el derrame del Golfo de México es ya el peor en la historia de EEUU y mayor que el que provocado por el accidente del petrolero Exxon Valdez en Alaska en 1989, que vertió más de 40 millones de litros de crudo.
Así lo aseguró hoy Marcia McNutt, directora del Servicio Geológico de EEUU, una agencia científica del Gobierno, quien apuntó que los cálculos preliminares señalan que el pozo abierto en el Golfo ha vertido entre 71 y 147 millones de litros de petróleo al mar desde el accidente del 20 de abril.
La agencia calcula que del pozo manaron alrededor de 1,9 millones de litros diarios desde el accidente del 20 de abril en la plataforma exploradora operada por British Petroleum (BP). Esa cifra supera con mucho los alrededor de 800.000 litros que estimaba la multinacional británica.
La empresa inicióel miércoles una operación bautizada en inglés como top kill para sellar el pozo mediante la inyección de un fluido compuesto por una mezcla de agua, arcilla y químicos, a la que se sumarán después capas de cemento.
El comandante de la Guardia Costera de EEUU, Thad Allen, dijo hoy que la complicada operación está funcionando y, de momento, se ha frenado la fuga de crudo. Está previsto que el presidente Barack Obama anuncie hoy una prórroga de seis meses de la moratoria para realizar nuevas perforaciones petrolíferas en aguas profundas.
Se espera que cancele también los planes para exploraciones y nuevos proyectos en las costas de Alaska y la propuesta para realizar exploraciones en la costa de Virginia, según medios estadonidenses. Obama dará hoy una rueda de prensa en la Casa Blanca en la que abordará, entre otros temas, los resultados de un informe encargado al Departamento del Interior sobre las causas de la explosión de la plataforma operada por BP.
El presidente encargó el informe al Departamento del Interior hace un mes y también ha creado una comisión bipartidista para esclarecer la causa del vertido y recomendar medidas para evitar un desastre similar en el futuro.
La compañía comenzó el miércoles a intentar sellar la fuga con la inyección de lodo y cemento, una operación que nunca se ha realizado a la gran profundidad en la que se encuentra la gran tubería que quedó abierta en la boca el pozo. BP ha advertido de que tardará algunos días en determinar si la operación funciona.
Así lo aseguró hoy Marcia McNutt, directora del Servicio Geológico de EEUU, una agencia científica del Gobierno, quien apuntó que los cálculos preliminares señalan que el pozo abierto en el Golfo ha vertido entre 71 y 147 millones de litros de petróleo al mar desde el accidente del 20 de abril.
La agencia calcula que del pozo manaron alrededor de 1,9 millones de litros diarios desde el accidente del 20 de abril en la plataforma exploradora operada por British Petroleum (BP). Esa cifra supera con mucho los alrededor de 800.000 litros que estimaba la multinacional británica.
La empresa inicióel miércoles una operación bautizada en inglés como top kill para sellar el pozo mediante la inyección de un fluido compuesto por una mezcla de agua, arcilla y químicos, a la que se sumarán después capas de cemento.
El comandante de la Guardia Costera de EEUU, Thad Allen, dijo hoy que la complicada operación está funcionando y, de momento, se ha frenado la fuga de crudo. Está previsto que el presidente Barack Obama anuncie hoy una prórroga de seis meses de la moratoria para realizar nuevas perforaciones petrolíferas en aguas profundas.
Se espera que cancele también los planes para exploraciones y nuevos proyectos en las costas de Alaska y la propuesta para realizar exploraciones en la costa de Virginia, según medios estadonidenses. Obama dará hoy una rueda de prensa en la Casa Blanca en la que abordará, entre otros temas, los resultados de un informe encargado al Departamento del Interior sobre las causas de la explosión de la plataforma operada por BP.
El presidente encargó el informe al Departamento del Interior hace un mes y también ha creado una comisión bipartidista para esclarecer la causa del vertido y recomendar medidas para evitar un desastre similar en el futuro.
¿Pudo evitarse?
Un informe elaborado por dos congresistas demócratas y divulgado el martes mantiene que representantes de la empresa reconocieron en conversaciones privadas que hubo señales de una "gran anomalía" en el pozo horas antes de la explosión, en la que murieron once trabajadores.La compañía comenzó el miércoles a intentar sellar la fuga con la inyección de lodo y cemento, una operación que nunca se ha realizado a la gran profundidad en la que se encuentra la gran tubería que quedó abierta en la boca el pozo. BP ha advertido de que tardará algunos días en determinar si la operación funciona.
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