El Pais
En el mismo espacio que el SIMO (un pabellón de Ifema, el 6) pero con mucha más gente y una media de edad mucho menor, ayer se estrenó Gamefest, una feria de tres días dedicada al videojuego y enfocada a los entusiastas de las consolas. Las entradas oscilan entre los seis y tres euros, pero se han agotado antes del estreno. 10.000 asistentes cada jornada. Ayer por la mañana no parecía un día de trabajo, ni de colegio. El sábado y el domingo será peor.
Pablo Crespo abrió su primera tienda en 1985, en la calle Montera de Madrid. Veinticinco años después, los mismos que celebra Mario Bros, la emblemática mascota de Nintendo, ha aceptado el reto de organizar este evento. "No era fácil y nos ha dado algo de vértigo pero hacía falta una muestra donde la gente toque las novedades de la campaña de invierno, tenga lo último en sus manos y, esto es muy importante, se conozcan", expone con ilusión. La misma con la que él iba a ferias similares en Alemania y Estados Unidos.
Sony, Ubisoft, Konami, Sega, Microsoft y fabricantes de mandos y complementos para el juego se han volcado para exhibir sus innovaciones. Triunfan los juegos de baile, sobre todo el de Michael Jackson.
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