Claudio Biern: "Me han llamado asesino por liquidar a David el Gnomo"

20minutos

Fue el entretenimiento televisivo favorito de los niños a mediados de los 80. David el Gnomo no sólo era el protagonista de la canción más escuchada en los recreos: además, era cariñoso y uno de los primeros ecologistas de la pequeña pantalla. Este sábado celebrará su 25 cumpleaños con  un "gran musical" en el Teatro Häagen-Dazs Calderón de Madrid, donde permanecerá en cartel hasta finales de noviembre. Claudio Biern, el padre de David el Gnomo, da más detalles del espectáculo y habla de ese duende dulce que, a su manera, agitó conciencias.
Los Gnomos viven cientos de años… ¡David está hecho un chaval!
Sí! Los gnomos viven cuatrocientos años exactos, y no padecen enfermedades… En este caso, es un privilegio poder celebrar sus bodas de plata: 25 años.
Supongo que no le harán bromas por aquello de ser el padre de un Gnomo…
(Risas) Mido 1,85 m, gnomo precisamente no soy. Sin embargo, a veces me han llamado asesino por, supuestamente, liquidar a David el Gnomo y a sus amigos en el último episodio. Aunque en realidad no los maté: volvieron a la naturaleza. Y son felices.
¿Ha notado el desgaste del personaje?
¡Qué va, en absoluto! El personaje tuvo muchísimo impacto. Después de todos los años que han transcurrido, si se pide a la gente que cante la canción de la serie, la mayoría aún la recuerda, es increíble.
¿Y los pequeños de hoy le conocen?
Al personaje, sí, porque se sigue programando la serie en televisión y se venden los DVD. Pero no es el conocimiento profundo de sus padres ni de sus abuelos, que se sentaban cada sábado a las 15.30 delante del televisor para verlo. Además, los índices de audiencia eran entonces mucho mayores porque sólo existían dos cadenas: La 1 y La 2.
¿Qué acogida esperan en el musical?
Lo hemos preparado con mucha ilusión. David celebra su 25 aniversario y ha querido festejarlo por todo lo alto. Como los gnomos no aceptan regalos, no hemos podido darle nada, pero él nos ofrece una fiesta de cumpleaños que va a consistir en sus canciones y en su mundo de televisión. Todos los que vengan podrán cantar y bailar los temas más famosos, será divertidísimo. Ya lo hemos ofrecido previamente en dos ciudades para ver la respuesta del público y ha sido increíble, la gente pedía 4 y 5 bises de las canciones.
Además, estará acompañado de amigos más jóvenes, 'Bob Esponja', 'Ben Ten'…
Sólo estarán sus canciones, no estarán los personajes. En el espectáculo salen más de 40 canciones de series, de Hello Kitty, de Dragones y Mazmorras, de Benji y Oliver, de los Picapiedra, de la Pantera Rosa… todo el top de animación.
¿Qué le parecen los dibujos que se hacen para los niños hoy en día?
Hombre, son muy distintos, sobre todo por las nuevas tecnologías que emplean. Además, hoy el niño tiene acceso a su móvil, a la consola, a una tele con muchos canales, a Internet, a las redes sociales y al zapping, por lo que es difícil que permanezca ante el mismo programa más de 15 minutos si no le gusta mucho lo que ve. Sigo pensando que la clave es el guión. Diríamos que que es el 60 o 70% del dibujo; los personajes serían el 20 % y las canciones y los objetos de la serie, un 10%. Esos ingredientes bien realizados y agitados con entusiasmo y buena fe es lo que da lugar a un buen producto.
¿Pueden los dibujos animados marcar el carácter de una generación?
Marcar, no, pero acompañan su nivel de conocimientos y cultural. A veces son capaces de transmitir valores. Por ejemplo, con el gnomo David fuimos unos avanzados en cuanto a la ecología. Y tuvo mucho éxito. Tras terminar la primera temporada, tuvimos que rodar una segunda parte y, después, una tercera porque lo pedía el público.
¿Qué carácter cree que puede generar David el Gnomo (y D'Artagnan y Willy Foo) y cuál los dibujos que se emiten hoy?
El panorama hoy es muy distinto al de entonces. Como he dicho, antes había sólo unas pocas cadenas con grandes audiencias. También el mensaje ha variado: ahora se tiende a hacer dibujos de acción, con mucho movimiento. En los tiempos de David el Gnomo se explicaba más, se contaban historias, se dramatizaba, había mensaje y contenidos que creo que pueden seguir interesando. Ahora todo es un “punch, zas, crack”. Es decir, mucho ruido y pocas nueces.
¿Hubieran sido mejores hoy los dibujos de David el Gnomo si hubieran nacido ahora?
No creo que fueran mejor, sino diferentes. Los tiempos de trabajo también serían diferentes: date cuenta de que los dibujos se hacían antes a mano, había que hacer miles de dibujos para un solo episodio.
Los protagonistas de ahora son los propios niños (Ben ten, Gormiti, Pokémon), antes, eran personajes de ficción, ¿a qué se debe eso?
Bueno, Bob Esponja es un personaje de ficción y ahí está. Pero ahora con el nuevo software es mucho más fácil reproducir una cara humana. Antes esto era algo complicadísimo.
Cuando se crea una serie como David el Gnomo, ¿se sigue más una línea argumental o se adapta ésta a la enseñanza de moralejas?
No, moralejas, no. No queremos moralinas, hay un mensaje latente, eso sí. En David el Gnomo era la ecología, en D'Artagnan el compañerismo; en Willy Fog, el arrojo.
Las generaciones que hemos crecido con dibujos como David el Gnomo recordamos con cariño esas series, ¿pasará lo mismo con las series actuales?
Algunas, sí, causarán impacto y durante años para esos niños que luego serán padres, formarán parte de la niñez.
¿Cómo ve el futuro de las series de dibujos para niños?
Complicado, hay muchísimos medios de entretenimiento y los impactos tan fuertes como los que teníamos antes son muy difíciles de conseguir. Sólo las multinacionales consiguen ciertos resultados.