Las ilusiones ópticas son mucho más que una mera diversión o un juego de percepción. El científico Beau Lotto de la University of Central London ha investigado cómo engañando al cerebro podemos llegar a entender mejor el funcionamiento de la mente.
De la mano de este científico, adéntrese en el mundo de las ilusiones ópticas y descubra que lo que ve no siempre es lo que realmente es.Los sentidos de la vista, gusto, oído, olfato y tacto. Confiamos firmemente en lo que nos dicen, particularmente en nuestros ojos.
El cerebro es un órgano extraordinariamente poderoso.
Sin darnos cuenta, está constantemente procesando la información que recibe del exterior para darle sentido al mundo que nos rodea.
Y eso ha sido un elemento determinante de nuestra evolución.
En la selva
¿Por qué necesitamos ver colores? Las siguientes dos imágenes nos mostrarán la razón.Aquí puedes ver una versión en blanco y negro de la selva. Trata de encontrar al depredador que está apunto de saltar encima de ti. Si te toma más de un segundo, estás muerto.
¿Por qué es tan difícil hallarlo? Ahora haz clic para ver la siguiente imagen.
Ahora que la imagen está en colores, verás a la pantera inmediatamente (en la esquina inferior derecha).
¿Por qué resultó más fácil hallar el animal en esta ocasión?
La razón es que en la primera imagen sólo estás viendo las superficies en relación con la cantidad de luz que relejan, la intensidad, pero no muestra nada de la calidad de la luz.
En otras palabras, en el segundo caso, el cerebro tiene mucha más información para tomar una decisión y actuar en consecuencia.
El color nos permite ver un mayor número de similitudes y diferencias entre los objetos, lo cual es vital para sobrevivir.
Lo que es impresionante sobre lo que acabas de hacer (hallar la pantera en la imagen de colores) es que te resultó fácil.
Aunque parezca tan sencillo, las mejores computadoras son incapaces de hacer lo que acabas de hacer.
Entender cómo vemos es uno de los principales objetivos de la neurociencia, la ciencia dedicada al estudio del cerebro.
De hecho, las ilusiones ópticas son la clave para resolver esa incógnita.
El resplandor de la ilusión
En la imagen de abajo, tenemos dos cuadrados físicamente idénticos. No sorprende entonces que se vean iguales.Sería fácil explicar el proceso de la visión si todo lo que tuviésemos que hacer es ver la imagen que llega a la parte trasera del ojo, llamada imagen retinal. Pero, no es tan simple.
De hecho, nosotros nunca vemos lo que nuestros ojos realmente ven. Esto se debe a que los ojos tienen muy poca relación con lo que vemos.
Es una buena noticia: la imagen del mundo es muy diferente de lo que realmente es el mundo.
Por ejemplo, la imagen retinal tiene sólo dos dimensiones, mientras que el mundo tiene tres.
La imagen retinal está al revés, pero nosotros vemos el mundo al derecho.
Pero ¿qué pasa si modifico el contexto que rodea los cuadrados, pero no los cuadrados?
Haz clic en la siguiente imagen y te darás cuenta de que los cuadrados ahora lucen diferentes.
Todo lo que hicimos fue ponerlos en fondos distintos. Como resultado, el pequeño cuadrado en el fondo oscuro se ve más claro que el cuadrado que está en un fondo más brillante.
Este fenómeno es llamado la "ilusión de contraste de claridad", el cual prueba que el contexto lo es todo cuando se trata de lo que vemos, incluso cuando observamos las características más simples del mundo, como el brillo.
Pero ¿por qué el contexto lo es todo?
La ilusión de la mesa y la sombra
Aquí tenemos dos versiones más pequeñas de la "ilusión de contraste de claridad", una a la derecha y una a la izquierda.En ambos casos, las baldosas que están sobre fondos oscuros se ven más iluminadas que las baldosas sobre fondos más brillantes. Hasta ahora todo bien. Ahora, vamos a ver si podemos cambiar la intensidad de esas dos ilusiones al cambiar toda la escena que las rodea.
Observa que la ilusión en la baldosa de la izquierda es ahora mucho más fuerte. En otras palabras, el azulejo que está debajo de la mesa se ve mucho más brillante porque el cerebro piensa que está bajo la sombra. La baldosa a la derecha se ve como si estuviera debajo de una luz más intensa, por eso el cerebro asume que su color es mucho más oscuro.
Por otra parte, la ilusión en la parte derecha de la composición se percibe de forma menos contundente. Los azulejos, dos en una columna oscura y dos en una columna blanca se ven casi idénticos porque el cerebro está interpretándolos como dos baldosas que se reflejan debajo de una fuente de luz compartida.
Esto muestra que nosotros vemos ilusiones porque el cerebro, de hecho, no quiere ver la imagen que perciben los ojos sino su significado.
Y ese concepto, que es lo realmente importante, es creado sobre la base de nuestra experiencia.
Ilusión de cubo
A continuación, tenemos dos baldosas cuyo color es idéntico. Pero ¿qué pasa si cambiamos su contexto de una manera específica?Si es cierto que lo que vemos es el significado de una imagen, entonces debemos ser capaces de crear una ilusión realmente determinante cuando generemos un significado de dos baldosas muy diferentes entre sí.
En su nuevo contexto, las dos baldosas físicamente idénticas lucen, ahora, muy diferentes.
¿Por qué? El hecho de que haya una baldosa marrón oscura en la parte superior indica que se trata de una superficie poco reflectante bajo una luz brillante. En cambio, la baldosa naranja que está en un lado del cubo, denota que es una superficie altamente reflectante en la sombra.
Entonces, las percibes de diferentes colores no porque lo sean sino porque tu cerebro piensa que su significado es distinto, dada la información que le da el resto de la imagen.
Ilusión de la mesa
Lo mismo que sucede cuando vemos colores pasa cuando vemos formas. Se aplica con todo lo que vemos.Cuando observamos esta imagen, estamos conscientes de que hay dos mesas con tamaños muy diferentes.
La que está a la izquierda se ve mucho más larga y delgada que la que está a la derecha. Pero ¿qué pasa si te dicen que la mesa roja es simplemente la mesa verde pero puesta de lado? En otras palabras, que las dimensiones de las partes superiores de las dos mesas son idénticas.
No te estamos mintiendo. La única diferencia real entre las dos mesas son los ángulos de sus esquinas. Sus colores, en este caso, son irrelevantes.
Las dos líneas rojas y verdes tienen la misma longitud. El largo de la mesa roja mide lo mismo que el ancho de la mesa verde y viceversa.
Entonces, ¿por qué lucen tan diferentes? Porque tu cerebro capta la imagen en la retina y crea lo que ve de acuerdo con la información que le ofrecen sus experiencias pasadas al interactuar con el mundo.
En este caso, los ángulos sugieren profundidad y perspectiva y el cerebro cree que la mesa verde es más larga de lo que realmente es, mientras que la mesa rojo luce mucho más cuadrada.
Lo hermoso de las ilusiones ópticas es que nos permiten darnos cuenta de que las cosas nunca son como las vemos y que nuestras experiencias son la clave para entender el mundo.
R Beau Lotto, quien nos dio todas las imágenes y explicaciones, es profesor de neurociencia en el University College London.
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