BP anunció que redoblará sus esfuerzos para frenar el derrame de petróleo en el golfo de México después del revés que ha supuesto el fracaso de la operación top kill, que pretendía taponar la salida de fuel inyectando lodo pesado en la tubería.
Por su parte, la asesora de Energía y Medioambiente de la Casa Blanca, Carol Browner, alertó ayer en el programa Meet the press de la NBC de que, a pesar de los métodos de contención puestos en marcha, es posible que el crudo siga manando hasta agosto. Es entonces cuando está previsto que se terminen los dos pozos alternativos que perfora BP y que se plantean como la solución definitiva al problema. "Estamos preparados para lo peor", añadió.
La nueva operación puesta en marcha por BP consiste en serrar la tubería rota con robots submarinos y cubrir los restos con una cúpula a través de la cual se trasvasaría el petróleo a los barcos de la superficie. Esta maniobra, que podría tardar entre cuatro días y siete en completarse, es similar a la que ya se intentó sin éxito.
Ni siquiera los responsables de la petrolera se muestran esperanzados con la nueva operación. La petrolera británica ha precisado que no tiene garantías de que el sistema funcione, ya que nunca se ha intentado a una profundidad de 1.500 metros. El director de operaciones de BP, Doug Suttles, no ha querido estimar un porcentaje de éxito. Su compañía ya había calculado que las posibilidades de que el top killfuncionase rondaban el 70% y, en cualquier caso, se trataría de una solución paliativa.
Browner avanzó que el plan de BP para capturar y contener el crudo no proveerá una solución permanente ni evitará que parte del petróleo fluya al mar, incluso cuando la maniobra esté terminada.
Ayer, tras conocer el intento fallido del top kill, el presidente admitió que se trataba de algo "tan enfurecedor como doloroso", mientras insistía en que las autoridades federales "no cejarán" hasta haber logrado la limpieza completa de la marea negra.
BP ha gastado unos 765 millones de euros en intentar hallar una solución al vertido. Según publicó ayer The New York Times, la compañía tenía indicios desde junio del año pasado de los problemas técnicos de su plataforma, centrados en la válvula que debía impedir que el petróleo llegase al mar en caso de accidente. Los expertos del Gobierno calculan que se ha vertido un mínimo de 68 millones de litros de petróleo.
Por su parte, la asesora de Energía y Medioambiente de la Casa Blanca, Carol Browner, alertó ayer en el programa Meet the press de la NBC de que, a pesar de los métodos de contención puestos en marcha, es posible que el crudo siga manando hasta agosto. Es entonces cuando está previsto que se terminen los dos pozos alternativos que perfora BP y que se plantean como la solución definitiva al problema. "Estamos preparados para lo peor", añadió.
La nueva operación puesta en marcha por BP consiste en serrar la tubería rota con robots submarinos y cubrir los restos con una cúpula a través de la cual se trasvasaría el petróleo a los barcos de la superficie. Esta maniobra, que podría tardar entre cuatro días y siete en completarse, es similar a la que ya se intentó sin éxito.
Ni siquiera los responsables de la petrolera se muestran esperanzados con la nueva operación. La petrolera británica ha precisado que no tiene garantías de que el sistema funcione, ya que nunca se ha intentado a una profundidad de 1.500 metros. El director de operaciones de BP, Doug Suttles, no ha querido estimar un porcentaje de éxito. Su compañía ya había calculado que las posibilidades de que el top killfuncionase rondaban el 70% y, en cualquier caso, se trataría de una solución paliativa.
Browner avanzó que el plan de BP para capturar y contener el crudo no proveerá una solución permanente ni evitará que parte del petróleo fluya al mar, incluso cuando la maniobra esté terminada.
El peor de la historia
El derrame del golfo de México se ha convertido en el peor de la historia de EEUU. Los científicos calculan que el crudo que mana del pozo alcanza entre 1,9 y 3 millones de litros diarios. Barack Obama visitó la zona afectada por segunda vez el pasado viernes, donde se responsabilizó de resolver la crisis y ofreció apoyo y ayudas públicas a la comunidad local.Ayer, tras conocer el intento fallido del top kill, el presidente admitió que se trataba de algo "tan enfurecedor como doloroso", mientras insistía en que las autoridades federales "no cejarán" hasta haber logrado la limpieza completa de la marea negra.
BP ha gastado unos 765 millones de euros en intentar hallar una solución al vertido. Según publicó ayer The New York Times, la compañía tenía indicios desde junio del año pasado de los problemas técnicos de su plataforma, centrados en la válvula que debía impedir que el petróleo llegase al mar en caso de accidente. Los expertos del Gobierno calculan que se ha vertido un mínimo de 68 millones de litros de petróleo.
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