Tras una larga trayectoria en Intel, donde ha sido responsable de áreas como sector público y nuevos negocios, el directivo acaba de ser nombrado director general de la compañía en España y Portugal. Mateos defiende el avance de Intel en nuevos negocios, aunque reconoce que en los smartphones aún les queda dar el gran salto.
¿Cuáles son los primeros retos que se ha marcado?
Destacaría tres niveles de retos. Uno, desde el punto de vista del país, de tratar de recuperar la senda del crecimiento. En el primer trimestre, por ejemplo, las ventas de PC subieron un 38%. La parte de consumo sigue tirando, pero el sector corporativo está muy contraído, sobre todo la pyme. Me preocupa mucho esa parte corporativa donde la productividad se ha ligado a la tecnología. Virtualización y cloud computing son tendencias que las empresas deben incorporar y sin embargo las inversiones en tecnología están deprimidas.
¿Y qué puede hacer Intel para impulsar la inversión tecnológica?
Seguir empujando la demanda y sobre todo generar productos que atraigan a la gente. Si no lo hacemos atractivo, todo se va a retrasar.
Ha hablado de tres retos, ¿cuáles son los otros dos?
El segundo reto pasa con las actualizaciones tecnológicas y los nuevos productos. A final de 2009 lanzamos los productos de la familia Core i3, i5 e i7. Ofrecen ventajas en rendimiento y consumo de batería para hacerlos atractivos para los usuarios. Actualmente, España está liderando en Europa el uso de estos procesadores. Más del 50% de los PC que llevan Intel cuentan con esta tecnología. El tercer reto es la transformación interna de Intel para afrontar la proliferación de nuevas categorías que están surgiendo en la industria, como los netbooks y los tablets. Están surgiendo nuevos dispositivos a una velocidad que nunca antes había sucedido. Intel va a ir acercándose a nuevos entornos a los que no estaba habituado. Nuestro consejero delegado, Paul Otellini, ha dicho que el objetivo es ser una empresa de 1.000 millones de chips. Actualmente vendemos unos 350 millones.
¿Cómo se puede lograr esa meta?
A esa cifra se llega con el crecimiento del área de PC, que va a estar por encima de lo que ha hecho hasta ahora. Así, en los próximos años vemos crecimientos del 20% en los portátiles, del 15% en los netbooks y del 70%-80% en los tablets. Pero, además, lograremos ese objetivo porque vamos a ir a áreas en las que no hemos estado hasta ahora, como los smartphones y la electrónica de consumo. Todo esto nos va a llevar a un crecimiento de los ingresos en los próximos años de doble dígito bajo.
¿Qué papel va a jugar Intel en la electrónica de consumo?
Los televisores de gama media y alta van permitiendo el acceso a internet. Esto va a continuar hacia unos interfaces más avanzados y amigables. Nosotros tenemos la familia de chips CE 4100, sistemas operativos como MeeGo y en poco tiempo habrá novedades de relevancia. Ayer Intel anunció precisamente un acuerdo con Google y Sony para la creación de la plataforma televisiva Google TV. Ver página 15.
¿Y en el móvil?
Acabamos de presentar la segunda generación del chip específico, Moorstown, que ha logrado bajar 50 veces el consumo de energía. Ya hay algunos smartphones que lo usan como el AAVA o uno de LG que presentó en el CES de Las Vegas. También lo llevarán varios tablets que se van a lanzar pronto. Nuestra propuesta de valor va a ser elige tu sistema operativo y las aplicaciones; damos la opción de trabajar con MeeGo, con Android o con Windows. Nuestra arquitectura X86 ofrece mayor rendimiento en la ejecución de aplicaciones y carga de páginas web que ARM, pero su reto está en el consumo de batería.
En smartphones Qualcomm les aventaja. ¿Pueden ganarle terreno?
A diferencia de la electrónica de consumo, en smartphones, Intel claramente no está. Pero nuestra propuesta es interesante. El entorno ARM es muy difícil, hay mucha propiedad intelectual, hay diseño y fabricación de chip. Tres etapas que Intel hace en una. Si todos los fabricantes de móviles llevan ARM, difícilmente se podrán diferenciar. Nosotros les damos un elemento diferenciador.
¿Cuáles son los primeros retos que se ha marcado?
Destacaría tres niveles de retos. Uno, desde el punto de vista del país, de tratar de recuperar la senda del crecimiento. En el primer trimestre, por ejemplo, las ventas de PC subieron un 38%. La parte de consumo sigue tirando, pero el sector corporativo está muy contraído, sobre todo la pyme. Me preocupa mucho esa parte corporativa donde la productividad se ha ligado a la tecnología. Virtualización y cloud computing son tendencias que las empresas deben incorporar y sin embargo las inversiones en tecnología están deprimidas.
¿Y qué puede hacer Intel para impulsar la inversión tecnológica?
Seguir empujando la demanda y sobre todo generar productos que atraigan a la gente. Si no lo hacemos atractivo, todo se va a retrasar.
Ha hablado de tres retos, ¿cuáles son los otros dos?
El segundo reto pasa con las actualizaciones tecnológicas y los nuevos productos. A final de 2009 lanzamos los productos de la familia Core i3, i5 e i7. Ofrecen ventajas en rendimiento y consumo de batería para hacerlos atractivos para los usuarios. Actualmente, España está liderando en Europa el uso de estos procesadores. Más del 50% de los PC que llevan Intel cuentan con esta tecnología. El tercer reto es la transformación interna de Intel para afrontar la proliferación de nuevas categorías que están surgiendo en la industria, como los netbooks y los tablets. Están surgiendo nuevos dispositivos a una velocidad que nunca antes había sucedido. Intel va a ir acercándose a nuevos entornos a los que no estaba habituado. Nuestro consejero delegado, Paul Otellini, ha dicho que el objetivo es ser una empresa de 1.000 millones de chips. Actualmente vendemos unos 350 millones.
¿Cómo se puede lograr esa meta?
A esa cifra se llega con el crecimiento del área de PC, que va a estar por encima de lo que ha hecho hasta ahora. Así, en los próximos años vemos crecimientos del 20% en los portátiles, del 15% en los netbooks y del 70%-80% en los tablets. Pero, además, lograremos ese objetivo porque vamos a ir a áreas en las que no hemos estado hasta ahora, como los smartphones y la electrónica de consumo. Todo esto nos va a llevar a un crecimiento de los ingresos en los próximos años de doble dígito bajo.
¿Qué papel va a jugar Intel en la electrónica de consumo?
Los televisores de gama media y alta van permitiendo el acceso a internet. Esto va a continuar hacia unos interfaces más avanzados y amigables. Nosotros tenemos la familia de chips CE 4100, sistemas operativos como MeeGo y en poco tiempo habrá novedades de relevancia. Ayer Intel anunció precisamente un acuerdo con Google y Sony para la creación de la plataforma televisiva Google TV. Ver página 15.
¿Y en el móvil?
Acabamos de presentar la segunda generación del chip específico, Moorstown, que ha logrado bajar 50 veces el consumo de energía. Ya hay algunos smartphones que lo usan como el AAVA o uno de LG que presentó en el CES de Las Vegas. También lo llevarán varios tablets que se van a lanzar pronto. Nuestra propuesta de valor va a ser elige tu sistema operativo y las aplicaciones; damos la opción de trabajar con MeeGo, con Android o con Windows. Nuestra arquitectura X86 ofrece mayor rendimiento en la ejecución de aplicaciones y carga de páginas web que ARM, pero su reto está en el consumo de batería.
En smartphones Qualcomm les aventaja. ¿Pueden ganarle terreno?
A diferencia de la electrónica de consumo, en smartphones, Intel claramente no está. Pero nuestra propuesta es interesante. El entorno ARM es muy difícil, hay mucha propiedad intelectual, hay diseño y fabricación de chip. Tres etapas que Intel hace en una. Si todos los fabricantes de móviles llevan ARM, difícilmente se podrán diferenciar. Nosotros les damos un elemento diferenciador.
Negocio: "Apple y Google van a un modelo vertical"
Intel anunció en febrero un acuerdo con Nokia y presentaron el sistema operativo abierto MeeGo para dispositivos móviles. ¿Se ven preparados para jugar en este terreno?Estamos buscando alianzas como la firmada con Nokia. Aunque es cierto que la verticalización tan fuerte que se está produciendo en este segmento está dejando descolocada a mucha gente que tiene que ver cómo encontrar su entorno y su valor. Pero nosotros estamos fabricando en 32 nanómetros mientras nuestra competencia está en los 45. Tenemos nuestras fortalezas y debilidades, pero para determinados fabricantes somos una opción a considerar.
Cuando dice verticalización, ¿a qué se refiere?
A que hemos pasado de un modelo horizontal en los PC, en el que cada uno hacía lo que mejor sabía hacer y se elegía al mejor para cada una de las partes, a uno vertical como el que están adoptando Google y Apple. Ésta integra todo: aplicaciones, herramientas de desarrollo, hardware e incluso han comprado empresas de chips. Entiendo que lo que están buscando es la diferenciación. Google también apuesta por un modelo bastante vertical y la apertura de Android es muy discutible. De todos modos, es lógica esa verticalización cuando estás compitiendo y todos tienen que estar homogéneos en ARM. Actualmente se están creando muchas categorías nuevas y ahí la diferencia es más importante que el coste. Nosotros, en cualquier caso, no estamos preocupados.
¿Han tocado techo los netbooks? ¿Puede afectarles la llegada del iPad?
Creo que el modelo de uso del netbook y el de un tablet como el iPad no tienen nada que ver. Si me dices un netbook con pantalla que se puede mover, entonces sí. De todas formas, el tablet tendrá muy poco impacto en el netbook.
¿Cómo ve la llegada de los smartbooks? Parece que se está ralentizando.
No tengo claro lo que aporta el smartbook. Vemos que la gente no está viendo un valor adicional en este nuevo tipo de terminal.
"Vemos márgenes brutos de entre el 55% y el 65%"
Norberto Mateos señala que en el primer trimestre, gracias a la tecnología Core, Intel ha sido capaz de tirar hacia arriba de los precios de los chips, que en el conjunto del sector habían ido bajando en los últimos tiempos. "Intel ha dado un salto considerable en cuanto a márgenes brutos en los últimos trimestres y creemos que estamos en la senda de poder mantenerlos", dice el directivo. Asimismo, explica que tradicionalmente Intel ha estado en un rango de entre el 50% y el 60% de margen bruto, y ahora "estamos proyectando que podemos estar en el entorno del 55% y el 65% para los próximos años. Aunque los precios estuvieron bajando, en los dos últimos trimestres han crecido ligeramente y creemos que podemos mantener márgenes bastante positivos", dice.Con respecto a los posibles ajustes en el gasto TIC por parte de las Administraciones públicas en España, Mateos indica que su empresa está mirando muy de cerca los posibles recortes. "Si tenemos en cuenta las áreas en las que más ha invertido, vemos que la educación ha sido un driver del mercado". Mateos descarta que haya incertidumbres sobre el Plan Escuela 2.0 y añade que hay varios proyectos cerrados como los de Asturias y Galicia.
Mateos, que ha representado a Intel en la junta ejecutiva de Aetic, defiende la fusión de esta patronal con Asimelec. "No tenía sentido tener duplicados los esfuerzos y las interlocuciones". Además, muestra su sorpresa por la eliminación de la Dirección General de la Sociedad de la Información, "porque no cuadra bien con el mensaje de cambio de modelo productivo".
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