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2010/03/17

Panamá: refugio para el dólar venezolano

Fuente: BBC Mundo.

Panamá es la nueva meca de venezolanos con dinero que invierten sus dólares mayormente en el sector inmobiliario, pero cada vez más lo es también de los que dicen huir de la inseguridad y la polarización política en Venezuela.
La Superintendencia de Bancos de Panamá estima que los venezolanos tienen cerca de US$ 1.402 millones depositados en entidades del país y unos US$2.500 millones más pasan anualmente por la Zona Libre de Colón, punto de venta libre de impuestos situado en la costa atlántica panameña.
Sólo en 2009, diez casas de valores venezolanas obtuvieron licencias para operar en Panamá y cifras oficiales indican que el número de comercios venezolanos funcionando en el país del canal asciende a 150.
Ventajas estratégicas, una economía en crecimiento (+2,4% en 2009) y un régimen fiscal propicio parecen ser el abono perfecto para que en tierras panameñas florezcan además todo tipo de comercios venezolanos como areperías, lavanderías, cadenas de farmacias y hasta pizzerías.

El "Boom"

"Tras el anuncio de la ampliación del canal de Panamá en 2006 aumentaron las inversiones venezolanas. Podríamos decir que parte del motivo por el que no les ha afectado la crisis económica mundial es por lo que nosotros estamos aportando", explicó a BBC Mundo Helena Núñez, directora ejecutiva de la Cámara de Integración Comercial Panameña Venezolana (Cipaven).
Uno de los sectores de mayor interés para el inversor venezolano es el inmobiliario. De acuerdo a la Unión Nacional de Corredores de Bienes Raíces (UNACOBIN) sólo entre 2008 y 2009 invirtieron en torno a los US$200 millones.
"Podemos considerar a los venezolanos como el tercer grupo inversor extranjero del país, por detrás de los estadounidenses y los europeos", afirma Priscila Maloni de la consultora Business Panamá.
"Pero mientras los inversionistas de Estados Unidos y Europa son generalmente jubilados, los venezolanos son migrantes más jóvenes que no sólo están comprando bienes raíces sino que también abren negocios para sustentarse".

Primero los dólares, luego sus dueños

La embajada de Venezuela en Panamá informó que 2.153 venezolanos están registrados como residentes. Sin embargo, organismos como UNACOBIN aseguran que la cifra real se sitúa más en torno a los 12.000, la mayoría venidos en los últimos años.
A pie de calle esta presencia ya empieza a notarse en centros comerciales como Albrook, en la capital panameña, donde gran parte de los negocios están atendidos o regentados por oriundos de la tierra de Bolívar.
"Mis tíos se vinieron hace siete años porque en Venezuela su empresa dejó de funcionar, así que la trasladaron a Panamá", explica Gisela Colmenares de 18 años, en la tienda de bromas donde trabaja como dependienta.
"Hace años yo venía de visita y nos sentíamos como solos, pero ahora hay muchos venezolanos. En los supermercados ya encuentras cachapas, arepas o cachitos".
Cerca de allí, en una tienda de ropa deportiva trabaja Yonairis Teran, quien llegó hace un mes y dice sentirse como en casa.
"En Venezuela hay problemas de agua, de electricidad y económicos. Así que decidí venirme a Panamá porque estoy más cerca y porque hay un estilo de vida muy venezolano".

¿Una alternativa a Miami?

No obstante, la mayoría de estos inmigrantes afirman que la inseguridad fue el factor con más peso a la hora de hacer las maletas.
"Entre 2007 y 2009 la gente salía sobre todo por la el miedo a secuestros, robos y asesinatos", asegura la caraqueña Monica Giugni, directora página de internet dedicada a asistir a venezolanos recién llegados al país (ww.venezuelapana.com).
"Hay muchos que continúan en Venezuela tratando de resguardar su dinero, esperando a que haya un cambio, pero al final terminan yéndose y Panamá ofrece facilidades a nivel migratorio que la hacen más atractiva que Miami".
Y es que para el inmigrante con recursos obtener una visa de inversor es relativamente sencillo. Es necesario invertir US$80.000 en un proyecto de reforestación o comparar un apartamento por valor de US$300.000.
No es lo mismo, sin embargo, para venezolanos como Fabricio, quien, sin formación ni cuentas abultadas, encontró en Panamá un panorama menos halagüeño trabajando como taxista no autorizado.
"Vine aquí porque mi mujer estaba embarazada y no queríamos que diera a luz en Venezuela. Pero las cosas no son fáciles, el tema migratorio es cada vez más difícil y la gente sólo piensa en ganar y ganar dinero".

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