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2010/10/18

En espera del cargador único

El Pais

El ordenador será portátil, pero de un par de cables no se libra. Su teléfono será móvil, pero qué me dice del cargador, que nunca es igual que el antiguo. En la era del wifi y bluetooth, de la conectividad inalámbrica, seguimos rodeados de cables. Móvil, consola, portátil, cámara de fotos, ciberlector... con sus respectivos cables y cargadores, la mayoría incompatibles entre sí. Un molesto engorro que, además, daña el medio ambiente.
En España se desechan más de 20 millones de móviles al año, y se recogieron 900 toneladas de teléfonos y accesorios en 2009, equivalente a 7,2 millones de unidades, "que se convierten en residuo o se almacenan en cajones", explica Julio Lema, director comercial de Tragamóvil.
La asociación europea de consumidores ANEC ya exigía en 2004 estándares comunes para crear un único cargador y clavija, que sirviera en todos los países de la UE y para todos los aparatos de telefonía móvil. Sus peticiones cayeron en saco roto hasta 2009, cuando los principales fabricantes, el 90% del mercado europeo, pactaron con la Comisión que el enchufe micro USB sería la clavija universal de todos los terminales comercializados en el continente a partir de 2010.
Nokia, LG, Sony Ericsson, RIM (fabricante de BlackBerry) y Motorola ya cumplen su compromiso. Samsung tiene tres, incluido el estándar, y Apple sigue con el conector estándar de iPod, extensible para iPhone y la tableta iPad. Tienen de tiempo hasta 2012 para adaptarse a una tendencia a la simplificación de conectores y fuentes de alimentación.
¿Qué ocurre con el resto de aparatos? La consultora IDC estima que se venderán 47,5 millones de portátiles este año, que traduce en 130.000 kilómetros de cables. También hay que sumar otra retahíla de aparatos que llevamos a mano. ¿Sirve el mismo cargador universal del móvil? "Si la tensión de alimentación de la batería es igual, sí. Incluso si fuera diferente, la solución sería habilitar otros tipos de tensión en el mismo cargador, que se intercambiarían con un interruptor. El problema no es técnico sino económico", explica Carles Jaén, profesor de electrónica de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC).
El Instituto de ingenieros eléctricos y electrónicos de Estados Unidos (IEEE) trabaja para desarrollar un cargador universal (clavija y fuente de alimentación) de portátiles. Los principales fabricantes taiwaneses, como Acer y Asus, lo apoyan. También hay propuestas para convertir el USB en el estándar universal de los cables de datos.
El mercado ha ideado múltiples soluciones para cargar varios aparatos móviles a la vez. Messless, Idapt, Powermart, Starmovil... y el más reciente, de Duracell. No sirve para todos los modelos de teléfonos del mercado, pero casi. MyGrid carga de forma inalámbrica hasta cuatro móviles, que se colocan sobre una plancha. Previamente se les ha puesto una funda. La plancha cuesta 40 euros y cada accesorio, 30 euros más.
MyGrid no libera del cable, porque se necesita conectar la plancha a la red eléctrica para cargar la batería. Un escollo que solventa modelos solares como iPower SX o Power Monkey Explorer, pero que no suelen funcionar con portátiles.
Las cosas podrían cambiar en cuatro o cinco años. Laboratorios de todo el mundo investigan métodos "que evitarían conectar nuestros gadgets a la toma de corriente al cargarse por movimiento o inducción electromagnética", dice Martín Pérez, presidente de la patronal Asimelec. Recientemente, Fujitsu presentó en Japón un prototipo de batería de móvil que se recarga a distancia en cualquier posición, incluso a varios metros de distancia del aparato emisor, capaz de recargar hasta tres teléfonos a la vez con una eficiencia del 85%.

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