Este lunes 24, Facebook tuvo que firmar un acuerdo especial de 14 puntos en Alemania que le permite a los usuarios/as en ese país controlar mejor su privacidad en la red social. ¿Por qué es especial Alemania? y ¿qué pasa en el resto del mundo?
Las leyes germanas son mucho más estrictas que en otros países en cuanto a la privacidad de datos personales, otorgan a individuos un amplio control sobre la misma y Facebook (FB) podría enfrentar multas por violarlas (alrededor de €300000 más el impacto de publicidad negativa). Desde julio pasado, la oficina para la protección de datos en Hamburgo ha recibido numerosas quejas sobre el uso de información por parte de FB, así que el supervisor, Johannes Caspar, abrió una investigación al respecto. Así mismo, el comisionado federal para el tema (y usuario de FB) Peter Schaar y la ministra de Protección del Consumidor, Ilse Aigner, criticaron públicamente a la compañía estadounidense por no respetar la legislación del país.
Una de las quejas recurrentes proviene de personas que no usan FB pero que reciben emails de invitaciones no solicitadas de unirse ya que FB las envía automáticamente al recolectar direcciones de las listas de sus usuarios registrados/as. A partir de ahora, la comunidad alemana podrá proteger mejor sus contactos tanto de mensajes como de publicidad no deseada, pudiendo bloquear las funciones de la aplicación Friend Finder, sobre la cual FB tendrá que ofrecer de forma visible y clara más explicaciones e instrucciones de desactivación.
Ya la semana pasada, FB tuvo que retirar la API que había creado para compartir datos de dirección y números móviles con desarrolladores, en respuesta a una oleada de críticas ante la nueva (invasiva) interfaz. El anuncio se hizo en el blog oficial, primero listando las que FB veía como ventajas para aplicaciones: rapidez en las compras en línea o envío de ofertas de sitios web (como Groupon) directamente al móvil, y subrayando que cada persona (supuestamente) podría controlar el uso de su información. En segundo lugar admitía que “podría advertir más claramente a la gente para que sea consciente cuando esté dando acceso a sus datos” y que “está haciendo cambios” para que dicho acceso sólo sea permitido expresamente.
El comunicado sigue un guión de FB ya conocido: la compañía lanza un nuevo producto que empuja un poco más al extremo sus políticas de privacidad de datos personales y se arriesga. Si la reacción contraria es suficientemente fuerte, se retracta y produce alguna versión modificada. Es su propio juego estratégico de crecimiento, que suena un poco adolescente (como es de esperarse) pero que le ha funcionado en términos generales: el número de aplicaciones nuevas implementadas excede al de los lanzamientos controvertidos. Y sigue creciendo.
No obstante, como dicen los administradores de fondos de inversión, “rendimientos pasados no se garantizan a futuro”, así que no es posible asegurar hasta cuándo podrá seguir FB pidiendo perdón a posteriori por sus avances en los datos individuales y ajenos. En última instancia, es una tensión entre su enorme popularidad y el límite de privacidad que imponga su comunidad, la misma que va cambiando en edad, prioridades, usos y actitud frente a su individualidad en línea. Por lo pronto, ya ha tenido que adaptarse a las nuevas exigencias de 10 millones de miembros, y de otros no miembros en Alemania a quienes no les interesan sus invitaciones de amistad.
La Vanguardia
Las leyes germanas son mucho más estrictas que en otros países en cuanto a la privacidad de datos personales, otorgan a individuos un amplio control sobre la misma y Facebook (FB) podría enfrentar multas por violarlas (alrededor de €300000 más el impacto de publicidad negativa). Desde julio pasado, la oficina para la protección de datos en Hamburgo ha recibido numerosas quejas sobre el uso de información por parte de FB, así que el supervisor, Johannes Caspar, abrió una investigación al respecto. Así mismo, el comisionado federal para el tema (y usuario de FB) Peter Schaar y la ministra de Protección del Consumidor, Ilse Aigner, criticaron públicamente a la compañía estadounidense por no respetar la legislación del país.
Una de las quejas recurrentes proviene de personas que no usan FB pero que reciben emails de invitaciones no solicitadas de unirse ya que FB las envía automáticamente al recolectar direcciones de las listas de sus usuarios registrados/as. A partir de ahora, la comunidad alemana podrá proteger mejor sus contactos tanto de mensajes como de publicidad no deseada, pudiendo bloquear las funciones de la aplicación Friend Finder, sobre la cual FB tendrá que ofrecer de forma visible y clara más explicaciones e instrucciones de desactivación.
Ya la semana pasada, FB tuvo que retirar la API que había creado para compartir datos de dirección y números móviles con desarrolladores, en respuesta a una oleada de críticas ante la nueva (invasiva) interfaz. El anuncio se hizo en el blog oficial, primero listando las que FB veía como ventajas para aplicaciones: rapidez en las compras en línea o envío de ofertas de sitios web (como Groupon) directamente al móvil, y subrayando que cada persona (supuestamente) podría controlar el uso de su información. En segundo lugar admitía que “podría advertir más claramente a la gente para que sea consciente cuando esté dando acceso a sus datos” y que “está haciendo cambios” para que dicho acceso sólo sea permitido expresamente.
El comunicado sigue un guión de FB ya conocido: la compañía lanza un nuevo producto que empuja un poco más al extremo sus políticas de privacidad de datos personales y se arriesga. Si la reacción contraria es suficientemente fuerte, se retracta y produce alguna versión modificada. Es su propio juego estratégico de crecimiento, que suena un poco adolescente (como es de esperarse) pero que le ha funcionado en términos generales: el número de aplicaciones nuevas implementadas excede al de los lanzamientos controvertidos. Y sigue creciendo.
No obstante, como dicen los administradores de fondos de inversión, “rendimientos pasados no se garantizan a futuro”, así que no es posible asegurar hasta cuándo podrá seguir FB pidiendo perdón a posteriori por sus avances en los datos individuales y ajenos. En última instancia, es una tensión entre su enorme popularidad y el límite de privacidad que imponga su comunidad, la misma que va cambiando en edad, prioridades, usos y actitud frente a su individualidad en línea. Por lo pronto, ya ha tenido que adaptarse a las nuevas exigencias de 10 millones de miembros, y de otros no miembros en Alemania a quienes no les interesan sus invitaciones de amistad.
La Vanguardia
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