La guerra cibernética ya está aquí y debe preocuparnos, afirman expertos en seguridad que en los últimos días han coincidido en llamar la atención sobre el tema.
Los gobiernos también están reconociendo el problema. El Reino Unido calificó este lunes a los ataques a redes informáticas como una de las amenazas más serias que enfrenta el país.La ministra del Interior británica, Theresa May, dijo que los ataques cibernéticos eran un "nuevo y creciente" peligro y la BBC cree que el gobierno destinará cerca de US$800 millones para reforzar la seguridad de las redes de computación del gobierno.
La preocupación se ha incrementado ante la aparición de Stuxnet, un gusano malicioso que aprovecha las fallas de seguridad de diversos sistemas para infectar software industrial y poder así apagar plantas nucleares y fábricas.
Stuxnet cambió las reglas
Los expertos coinciden en que durante décadas ha habido ataques a sistemas de cómputo, pero creen que Stuxnet es el primer virus destinado a destruir un blanco específico, tal y como ocurre en una guerra tradicional.Los sistemas industriales habían estado a salvo pues se encuentran desconectados de internet, pero Stuxnet probó que con una memoria USB -y aprovechando agujeros de seguridad en diversos programas- es posible infectar plantas y fábricas.
"El peor estrés que puedes tener en materia de seguridad es cuando hay incertidumbre. Ahora estamos en un estado de incertidumbre", aseguró Michael Chertoff, ex director del Departamento de Seguridad Interior de EE.UU. en una conferencia sobre seguridad en Londres.
Al referirse a los ataques cibernéticos, Chertoff aseguró: "Es un problema real y está creciendo. Si no lo afrontamos vamos a ser confrontados por un evento que será tan catastrófico que no nos lo podremos sacudir".
Pero más allá de las posibles consecuencias de una guerra informática, los expertos advierten de otros problemas.
"A diferencia de las guerras convencionales, en la ciberguerra no hay nada remotamente cercano a la Convención de Ginebra. No hay límites ni protocolos que establezcan los estándares que deben seguirse en la ley internacional para saber cómo pueden declararse estos conflictos", asegura Randall R. Dipert, especialista en ética militar de la Universidad de Búfalo.
En un artículo escrito para el Consorcio para las Tecnologías Emergentes, Operaciones Militares y Seguridad Nacional (CETMONS, por sus siglas en inglés), Dipert asegura que la falta de un código internacional en la materia es aún peor que "la necesidad de destruir bases de datos, sistemas de comunicación, la red de suministro de electricidad, el robo de sistemas bancarios, apagar ciudades, apagar fábricas, infraestructura sanitaria y otras calamidades".
Dipert dice que en la guerra cibernética también podría haber víctimas humanas.
"La destrucción intencional, corrupción de datos o algoritmos y los ataques de negación de servicio pueden causar un grave daño a los humanos, a las máquinas, a los sistemas artificiales e incluso al medio ambiente. Puede ser un daño que puede volver inoperables a sistemas civiles que son necesarios para el bienestar de la población", enfatiza Dipert.
No hay comentarios:
Publicar un comentario