de detección de explosivos y drogas, o el desminado en zonas de guerra.

2009/03/18

Pedro Duque: "El sistema Galileo es mucho mejor que el GPS y tiene requisitos diferentes"

Fuente: El Pais.

El astronauta e ingeniero aeronáutico Pedro Duque está, estos días, pendiente no tanto de naves espaciales tripuladas o viajes a la Estación Espacial Internacional, sino, sobre todo, de un satélite mucho más pequeño. Es un satélite de observación de la Tierra, el Deimos I, diseñado para dar servicios de teledetección a usos múltiples, desde agricultura de precisión hasta vigilancia del territorio, control de incendios o de plagas, etcétera. Duque es director de la empresa Deimos Imaging que ha creado ese satélite y que está lista para empezar su explotación. Pero tras 20 años de trabajo en la Agencia Europea del Espacio (ESA), y 14 de ellos como astronauta (dentro de unos días irá a Alemania a pasar sus exámenes y pruebas para mantener su cualificación como astronauta, aunque ahora esté en excedencia), Duque sigue muy de cera toda la actividad espacial, en cualquiera de sus facetas. Hoy ha asistido a la presentación del concurso europeo de aplicaciones comerciales del sistema europeo Galileo, de posicionamiento por satélite, celebrada en Madrid.
Pregunta: Europa está embarcada en su programa Galileo con todas sus velas desplegadas, como uno de los más importantes emprendidos en actividades espaciales. Sin embargo, ahí está el GPS estadounidense funcionando desde hace años y utilizado por millones de usuarios. ¿Es realmente novedoso el Galileo o se trata de lo mismo pero en versión europea?
Respuesta: Galileo es completamente diferente, aunque también sea localización por satélite, porque está concebido y construido desde el principio para un uso que requiere alta fiabilidad constante, controlable y demostrable en todo el mundo. El GPS estadounidense es un sistema militar, controlado por las fuerzas armadas, que cubre sus necesidades de fiabilidad en un momento determinado en una zona determinada, pero que no tiene por qué serlo siempre y en todas partes. En concreto, el Galileo está pensado para utilizarlo en la navegación aérea civil y eliminar las actuales restricciones de los caminos del cielo.
P. ¿Qué va a cambiar en el tráfico aéreo?
R. Los aviones ahora vuelan de faro a faro, esos faros son instalaciones electrónicas en tierra, lo único fiable para indicarles su recorrido. De un faro a otro van por caminos muy restringidos y se crean atascos. Galileo, sin embargo, va a permitir que los aviones vuelen sin depender de los faros en tierra.
P.¿No se puede hacer con el GPS de EE UU?
R. Es que no es fiable en todo momento y en todo lugar, y puede pasar que un avión no sepa exactamente dónde está en un momento dado. El GPS tiene tres modos de funcionamiento diferentes: el de alta precisión, que exige unos receptores específicos que solo tienen los militares estadounidenses; el civil abierto normal, que es el que usan los coches y los aviones ahora, y que podría usarse para controlar el tráfico aéreo, si no existiera el tercero, el civil con error aleatorio, que puede introducir en cualquier momento el responsable militar estadounidense. Si se hace a los satélites funcionar en este último modo, todos los receptores de GPS del mundo darían errores de cientos de metros.
P. ¿Realmente podrán fiarse los aviones completamente de las señales Galileo?
R. Tiene que ser una señal estable y buena hasta el punto, como se define técnicamente, de confiarle la vida de las personas (de los pasajeros), lo que exige unos sistemas informáticos, de software, cuya fiabilidad sea de categoría similar, por ejemplo, a la de los aparatos médicos, como los de cirugía robotizada, y en este software está trabajando la industria española de altísimo nivel. El sistema Galileo es mucho mejor que el GPS y más moderno; además tiene requisitos diferentes.
P. También el GPS se está modernizando.
R. Si, claro, pero es imposible poner en marcha un sistema en el que se apoye y base el control del tráfico aéreo, si los responsables de ese tráfico aéreo no tienen la máxima autoridad del sistema.
P. Se cuenta con muchas más aplicaciones de Galileo.
R. Es que una vez que logras tener una señal totalmente fiable para poder guiar el tráfico aéreo, encuentras muchas más aplicaciones en otros usos que también necesitan señales de posicionamiento fiables. Por ejemplo, puedes optimizar y abaratar los tráficos mercantiles, los desplazamientos de coches y de flotas de camiones, etcétera.
P. Las previsiones de rentabilidad económica del sistema Galileo parecen apabullantes. Se habla de cientos de miles de millones de euros.
R. Sólo con extrapolar todas las posibles aplicaciones y contar el número de usuarios y de receptores, todos los coches...
P. Usted se dedica ahora a la observación de la Tierra desde satélites. ¿Se complementa esto de alguna manera con el Galileo o son dos áreas de actividad independientes?
R. Son complementarias. Con el satélite de teledetección, por ejemplo, podemos ver qué actividades agrícolas se necesitan en un lugar determinado y el GPS conducirá las maquinarias a ese sitio. Es lo que se llama agricultura de precisión y en ella se combinan ambos servicios: la teledetección te dice dónde abonar y cuánto, y Galileo lleva la máquina exactamente al lugar donde hay que abonar. Esto supone un importante ahorro porque ganas eficacia ya que no echas abono de más, reduces costes y contaminas menos. Desde luego para esto no necesitas la precisión de posicionamiento que exige el tráfico aéreo pero sí supone un avance importante. Los agricultores solo se pondrán en manos de la localización cuando vean que es confiable.
P. Usted ha resaltado en su presentación que Europa invierte en actividades espaciales la séptima parte de lo que invierte EE UU.
R. Sí, y es una estimación conservadora. Son los datos del Libro Blanco del Espacio Europeo, pero en la comparación deja de lado la inversión espacial militar estadounidense, que supone la mitad del total allí. Esto significa que, como en Europa el gasto espacial militar es sólo el 10% o el 20% del total, la desigualdad real es muy superior a esa séptima parte.
Europa no ha dado al espacio la prioridad que le ha dado EE UU. Nosotros somos muy buenos, avanzamos muy rápido, somos eficaces tanto desde el punto de vista organizativo como de las personas, porque nos hemos tenido que espabilar ante tal desigualdad de inversión, pero la distancia que nos lleva EE UU en el espacio es cada vez mayor. Esto es grave por muchos motivos, incluido el hecho de que el espacio es un sector clave para crear vocaciones de ingenieros y de científicos, además del impacto económico que tiene en la aparición, siempre impredecible, de nuevos métodos, conocimientos y tecnologías.
P. ¿No es un poco un mito esto de las aplicaciones de las actividades espaciales fuera del entorno espacial? Se habla mucho de esto pero a veces cuesta identificar esos efectos.
R. No es un mito. El espacio tiene un efecto enorme en muchas áreas, algunas insospechadas. Por ejemplo, hay grandes arquitectos que están utilizando el programa Catia, diseñado por Marcel Dassault para diseñar estructuras aeroespaciales. Frank Gehry utilizó el Catia para hacer el museo Guggenheim de Bilbao; le permitió calcular la forma correcta de los anclajes para, con esas formas tan imaginativas, no superar la resistencia de los materiales de ese edificio. Tú creas cualquier forma mecánica y el Catia te indica cómo fabricarla. Pero, además de las aplicaciones directas de desarrollos espaciales en telecomunicaciones, navegación o teledetección, el espacio fomenta una cultura de la exactitud, del ahorro y de los equipos que tienen que funcionar a la primera sin fallos. La verdad es que en la industria, en general, falta todavía mucha cultura de la ingeniería aeroespacial por lo que ésta supone de exactitud, seguridad y eficacia.
P. Usted también ha apuntado otro dato comparativo: China e India juntas invierten ya en espacio lo mismo que Europa.
R. Sí, y, teniendo en cuenta que en China los costes de personal son mucho más bajos que en Europa, en realidad están ya muy por delante de nosotros. El espacio es en China un objetivo de Estado dirigido en las tres líneas: aumento del conocimiento, desarrollo económico e inspiración. ¿En qué región del mundo hay tortas por entrar en las escuelas de ingeniería y en las facultades de ciencias? En China.
P. ¿Europa debería reaccionar y multiplicar su esfuerzo espacial?
R. Sí, desde hoy. El programa Galileo, como el GMES de observación de la Tierra (Copérnico), van en esa dirección y la visión de la Unión Europea suple en cierta medida las dificultades de los Estados para variar la asignación de los recursos ágilmente.
P. ¿Esta afectando la crisis económica al sector espacial?
R.P. Pese a que hay mucha actividad espacial de empresas privadas, parece que sigue siendo una actividad dependiente sobre todo de la inversión pública.
El espacio depende de que el desarrollo de conocimientos, los primeros pasos y lo más difícil se haga con financiación pública, que tiene que empujar la rueda para que luego siga rodando sola. En telecomunicaciones ha sido así y el sector ya está rodando por sí mismo; en navegación por satélite estamos lejos aún pero deberá ser igual en el futuro. En teledetección, al menos esa es la apuesta que hemos hecho; los servicios básicos de agricultura y control del territorio también pueden generar suficientes beneficios para que el sector empresarial desarrolle sus propios sistemas espaciales.
P. ¿Cómo va el satélite Deimos I, de su empresa Deimos Imaging?
R. Está listo, empaquetado y esperando el lanzamiento. Estamos pendientes de que Roskosmos nos comunique la fecha.
P. ¿Cómo se siente trabajando en el sector privado después de 20 años en la ESA y de ellos 14 como astronauta?
R. Bien. Es trabajar en el espacio de otra manera, pero igualmente trabajar en el espacio. La experiencia de gestión es dura, pero como todo lo difícil muy enriquecedora, y la apuesta que hemos hecho genera mucha ilusión.