La curiosidad, el afán por conocer... nos llevan a dar nuestra dirección de correo electrónico. Sin ni siquiera saber para qué. Sin ni siquiera saber a quién. Tenga usted, espero sus noticias. Ha sido lo que ha ocurrido con la startup «Hispter». TechCrunch se preguntaba hace algunos días si una compañía emergente con este nombre -una cultura urbana- podría funcionar. Y ha empezado a hacerlo.
Lo curioso del tema es que «Hipster» ni siquiera se ha molestado en explicar para qué funciona su página web. Simplemente se han limitado a desplegar una campaña viral en la red y la curiosidad humana ha hecho el resto.
«Hipster» publicó un anuncio en Hacker News en el que preguntaba: «¿Quieres ser un Hipster? Pronto habrá invitaciones disponibles». Además, lanzaron su web con un escueto mensaje: «Algo grande se aproxima a San Francisco», acompañado de un cuadro para introducir la dirección de correo electrónico.
Preguntas y geolocalización
La información publicada por TechCrunch, las enigmáticas palabras de estas webs, la curiosidad y las ganas de cambio de los ciudadanos de San Francisco obraron el milagro. «El hecho de que a pesar de no saber lo que hacemos, la gente haya hablado de "Hipster" como algo grande para su ciudad significa que mucha gente de verdad QUIERE algo que les ayudará a conectarse con su comunidad», ha explicado el CEO de la compañía But Ludlow en un escrito remitido a TechCrunch.
El interés ha aflorado y hay una base de usuarios dispuestos a probar «Hipster». De momento, únicamente ha trascendido que se trata de un servicio con utilidades basadas en preguntas y respuestas y geolocalización. Veremos si sigue dando que hablar.
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