1. Origen de las pulseras
En 2007, Troy y Josh Rodarmel, dos hermanos del condado de Orange (California, EEUU), desarrollaron las pulseras Power Balance, unos brazaletes de silicona con un holograma de Mylar (el material de las tarjetas de crédito o de los CD) que, según sus palabras, equilibra el cuerpo frente a los ataques recibidos por las miles de frecuencias que rodean al ser humano, desde las de los móviles hasta las de las ondas de la radio. Su invento, publicitan, aporta a su usuario mayor equilibrio, fuerza y flexibilidad. 2. Éxito de marketing
Los hermanos Rodarmel sustituyeron los ensayos clínicos por anécdotas que divulgaron en medios locales. Ambos son surfistas y repartieron 50.000 pulseras a los asistentes a una feria deportiva. También entregaron su producto al jugador de fútbol americano Mark Sánchez, quien afirmó que el accesorio le ayudaba a concentrarse. 3. La pulsera llega a España
A principios de 2009, la compañía empezó a vender sus pulseras en España. El brazalete, que se vendía a unos nada desdeñables 35 euros, se puso de moda entre los famosos. Desde José María Aznar a la duquesa de Alba, no había ‘celebrity' que no llevara una Power Balance. Se calcula que, al menos, han vendido 300.000 unidades en España. 4. Primeras denuncias
En abril de 2010, la asociación de consumidores Facua denunció la publicidad de las pulseras Power Balance, empresa a la que acusaba de vulnerar el real decreto 1.907/1996 sobre publicidad y promoción comercial de productos. Facua afirmaba que la sede española de la empresa, situada en Marbella, atribuía propiedades pseudomilagrosas a sus pulseras. Al mismo tiempo, el Instituto Nacional de Consumo (INC), dependiente del ministerio de Sanidad, advertía a las comunidades autónomas sobre el fraude de las Power Balance, que se publicitaban ensalzando propiedades terapéuticas, privilegio reservado en España solo a los productos sanitarios. Paradójicamente, la empresa amenazó con denunciar a Facua por no luchar contras las imitaciones y, con su denuncia, contribuir a la destrucción de puestos de trabajo. 5. Multa en Andalucía
En noviembre de 2010, cuando no sólo seguían vendiéndose las Power Balance sino que, además, habían proliferado las empresas que vendían productos similares (EFX, Equilibrium, Ion Balance...), la Junta de Andalucía multó por primera vez a la sede española de la empresa por "una falta grave de publicidad engañosa", según el expediente sancionador. La cuantía de la multa que, según la ley, podía haber alcanzado los 400.000 euros, fue sólo de 15.000, lo que motivó una queja de Facua, que amenazó con presentar un recurso a la Junta de Andalucía. 6. Italia sanciona de verdad
Poco más de un mes después de la decisión andaluza, la Autoridad Garante de la Competencia y el Mercado (AGCM) de Italia sancionó a Power Balance Italia con 300.000 euros, tras descartar cualquier evidencia científica de los efectos beneficiosos del producto. 7. Castigo en Australia
A finales de 2010, la empresa reconoció en Australia que sus pulseras no tenían las propiedades que les atribuía su publicidad. El Gobierno obligó a la empresa a difundir la noticia, que se publicó la semana pasada, en su web y en medios locales. 8. Demanda en EEUU
El pasado miércoles, una firma de abogados reclamó a la compañía en EEUU al menos cinco millones de dólares para compensar a los estafados. Fundamentan su demanda en el precedente australiano.
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