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Aunque cada vez más mujeres acuden a la fecundación in vitro (FIV) para tener hijos, las tasas de éxito del proceso siguen sin superar el 50%. Por esta razón, la comunidad científica ha acogido como una buena noticia el primer nacimiento de niños fruto de ovocitos (células germinales femeninas) cuyos cromosomas fueron estudiados en su totalidad antes de ser fecundados e implantados en sus madres.
La Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) anunció ayer el triple alumbramiento, que ha tenido lugar en Alemania, donde nacieron dos gemelas, y en Italia, un varón. Los tres son fruto de ovocitos sometidos a un completo análisis de sus cromosomas que desveló que no había ninguna anormalidad.
Son precisamente las alteraciones cromosómicas de los óvulos las que provocan en la mayoría de los casos que los embriones no sean viables y la FIV sea, por lo tanto, un fracaso.
Para analizar al 100% los cromosomas del ovocito, los investigadores del centro de reproducción SISMER (en Bolonia) y la Universidad de Bonn (en Alemania) emplearon una técnica revolucionaria denominada hibridización genómica comparativa (CHG) con microarrays, que descarta la gran mayoría de desórdenes cromosómicos conocidos.
La generalización de esta técnica podría implicar que, a partir de ahora, una mujer que se somete a FIV tenga muchas más probabilidades de quedarse embarazada.
Según explicó la embrióloga de SISMER Cristina Magli, la comunidad científica lleva diez años buscando una forma eficaz de estudiar las anormalidades cromosómicas, pero los resultados hasta la fecha habían sido desalentadores "debido a la tecnología disponible". "Hemos aprendido en estos 30 años de FIV que muchos de los embriones que transferimos tienen defectos en sus cromosomas; de hecho, aún hoy, dos de cada tres embriones no logran implantarse y evolucionar a un embarazo, en muchas ocasiones precisamente por estos defectos", señaló el presidente de la ESHRE, Luca Gianaroli.
Antes de este método se analizaban los cromosomas de células extraídas de los embriones de forma previa a su implantación, que no reflejaban el estado total del mismo. Sin embargo, la técnica CGH estudia los 23 pares de cromosomas del ovocito y, además, evita la realización de una biopsia al embrión lo que se hace actualmente y elimina, por lo tanto, el riesgo para el mismo. Además, sólo se tardan 12 horas en conocer los resultados.
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