La web WikiLeaks filtró el viernes casi 400.000 documentos secretos de Estados Unidos sobre la guerra de Irak, algunos de los cuales detallan terribles casos de abusos de prisioneros por parte de policías y soldados iraquíes que el Ejército estadounidense conoció pero que al parecer no investigó.
El Pentágono condenó la publicación de los documentos - la mayor brecha de seguridad de su tipo en la historia militar estadounidense, superando con creces la publicación en julio de 70.000 documentos sobre la guerra en Afganistán.
Responsables estadounidenses dijeron que la filtración pone en peligro a las tropas estadounidenses y amenaza la vida de unos 300 colaboradores iraquíes al exponer sus identidades.El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, dijo que los documentos muestran pruebas de crímenes de guerra, pero el Pentágono calificó los documentos como informes elaborados "sobre el terreno" de una guerra bien documentada sin sorpresas reales.
"Desaprobamos a WikiLeaks por inducir a particulares a violar la ley, filtrar documentos clasificados y luego de forma displicente compartir esa información secreta con el mundo", dijo Geoff Morrell, secretario de Prensa del Pentágono.
Los archivos muestran otros asuntos, como la conocida preocupación estadounidense sobre la formación y el apoyo a milicias iraquíes por parte de Irán. Los archivos, que se extienden desde 2003 a 2009, también detallan 66.081 muertes civiles en el conflicto, dijo WikiLeaks.
Assange declaró a la cadena de televisión Al Yazira que los documentos proveen suficiente material para 40 demandas por homicidio involuntario.
"Hay informes de civiles asesinados indiscriminadamente en puestos de control (...) de detenidos iraquíes torturados por las fuerzas de la coalición, y de soldados estadounidenses que volaron edificios civiles enteros porque había un supuesto insurgente en el techo", dijo WikiLeaks en un comunicado.
En un caso de 2007, según los documentos, un helicóptero Apache dio muerte a dos sospechosos iraquíes que hicieron señales de que querían rendirse. El documento dice: "No pueden rendirse a las aeronaves y todavía son objetivos válidos".
Aunque el conflicto bélico en Irak se ha ido desvaneciendo de la atención pública en Estados Unidos, la filtración podría sacar a la luz los recuerdos de uno de los momentos más difíciles de la guerra, como el abuso de detenidos en la prisión de Abu Ghraib.
EJECUCIONES Y COSTILLAS ROTAS
WikiLeaks dio a algunos medios acceso a su enorme base de datos, y el diario británico The Guardian y el canal de televisión Al Yazira señalaron que los documentos mostraban que las fuerzas estadounidenses en la práctica ignoraron las violaciones de los derechos de los detenidos por parte de las fuerzas de seguridad iraquíes.
The Guardian escribió sobre un caso en el que la policía disparó a un reo en la pierna, después de lo cual fue flagelado en la espalda con una barra y una manguera, rompiéndole las costillas y causándole múltiples laceraciones.
"El resultado: No hubo más investigaciones", indicó The Guardian.
También se citan casos de violación y asesinatos, incluyendo una ejecución grabada en vídeo de un detenido por parte de soldados iraquíes.
The New York Times dijo que "aunque algunos casos de abusos fueron investigados por estadounidenses, la mayoría (...) parecían haber sido ignorados". Su noticia indicó que los soldados informaron a sus oficiales sobre los abusos y luego pidieron a los iraquíes que realizaran indagaciones.
Amnistía Internacional condenó las revelaciones en los documentos y sugirió que las autoridades estadounidenses pudieron haber violado la ley al entregar los detenidos a fuerzas iraquíes con antecedentes de cometer abusos "en una escala verdaderamente perturbadora".
Respecto a la influencia iraní, ésta se menciona en informes del Ejército estadounidense en los que se dice que agentes iraníes entrenaron, armaron y dirigieron escuadrones de la muerte en Irak, según The Guardian. El enviado estadounidense en Irak dijo en agosto que creía que los grupos apoyados por la república islámica son responsables de una cuarta parte de las muertes estadounidenses en esa guerra.
Más de 4.400 soldados estadounidenses han muerto desde el inicio de la invasión en marzo de 2003. Todas las tropas estadounidenses tienen previsto retirarse de Irak a finales del próximo año.
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