Amnistía Internacional ha publicado un informe titulado Deadly Delivery: The Maternal Health Care Crisis in the USA en el que apunta que la posibilidad de que una mujer muera en el parto en Estados Unidos es cinco veces mayor que en Grecia, cuatro veces mayor que en Alemania y tres veces mayor que en España.
Cada día mueren más de dos mujeres en el proceso de traer un niño al mundo en Estados Unidos. Además son unas cifras que se han disparado en los últimos años. Si el ratio de muerte maternal era de 6,6 cada 100.000 nacimientos en 1987, en 2006 es de 13,3 por cada 100.000.
Y lo peor es que estas muertes no tienen unas causas indescifrables, muchas de ellas son perfectamente evitables según Amnistía Internacional.
El informe de Aministía Internacional ha llegado a la mismo tiempo que un panel de expertos médicos pone en cuestión el protocolo de practicar cesáreas en Estados Unidos.El exceso de cesáreas es la norma en los partos hospitalarios de la mayoría de países desarrollados. En España el número de partos por cesárea en los últimos años es muy alto, con un promedio superior al 20 por ciento, un porcentaje que está muy por encima del intervalo de valores considerado normal, situado entre el 10 y el 15 por ciento, por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En Estados Unidos el ratio es mucho mayor. Y lo más preocupante es que no para de elevarse. Según datos del Instituto Nacional de Salud, en 1996 el 28,3% de los niños estadounidenses nacían mediante una cesárea. Pero en los últimos once años el ratio ha ido aumentando hasta colocarse en un alarmante 31,8%.
Según un panel de expertos médicos la causa de este incremento es la creciente tendencia de prácticar sucesivas cesáreas a las mujeres que ya han tenido una cesárea previa. De hecho hay un dicho médico que dice "una vez cesárea, siempre cesárea".
El temor que empuja a realizar una cesárea tras otra es que con el trabajo de parto el útero se rompa, una complicación rara pero muy peligrosa.
Pero parcticar una cesárea tras otra es mucho más agresivo para la mujer, que debe recuperarse de una cirugía mayor. La recuperación de un parto natural es mucho más llevadera. Y además eso limita el número de hijos que una mujer puede tener.
Estos expertos creen que esta actuación, protocolaria en muchos hospitales, debería revisarse y dar la oportunidad a las mujeres que han tenido una cesárea previa a tener un parto vaginal si no hay complicaciones previsibles.
Aproximadamente el 70% de las mujeres que han tenido una cesárea son buenas candidatas para intentar un nacimiento natural. Y de hecho entre el 60% y el 80% de las que lo intentan lo consiguen.
Maureen Corry,directora de Childbirth Connection, ha declarado tras saber de las conclusiones de este panel de expertos que "está implícito en el documento que la conclusión del panel es que el parto vaginal tras una cesárea es una opción razonable para mujeres de bajo riesto. Creo es que es fabuloso. Pero no creo que esto vaya a cambiar ".
Corry ha explicado que una de las causas más importantes por las que los médicos se niegan a intentar partos vaginales tras las cesáreas es que temen los pleitos que puedan acarrearles las posibles complicaciones.
Ya en una ocasión un bebé murió tras la rotura del útero y el hospital tuvo que pagar una indemnización de 35 millones de dólares. Sentencias como esas hacen que muchas aseguradoras incrementen las primas si los médicos intentan los partos vaginales tras la cesárea. De hecho en Florida puede suponer un incremento de unos 275.000 dólares al año.
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