'The Internet is for Porn'... pero cada vez menos. Como gran medio de comunicación que es, cada vez son más importantes los contenidos. Y esto incluye tanto generarlos como consumirlos. De hecho, según datos de la 'Online Publishers Association', ya es la actividad a la que dedicamos más tiempo en la Red. Superior al que utilizamos para comunicarnos, hacer búsquedas o para el comercio electrónico.
Para entendernos: pasamos más tiempo leyendo noticias, blogs, viendo vídeos o escuchando música que conectados al 'messenger' o al correo electrónico. Según este estudio, que ofrece un análisis de los últimos cuatro años, el tiempo dedicado a la primera actividad ha crecido un 37%, hasta ocupar un 47% del total. Por detrás, las comunicaciones has descendido un 28%, hasta el 33% del tiempo.
Hace cuatro años, era al contrario. En 2003 utilizábamos mucho más la Red para enviarnos mensajes o charlar (un 46% del tiempo) que para crear o consumir contenidos (un 34%). Son las dos actividades principales. Por detrás quedan el comercio electrónico y las búsquedas -actividad clave que sólo ocupa un 5% del tiempo-.
Los propios responsables del estudio ofrecen algunas de las claves de este cambio: el traslado a Internet de actividades que antes sólo se hacían fuera, como buscar noticias, entretenimiento o, simplemente, mirar la información del tiempo; la posibilidad de obtener información intensiva en tiempo real; la creación de comunidades y plataformas fáciles para 'colgar' contenidos propios; el incremento de la banda ancha; la popularización del vídeo en la Red...
Se podrían dar muchos más motivos para una tendencia que no hace sino crecer día a día. Y que tiene sus peligros. Por ejemplo, los contenidos repetidos. Los blogs son un gran avance para la Red como medio de comunicación... pero muchos no hacen otra cosa que copiarse o copiar a los medios. Otro es que se produzca una sobredosis de información. O que la 'basura' inunde la Red.
Lo que deja claro este estudio es que, quien quiera destacar en la Red, lo primero que tiene que cuidar son sus contenidos. Que lo que cuente interese a su público, que lo presente de forma atractiva, que sea original y no una copia, que enganche a los buscadores... es decir, que tenga la calidad suficiente para atraer todas las miradas.
Algo que nunca ha sido fácil, pero es lo que siempre ha hecho falta para 'vender' contenidos. El gran cambio es que ahora no sólo pueden hacerlo unos pocos privilegiados, sino casi cualquiera. Es difícil, pero, créanme, merece la pena intentarlo.
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